Un imputado acusa al confidente Zouhier de intentar ocultar su implicaci¨®n en el atentado

El confidente de la Guardia Civil Raf¨¢ Zouhier trat¨® de fabricar coartadas falsas tras el atentado del 11-M para intentar que nadie le implicase en la preparaci¨®n del mismo, seg¨²n las declaraciones efectuadas al juez por el marroqu¨ª Lofti Sbai, narcotraficante imputado por la matanza de los trenes. Zouhier es uno de los procesados por el 11-M que m¨¢s interesan al Partido Popular, que ha solicitado en reiteradas ocasiones su comparecencia ante la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria para que aclare si avis¨® con antelaci¨®n a la Guardia Civil de que se estaba preparando un atentado.

Familiares de Raf¨¢ Zouhier pidieron a Lofti Sbai que buscase un guardia civil dispuesto a decir que el confidente hab¨ªa avisado de los atentados antes de que se cometiesen. Pero Sbai, seg¨²n su testimonio al juez, no conoc¨ªa a ninguno y prometi¨® a la madre de Zouhier que conseguir¨ªa un abogado. El s¨¢bado siguiente a los atentados Sbai pidi¨® a Zouhier que fuese a la polic¨ªa a testificar por los atentados y ¨¦ste le contest¨® que si iba "le iban a meter a ¨¦l" y que, para entonces, ya hab¨ªa hablado con un amigo guardia civil.

El lunes siguiente Zouhier coment¨® a Sbai que no ten¨ªa nada que ver con la matanza, pero que cuatro d¨ªas despu¨¦s del 11-M toda "la gente de Lavapi¨¦s", en Madrid, comentaba que Jamal Ahmidan, El Chino, el terrorista del 11-M que consigui¨® el explosivo de la mina asturiana con el que se atent¨® en los trenes, estaba implicado.

Sbai asegur¨® que Zouhier dej¨® de relacionarse con El Chino sobre las Navidades de 2003 y que nunca le dijo que ¨¦ste estuviera en un grupo terrorista, pero que antes del 11-M estaba muy nervioso y actuaba de forma extra?a. Sbai declar¨® al juez que el 12 de marzo, un d¨ªa despu¨¦s del atentado que cost¨® la vida a 191 personas en Madrid, Zouhier le llam¨® y qued¨® con ¨¦l y con Antonio Toro, y que tras una discusi¨®n entre estos dos le dijeron que ten¨ªan sospechas sobre el atentado porque El Chino le hab¨ªa comprado a Emilio Su¨¢rez Trashorras, cu?ado de Toro, dinamita y detonadores.

Sbai detall¨® al juez Juan del Olmo que su socio en negocios de narcotr¨¢fico Raf¨¢ Zouhier le mostr¨® en una ocasi¨®n una metralleta igual que las aparecidas en el piso de Legan¨¦s en el que se suicidaron siete terroristas.

Sbai explica al juez que una noche Raf¨¢ Zouhier le ense?¨® una metralleta que llevaba en su coche envuelta en una toalla, con la que pensaba vengarse de un portero de discoteca que le hab¨ªa apu?alado durante una discusi¨®n. A continuaci¨®n, Lofti Sbai describi¨® ante el magistrado el grosor del ca?¨®n del arma y asegur¨® que ten¨ªa agujeros. Despu¨¦s le fueron mostrados tanto el v¨ªdeo en el que un hombre que portaba una metralleta reivindicaba los atentados de Madrid como las fotograf¨ªas realizadas en el piso de Legan¨¦s. Sbai no se mostr¨® seguro de que el arma que aparece en la grabaci¨®n sea la misma que la que le mostr¨® Zouhier, sobre todo porque no parece que tenga agujereado el ca?¨®n, pero s¨ª declar¨® "sin ninguna duda" que esa pieza de la metralleta es id¨¦ntica a la de las fotografiadas en la vivienda de Legan¨¦s, de marca Sterling.

El narcotraficante afirm¨® asimismo que, en otra ocasi¨®n, Zouhier, de quien tambi¨¦n asegur¨® que ten¨ªa una pistola, le coment¨® que pensaba vengarse del portero poni¨¦ndole una bomba, y que a?adi¨® que sab¨ªa c¨®mo confeccionarlas y que una vez hab¨ªa preparado una que le explot¨®, caus¨¢ndole quemaduras en las manos y en la cara.

Mismos detonadores

Este imputado en el 11-M -que admiti¨® conocer a El Chino desde el a?o 1992- insisti¨® en su declaraci¨®n en que al d¨ªa siguiente de los atentados se reuni¨® con Zouhier y con Antonio Toro y que vio c¨®mo ambos discut¨ªan continuamente. Les pregunt¨® qu¨¦ pasaba "y le dijeron que ten¨ªan una sospecha de la movida del atentado, porque El Chino fue a Asturias y le compr¨® al cu?ado de Toro no sabe cu¨¢ntos kilos de dinamita y detonadores, y que eran de la misma clase de detonador y de dinamita que la mochila que no explot¨®".

Sbai a?adi¨® que los otros dos "cre¨ªan que hab¨ªa sido El Chino porque hablaba de islamismo". Sobre el radicalismo de Jamal Ahmidan, el propio Sbai manifiesta en su declaraci¨®n que, durante su estancia en una prisi¨®n marroqu¨ª, El Chino estaba solo en una celda "con fotograf¨ªas de Osama Bin Laden por todas partes" y que una persona que coincidi¨® all¨ª con ¨¦l le hab¨ªa dicho que "ten¨ªa contacto con toda esa gente de Al Qaeda y el nuevo grupo que hay en Marruecos".