Vivir en una 'caja' de 30 metros
La posibilidad de que el Gobierno impulse minipisos abre el debate sobre c¨®mo adaptar la vivienda a los cambios sociales
?Cuesti¨®n de tama?o o cuesti¨®n de precio? Vivir en un contenedor puede parecer algo cercano a la marginaci¨®n. Pero ¨¦sa es una de las propuestas m¨¢s innovadoras del proyecto APTM -acr¨®nimo de apartamento-, que se presenta en el sal¨®n Construmat esta semana. Varios arquitectos revisaron ayer en Fira de Barcelona el concepto de vivienda m¨ªnima y experimentaron con los 30 metros cuadrados de superficie que la ministra Mar¨ªa Antonia Trujillo ha puesto en el ojo del hurac¨¢n.
La posibilidad de que el Gobierno financie pisos protegidos de ese tama?o ha provocado opiniones encontradas entre empresarios, pol¨ªticos y sobre todo potenciales compradores de esos inmuebles. Estos ¨²ltimos son gentes que se quedan fuera del mercado de la vivienda por el formidable incremento de precios de los ¨²ltimos a?os -casi un 150% desde finales de 1997- y que, como soluci¨®n de emergencia, se plantean comprar pisos m¨¢s peque?os y algo m¨¢s asequibles para el bolsillo.
Del proyecto APTM han surgido ideas como pisos hechos con m¨®dulos apilables, apartamentos m¨ªnimos con paredes tecnificadas y un sinf¨ªn de conceptos arquitect¨®nicos para explicar los seis prototipos que sus creadores exponen en la feria y que sus autores trataron de resumir en una mesa redonda. "Por alguna raz¨®n, todos parecen cajas", asegur¨® un asistente.
A partir de ah¨ª los arquitectos se lanzaron a hacer una encendida defensa de esas cajas y, por ende, del proyecto de la ministra. "El debate se ha simplificado y se reduce a una cuesti¨®n de tama?o. Y parece mentira, porque miles de personas viven en pisos de 30 metros en todas las grandes ciudades espa?olas y hasta hoy nadie se hab¨ªa rasgado las vestiduras", se quej¨® el arquitecto Ignacio Paricio.
Desde el Gobierno se hac¨ªa ayer una reflexi¨®n similar: "Parece que algunos se hayan ca¨ªdo del guindo. Si esa demanda funciona en el mercado libre, no tiene sentido que la vivienda protegida se quede atr¨¢s", explic¨® el director general de Arquitectura y Pol¨ªtica de Vivienda, Rafael Pacheco, ante el alud de cr¨ªticas que ha recibido su ministerio desde gobiernos auton¨®micos, partidos, asociaciones de consumidores e incluso el propio sector de la construcci¨®n.
El detonante de esas cr¨ªticas fue el anuncio de Trujillo, realizado el lunes pasado en el sal¨®n Construmat, relativo a la posibilidad de que el Gobierno modifique la legislaci¨®n sobre la vivienda de protecci¨®n oficial (VPO) para poder construir pisos de menos de 30 metros cuadrados. Trujillo insisti¨® ayer en que la reducci¨®n de la superficie ser¨¢ siempre "como soluci¨®n temporal, para el mercado de alquiler y para determinados colectivos, como los j¨®venes", algo en lo que coincide con los arquitectos del proyecto APTM.
"?Son lo mismo 30 metros en el centro de una gran ciudad o en la periferia? ?Y un minipiso con una buen nivel de servicios y calidades no es mejor que una vivienda mayor que no incorpore nada de eso?", se pregunt¨® el arquitecto Josep Bohigas, coordinador del proyecto. "30 metros cuadrados no significan nada si no se explican muchas otras variables", dijo. Bohigas, que ha heredado el proyecto de una idea de su padre -el tambi¨¦n arquitecto Oriol Bohigas-, coincidi¨® con el resto de arquitectos en dar la raz¨®n al mercado. "Hay una demanda para los pisos de 30 metros cuadrados, o incluso para los de 25 metros cuadrados. Lo demuestra el mercado y decir lo contrario es de una gran hipocres¨ªa", explic¨® Paricio.
Del debate han surgido nuevos t¨¦rminos que ayer repet¨ªan los arquitectos, de los minipisos a los pisos-lata, pero los prototipos a escasa real est¨¢n siendo una de las grandes atracciones del sal¨®n Construmat. Despachos de prestigio como los madrile?os ?balos y Herreros y los franceses Lacaton & Vassal presentaron propuestas arriesgadas pero bien recibidas por el p¨²blico, al igual que las del barcelon¨¦s Gustavo Gili, el sevillano Santiago Cirugeda o el balear Miquel Suau.
Entre los arquitectos, muchos denominadores comunes: techos altos para paliar la falta de metros cuadrados de suelo, utilizaci¨®n de materiales econ¨®micos y flexibles e incluso propuestas que rayan la ilegalidad y que no s¨®lo son experimentales: los contenedores pueden verse ya en otros pa¨ªses como el Reino Unido y Holanda.
Al margen de la teor¨ªa, es cierto que hubo alguna cr¨ªtica por parte de los asistentes a la feria: "?El lavabo no est¨¢ demasiado cerca de la cocina?", preguntaba una de las visitantes. "Las propuestas son interesantes, pero en la pr¨¢ctica esas alturas no se construyen. Y la ministra habla de 30 metros y basta, sin contar con cuatro de altura", explicaba un arquitecto en el sal¨®n. Y a?ad¨ªa: "Hay otra cosa que tampoco es normal: es l¨®gica esa miniaturizaci¨®n en pa¨ªses como Jap¨®n o en grandes ciudades como Par¨ªs o Londres. Pero no tanto en algunas zonas de Espa?a, donde el problema hay que buscarlo en otro sitio: la falta de suelo".
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