La revuelta de los 'forajidos'
La protesta popular derroca al ex coronel Guti¨¦rrez y hace naufragar a la clase pol¨ªtica en Ecuador
Puede decirse que esta ¨²ltima y violenta crisis en Ecuador arranca el 21 de enero de 2000. Ese d¨ªa, el ahora destituido presidente Lucio Guti¨¦rrez, entonces coronel del Ej¨¦rcito, encabeza un golpe de Estado que culmina con el derrocamiento del Gobierno constitucional de Jamil Mahuad. Junto a otros oficiales de rango medio, Guti¨¦rrez se apoder¨® del Congreso y proclam¨® un ef¨ªmero triunvirato, conformado por un ind¨ªgena, un pol¨ªtico civil y ¨¦l mismo. Este gobierno no fue reconocido por el Congreso ecuatoriano, que design¨® como sucesor de Mahuad al entonces vicepresidente Gustavo Noboa. Por su acci¨®n subversiva, Guti¨¦rrez fue expulsado del Ej¨¦rcito y encarcelado con los dem¨¢s rebeldes. Guti¨¦rrez logr¨® m¨¢s tarde ser amnistiado y fund¨® un partido pol¨ªtico, al que bautiz¨® Sociedad Patri¨®tica.
Desde azoteas cercanas al palacio presidencial se dispar¨® contra los manifestantes
Guti¨¦rrez dijo: "Soy un 'dict¨®crata', dictador para los oligarcas y dem¨®crata para los pobres"
A pesar de que la ley ecuatoriana proh¨ªbe que un ex golpista sea candidato a la presidencia, Guti¨¦rrez consigui¨® en las elecciones de 2002, convocadas por Noboa, unirse con el movimiento indigenista y con el partido populista del ex presidente Abdal¨¢ Bucaram, ahora nuevamente pr¨®fugo por delitos de corrupci¨®n. Lucio Guti¨¦rrez logr¨®, tras una segunda vuelta electoral, triunfar sobre su opositor, el magnate de la industria bananera, ?lvaro Noboa. Una vez en el poder, rompi¨® con sus aliados, destituy¨® a su ministra de Exteriores, la ind¨ªgena Nina Paccari, y se vincul¨® con quienes dec¨ªa eran sus enemigos. Entre ellos, el ex presidente Le¨®n Febres Cordero, del Partido Social Cristiano, la agrupaci¨®n de mayor fuerza y presencia en el pa¨ªs. Al poco tiempo, tambi¨¦n se deshizo de ellos para unirse a su ex rival electoral, ?lvaro Noboa.
La alianza que Guti¨¦rrez forj¨® con ?lvaro Noboa y los partidarios de Bucaram fue el origen del malestar social que m¨¢s tarde se transformar¨ªa en todo un movimiento capaz de forzar su destituci¨®n. Con el apoyo de estos dos "socios", Guti¨¦rrez intervino arbitrariamente en los otros poderes del Estado, en especial el Judicial. El ex presidente no dud¨® en poner gente af¨ªn en el m¨¢s alto organismo electoral (Tribunal Supremo Electoral), en el tribunal de control de la constitucionalidad en Ecuador (Tribunal de Garant¨ªas Constitucionales) y en el m¨¢s alto organismo de control jur¨ªdico de la naci¨®n, la Corte Suprema de Justicia.
Esta injerencia en el Poder Judicial, fue el principio del fin de Guti¨¦rrez. El ex presidente fue acusado de violar la Constituci¨®n y ejercer dictatorialmente el poder. En su defensa, Guti¨¦rrez declaro enf¨¢ticamente: "Yo soy un dict¨®crata, porque soy dictador para los 'pelucones' [oligarcas] y soy dem¨®crata para los pobres". Al mismo tiempo, los organismos p¨²blicos empezaron a aumentar injustificadamente sus gastos. El Ministerio de Bienestar Social, en especial, increment¨® significativamente el presupuesto para orfanatos, maternidades, etc¨¦tera, mientras dejaba de pagar los salarios a profesores, m¨¦dicos y jubilados. Las medidas, interpretadas como populistas por muchos ecuatorianos, provocaron varias huelgas, como la de los m¨¦dicos, que dur¨® m¨¢s de dos meses. Los funcionarios y los empleados del Poder Judicial tambi¨¦n realizaron un paro de casi 60 d¨ªas a ra¨ªz de la injerencia del Ejecutivo en el Poder Judicial. Ambas huelgas provocaron un fuerte malestar social. Comenzaron las marchas pac¨ªficas, a las que Guti¨¦rrez hizo o¨ªdos sordos.
Las manifestaciones, en especial las de Quito, comenzaron a ser cada vez m¨¢s frecuentes y m¨¢s exigentes con el Gobierno. La violencia no tard¨® en apoderarse de la situaci¨®n. Guti¨¦rrez orden¨® la represi¨®n de las marchas con gases lacrim¨®genos y balas de goma. Calific¨® al pueblo quite?o de forajidos, y el final se precipit¨®. El apodo de Guti¨¦rrez fue adoptado por los manifestantes y entonces, los forajidos, se crecieron en la revuelta.
El jefe de la Polic¨ªa dimiti¨® y tras ¨¦l, como fichas de domin¨®, se sucedieron otras imparables. En esos momentos cr¨ªticos, surgi¨® una vena autoritaria. Ren¨¢n Borbua, secretario general de Sociedad Patri¨®tica, anunci¨® que invadir¨ªa Quito con 5.000 coste?os (gente de la costa, de Guayaquil) para luchar por su primo, Lucio Guti¨¦rrez. Dicho y hecho, el mi¨¦rcoles pasado por la ma?ana, empezaron a llegar a la capital autobuses con partidarios del Gobierno. Pero entre ellos la gente de Quito tambi¨¦n identific¨® a presuntos maleantes y delincuentes que se enfrentaron a los manifestantes contrarios a Guti¨¦rrez con una violencia inusitada. Desde entonces, el subsecretario de Bienestar Social, Bol¨ªvar Gonz¨¢lez, por su parte, flet¨® veh¨ªculos para traer m¨¢s ac¨®litos del Gobierno desde la regi¨®n amaz¨®nica.
Desde azoteas cercanas al palacio presidencial hubo disparos contra los manifestantes. Algunos de esos tiradores fueron m¨¢s tarde reducidos por la propia poblaci¨®n quite?a y entregados a las fuerzas de seguridad. El ex subsecretario Gonz¨¢lez se encuentra pr¨®fugo. El edificio de la sede de Bienestar Social fue incendiado y saqueado por los manifestantes.
Mientras la violencia se incrementaba, un "Congreso paralelo", con la mayor¨ªa de los diputados de la C¨¢mara Baja, se reuni¨® en sesi¨®n extraordinaria en un edificio p¨²blico, al norte de la ciudad, controlado por la polic¨ªa. En dicha sesi¨®n se present¨® y se aprob¨® la moci¨®n para destituir al presidente Guti¨¦rrez, acus¨¢ndolo de "abandono del cargo de presidente constitucional", al haberse convertido en "dictador". En el mismo acto se design¨® como sucesor a su vicepresidente, Alfredo Palacio, un m¨¦dico sin afiliaci¨®n pol¨ªtica con el que Guti¨¦rrez nunca hab¨ªa llegado a tener una buena relaci¨®n. Lo primero que hizo Palacio fue nombrar su nuevo gabinete con gente de gran aceptaci¨®n popular y cambiar la c¨²pula de las Fuerzas Armadas y de la Polic¨ªa. Ahora s¨®lo le resta esperar a que la comunidad internacional lo reconozca como nuevo presidente de Ecuador.
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