Una mirada sobre cada alumno

El Ministerio de Educaci¨®n se ha propuesto en la nueva Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) reforzar la funci¨®n de las tutor¨ªas y departamentos de orientaci¨®n de los centros educativos para ofrecer una mejor atenci¨®n y prevenci¨®n integral a los alumnos.

La ley establece que se reconocer¨¢ a los profesores que ejerzan de tutores "mediante los oportunos incentivos profesionales y econ¨®micos". Lo que se pretende es que la tutor¨ªa pase a ser una tarea profesionalizada como lo es, por ejemplo, la direcci¨®n de los centros educativos, se?ala el subdirector general de Ordenaci¨®n Acad¨¦mica del Ministerio de Educaci¨®n, Juan L¨®pez.

Actualmente, las tutor¨ªas est¨¢n concebidas para atender de manera integral los problemas, de cualquier ¨ªndole que les surjan a los estudiantes. Los profesores tutores se re¨²nen con los alumnos una hora a la semana, dentro del horario escolar, para tratar temas de disciplina, orientaci¨®n, integraci¨®n o convivencia. Como quiera que los estudiantes tienen distintos profesores para cada asignatura, es preciso que exista una figura que tenga una visi¨®n integral de la tarea educativa que se est¨¢ ejerciendo sobre cada chico. Y esa responsabilidad est¨¢ previsto que recaiga sobre el profesor tutor.

Es preciso que exista una figura que tenga una visi¨®n integral de la tarea educativa

Los tutores trabajan codo con codo con los equipos de orientaci¨®n de los centros

Este profesional es adem¨¢s el puente entre el resto de los profesores y el alumno y entre la familia y el centro. A ellos han de dirigirse los docentes y las familias cuando quieren hablar de la situaci¨®n determinada de un chico. Los profesores tutores han de velar para que se tomen las decisiones adecuadas que pal¨ªen los problemas acad¨¦micos y personales de los chavales. Adem¨¢s, debe dirigir la sesi¨®n de evaluaci¨®n cuando los profesores se re¨²nen para poner las calificaciones a los alumnos.

La nueva ley no detalla c¨®mo se reforzar¨¢n las clases de tutor¨ªa, ni c¨®mo se resolver¨¢n los "incentivos profesionales y econ¨®micos". Son las comunidades aut¨®nomas a las que corresponder¨¢ poner en marcha esa medidas.

Hasta la fecha, muchos profesores de secundaria se han mostrado reacios a asumir el papel de tutor. Consideran que ellos son profesores de matem¨¢ticas o de lengua, pero que no tienen por qu¨¦ saber tratar de temas tan variopintos como desarrollo emocional, capacidad de relacionarse con los dem¨¢s, o formas de enfrentarse a nuevas situaciones (aspectos, entre otros, que son abordados en esta clases).

"El gran problema es que el profesorado de secundaria no ha sido preparado psicopedag¨®gicamente para transmitir conocimientos no espec¨ªficos de su materia", se?ala el profesor de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, Gerardo Echeito. No se les ha formado y se resisten a ser tutores. "Por eso es tan importante que las administraciones reconozcan este papel como forma de incentivar a los docentes para que lo asuman", prosigue Echeito. "Porque, sin duda, es m¨¢s f¨¢cil no ser tutor que serlo", se quejan la mayor parte los docentes.

Otras de las medidas que estudia el ministerio para incentivar la acci¨®n tutorial consiste en reconocer a los tutores el trabajo previo a las clases de tutor¨ªa, de tal forma que sean dos las horas reconocidas de tiempo empleado. Tambi¨¦n se est¨¢ planteando que en vez de un tutor por cada clase, existan dos para atender al grupo de alumnos. Ser¨ªa una manera de descargar el trabajo de estos profesionales. ?sto ya existe en algunos centros con un alumnado procedente de contextos desfavorecidos. Tambi¨¦n en los programas de diversificaci¨®n curricular los alumnos tienen dos tutores, el de su clase ordinaria y el espec¨ªfico para diversificaci¨®n. En estos programas adaptados a las capacidades del alumno la labor del tutor de esos grupos es fundamental, pues es el encargado de comprobar la asistencia a clase, de hacer un seguimiento de los deberes, o de ver si han tra¨ªdo el ch¨¢ndal porque hoy toca gimnasia... En otras palabras, de estar sobre ellos.

En primaria la acci¨®n tutorial la ejerce el maestro, que imparte la mayor¨ªa de las asignaturas. Pero en secundaria, donde los estudiantes tienen entre 8 y 10 profesores, la figura del tutor "se hace imprescindible", se?alan los expertos. "Es una etapa complicada donde no se puede descuidar una parte de la vida de los estudiantes, pues puede convertirse en una fuente de conflictos", se?ala Echeito.

Fue la Ley General de Educaci¨®n de 1970 la que recogi¨® por primera vez el concepto de tutor¨ªa dentro del sistema escolar. M¨¢s adelante, la Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE), de 1990, concedi¨® rango legal a la tutor¨ªa como una funci¨®n inherente al cargo de profesor. Esto significaba que todos los docentes deb¨ªan ser tutores en su materia aparte de que existiese un tutor de grupo.

Las tutor¨ªas pueden ejercerse sobre grupos completos pero tambi¨¦n sobre grupos reducidos o incluso individuales. "Las tutor¨ªas personales son fundamentales", se?ala Dolores Dolz, experta en programas de orientaci¨®n y responsable de Educaci¨®n de IU. "Y, en cambio, est¨¢n menos previstas en la organizaci¨®n normal de los centros, se llevan a cabo de manera m¨¢s precaria". En estas tutor¨ªas personales, cuenta Dolz, los alumnos se acercan al profesor para plantearle problemas de todo tipo. "Los chicos tienen que confiar en ti y lo que pretenden es que el tutor les ayude, ya que es el primer interlocutor para que ellos puedan ejercer sus derechos", se?ala Dolz.

Los tutores trabajan codo con codo con los departamentos de orientaci¨®n de los centros. Y son estos departamentos los que elaboran un plan de acci¨®n tutorial. En primaria existen equipos de orientaci¨®n externos a las escuelas, pero en secundaria es obligatorio, por ley, que haya un departamento de orientaci¨®n en cada instituto. Los planes que desarrollan suelen ser de car¨¢cter preventivo (drogadicci¨®n, sexualidad, convivencia con los compa?eros, autoestima), pero tambi¨¦n se act¨²a cuando surge un problema espec¨ªfico. En este sentido, otra de las cuestiones que se plantea el ministerio para reforzar las tutor¨ªas es aumentar el n¨²mero de orientadores en los centros educativos.

Uno de los platos fuertes de las clases de tutor¨ªa, sobre todo de los ¨²ltimos cursos, debe ser la orientaci¨®n acad¨¦mica a los alumnos. El tutor debe ayudar a los estudiantes a evaluar sus capacidades y a tomar decisiones que repercutan en su futuro acad¨¦mico.

En general, las clases de tutor¨ªa vienen a ser algo as¨ª como una especie de terapia de grupo. "En muchas de estas clases lo que se pretende es que los alumnos participen, den su opini¨®n, ya que en muchas asignaturas no lo hacen". "Como en muchos otros aspectos", cuenta Delia Uz¨¢bal, psicopedagoga en el instituto Pr¨ªncipe Felipe de Madrid, "hay tutor¨ªas que funcionan muy bien y consiguen que el grupo hable y otras en las que no hay manera".