Berlusconi dimite y se dispone a formar Gobierno con un nuevo programa
Los partidos de la coalici¨®n gobernante ratifican su confianza al primer ministro italiano
A Silvio Berlusconi se le acab¨® el repertorio de fintas. Ayer, tras seis d¨ªas de equilibrios inveros¨ªmiles para mantener en pie una Administraci¨®n quebrada, el primer ministro italiano admiti¨® ante el Senado que la crisis era inevitable y entreg¨® su dimisi¨®n al presidente de la Rep¨²blica. Ya como primer ministro en funciones, descart¨® la posibilidad de elecciones anticipadas y se mostr¨® seguro de que recibir¨ªa el encargo de formar Gobierno. "Cambiaremos el programa", dijo. "En las elecciones regionales el pa¨ªs nos transmiti¨® la se?al de un malestar de grandes dimensiones".
El presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, hizo saber tras el encuentro institucional que dedicar¨ªa los pr¨®ximos dos o tres d¨ªas a consultar a los representantes de todos los grupos parlamentarios, con el fin de comprobar si Berlusconi segu¨ªa disponiendo, o no, de la mayor¨ªa. Tras la breve comparecencia de Il Cavaliere ante el Senado, los partidos de su coalici¨®n le ratificaron su confianza, con entusiasmo en el caso de Alianza Nacional o con tibieza en el caso de los democristianos, lo que hace pensar que el llamado "Gobierno berlusconi-bis" nacer¨ªa la pr¨®xima semana.
Quedaba, sin embargo, un gran escollo por salvar: la asignaci¨®n del Ministerio para las Reformas. Esa cartera perteneci¨® desde 2001 al l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, quien en 2004, tras sufrir un derrame cerebral masivo, la cedi¨® a su lugarteniente, Roberto Calderoli. La reforma federalista fue siempre la exigencia fundamental de la Liga, cuyos dirigentes insistieron ayer en que el ministerio deb¨ªa seguir en manos de su partido. Los posfascistas de Alianza Nacional (AN) y la Uni¨®n de los Dem¨®cratas Cristianos (UDC) consideraban, por el contrario, que la reforma de la Constituci¨®n para establecer un sistema federal muy impopular en el centro y el sur hab¨ªa sido uno de los motivos de la estrepitosa derrota en las regionales del 4 de abril, y presionaban para asumir el Ministerio de Reformas con el fin, no declarado pero obvio, de aguar o frenar los cambios.
Una posible soluci¨®n, ya ensayada en 2002 con el Ministerio de Asuntos Exteriores, pod¨ªa consistir en que el propio Berlusconi asumiera personalmente la conflictiva cartera.
Ante el Senado, Il Cavaliere justific¨® la dimisi¨®n por el creciente malestar de sus socios. El vicepresidente y los ministros de UDC abandonaron el Gobierno el pasado viernes, acompa?ados, de forma simb¨®lica, por el peque?o Nuevo Partido Socialista, que carec¨ªa de cargos ministeriales. El lunes fueron los de AN quienes anunciaron su marcha. "Primero eran dos fuerzas sobre seis las que dejaban el Gabinete, pero luego, con lo de AN, ya eran tres sobre seis y no quedaba otro remedio", indic¨® Berlusconi.
"El Gobierno se presenta a las C¨¢maras para aclarar la situaci¨®n pol¨ªtica", declar¨® el presidente dimisionario. "La coalici¨®n que venci¨® en las elecciones de 2001, recibiendo de los electores un mandato de Gobierno directo y expl¨ªcito, atraviesa una fase dif¨ªcil", dijo. "Hace poco m¨¢s de dos semanas, en las elecciones regionales, el pa¨ªs nos transmiti¨® la se?al de un malestar de grandes dimensiones y con un significado claro. He comprendido esa se?al y me dispongo a dar la respuesta adecuada". Concluy¨® la frase sonriente y con una cierta sorna: "La democracia est¨¢ hecha tambi¨¦n de estas cosas...".
Berlusconi prometi¨® un nuevo programa basado "en una mayor atenci¨®n al sur, a las familias y a la competitividad de las empresas", cumpliendo punto por punto lo que le exig¨ªan los rebeldes de UDC. Sugiri¨® que la reforma constitucional seguir¨ªa adelante "para adecuar nuestras instituciones a las democracias europeas modernas", pero no hizo ninguna menci¨®n expresa al federalismo, cosa que inquiet¨® sobremanera a la Liga Norte.
Pese a los esfuerzos del presidente en funciones por agradar a los democristianos, ¨¦stos mostraron una satisfacci¨®n fr¨ªa: "Ha sido un discurso apreciable y la dimisi¨®n ha sido un gesto apreciable", declar¨® el secretario nacional de UDC, Marco Follini. El l¨ªder de AN, Gianfranco Fini, utiliz¨®, en cambio, el adjetivo "¨®ptimo" para calificar el discurso de Berlusconi. Para la oposici¨®n, que habl¨® por boca de Romano Prodi, Berlusconi se mostr¨® "decepcionante, inadecuado y poco serio". "Su ¨²nico objetivo es mantenerse en el poder como sea", manifest¨® Prodi, quien insisti¨® en la necesidad de convocar elecciones "cuanto antes" para acabar con "una par¨¢lisis que amenaza con durar un a?o". La actual legislatura concluye en primavera del a?o pr¨®ximo.
De regreso a su despacho, Il Cavaliere convers¨® unos instantes con un grupo de periodistas. "La dimisi¨®n era inevitable, no siempre se puede obtener lo que se desea", dijo. Dio por supuesto que la semana pr¨®xima recibir¨ªa el mandato de formar nuevo Gobierno y anunci¨® que ¨¦ste tendr¨ªa "pocas caras nuevas". "La lista de incorporaciones la tengo en la cabeza, pero a¨²n no en el bolsillo", coment¨®.
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