Con dinero p¨²blico

Extracto de la carta que Esperanza O?a ha remitido a la consejera Evangelina Naranjo.

"Veo con perplejidad como se permite usted utilizar los medios y dineros p¨²blicos para fines que estimo deben considerarse personales o de partido (lo que habr¨¢ que analizar si puede ser delito de malversaci¨®n) y estimo tambi¨¦n que utiliza en el mismo sentido las potestades propias de su cargo para id¨¦nticos fines (lo que pudiera ser prevaricaci¨®n).

Si se examina su requerimiento notarial, en ¨¦l ha actuado como consejera de Gobernaci¨®n, seg¨²n lo recoge el propio notario (...) Esto (...) significa que el requerimiento lo paga la Consejer¨ªa, es decir se lo pagamos entre todos, y evita tener que hacerlo usted o su partido, pese a que el incidente que relata nada tiene que ver con la Consejer¨ªa, sino con usted como particular o, a lo sumo, con su formaci¨®n pol¨ªtica. Es de ver que est¨¢n ustedes tan acostumbrados a confundir su cargo con su persona, que se ha cre¨ªdo legitimada para utilizar los medios inherentes a aquel para cuestiones que tienen que ver con su partido o con usted.

Pero es que al tiempo, me invita a contestar al requerimiento por ese mismo medio, lo que presumiblemente conforme al reglamento notarial generar¨¢ un arancel que igualmente deber¨¢ ser abonado con fondos p¨²blicos. Y no me diga que el notario le ha perdonado la factura porque me plantear¨ªa por qu¨¦ ese trato de favor.

Si yo tengo que responderle lo hago por v¨ªa parlamentaria o por el registro de entrada de su departamento, lo que en ambos casos es gratis para el erario p¨²blico. M¨¢xime cuando la utilizaci¨®n de un notario s¨®lo puede tildarse de grandilocuente y superflua pues, si de constancia se trata, le basta a usted con certificar su carta. Claro que, seguramente, no se trata de eso sino de intimidar.

Para mayor alarde si cabe, me dirige usted su carta bajo la forma de un escrito oficial de la Consejer¨ªa, no de su partido o de su persona. Debo entender por tanto que se trata de una conminaci¨®n administrativa realizada por el poder ejecutivo y que, por ello, si no me aquieto a su pretensi¨®n recaer¨¢ sobre m¨ª el peso de la Administraci¨®n. A Dios gracias no es usted Ministro de Defensa o me las tendr¨ªa que ver con el ej¨¦rcito.

Debo recordarle que como consejera s¨®lo puede dictar actos que la Ley atribuya al titular de ese departamento. Para todo lo dem¨¢s, usted, ya que ni es diputada, es un simple particular como cualquiera y no debe utilizar su nombramiento para temas partidistas o personales.

Dicho esto, me permito contestarle a su carta (...) En mi pregunta realizada en el turno de control al Gobierno andaluz, a usted no se le imput¨® nada por m¨¢s que le interese hacerlo creer. Con ello no pretende otra cosa que desviar la atenci¨®n de los grav¨ªsimos problemas por los que el PSOE est¨¢ atravesando.

En lo referente a sus hermanos, le hice una pregunta sin adjudicarle responsabilidad alguna, aunque para el victimismo pol¨ªtico que desea rentabilizar prefiera tergiversar esa realidad.

En lo que respecta al nepotismo, sabe perfectamente que tal opini¨®n pol¨ªtica tampoco iba referida a usted en particular, sino al Gobierno andaluz en su conjunto (...)

En relaci¨®n a su afirmaci¨®n de que ha esperado "prudentemente" a que se produzca una rectificaci¨®n p¨²blica, tampoco puedo estar m¨¢s en desacuerdo. Usted no ha esperado prudentemente nada. Su actitud ha sido muy distinta, dando la mayor difusi¨®n a un asunto similar a cientos de ellos que en todas las sesiones parlamentarias se producen; estir¨¢ndolo en los medios de comunicaci¨®n a conveniencia propia; tergiversando el contenido de mi pregunta para convertirse en la v¨ªctima que no es.

Me advierte que tengo la obligaci¨®n de reponer la verdad y que puedo hacerlo respondiendo a su anunciado requerimiento. Tambi¨¦n me informa que, de no ser as¨ª, usted pensar¨¢ que defiendo la mentira cuando conviene.

De nuevo me deja perpleja. La verdad se ha repuesto desde el principio, aunque por su ansiado victimismo prefiera ignorarlo. La respuesta a su requerimiento se est¨¢ produciendo mediante este escrito, por lo que ya no est¨¢ legitimada para mantener sus continuas imputaciones a mi capacidad de enga?ar. Ya no m¨¢s. (...)