Romero sostiene al Bar?a

Todo por decidir. Como se esperaba, el duelo entre dos de los grandes equipos espa?oles por el m¨¢ximo cetro continental dej¨® las espadas en alto. El Ciudad Real, que lleg¨® a tener hasta cinco goles de ventaja al principio de la segunda parte, tras abrir un hueco de tres antes del descanso, s¨®lo pudo ganar por uno ante un Barcelona muy firme, que s¨®lo baj¨® en sus peores fases al sufrir muchas inferioridades num¨¦ricas por su aguerrida defensa, y que tuvo al final en Romero a su gran salvador y ca?onero atacante, con nueves goles, siete de ellos en la segunda parte.

La tercera final europea protagonizada por equipos espa?oles se puso en marcha con la presi¨®n e igualdad que se preve¨ªan. El Barcelona, con el mayor peso del pasado, siete t¨ªtulos y nueve finales, visit¨® al Ciudad Real, el nuevo grande, con dos Recopas ya en su haber, pero a¨²n en busca de su primera Liga de Campeones, de la primera copa que ya ayer estuvo expuesta en la pista del abarrotado y ruidoso pabell¨®n Quijote Arena. El equipo manchego gan¨® el martes en el Palau Blaugrana, en partido de Liga, 25-27, y dej¨® al azulgrana sin opciones para el campeonato dom¨¦stico, en el que a¨²n ¨¦l puede decir algo si falla el l¨ªder, Portland. Pero en el partido de ida liguero, el Barcelona se hab¨ªa impuesto, 30-36, con total autoridad. Antes, en la Supercopa, el Ciudad Real venci¨® por 32-29. La igualdad espa?ola en la ¨¦lite es notable y una final de Liga de Campeones, a doble partido, no iba a ser una excepci¨®n. La decisi¨®n tiene que estar en los peque?os detalles y quiz¨¢ hasta los ¨²ltimos minutos del partido de vuelta en Barcelona, el pr¨®ximo s¨¢bado, todo estar¨¢ en el aire.

Buena prueba de ello fue ya el primer tiempo de ayer. Hasta los minutos finales no se escap¨® el Ciudad Real, que lleg¨® a tener cuatro goles de ventaja, aunque se quedaron en tres en el descanso, 14-11. El Bar?a resisti¨® hasta ese momento magn¨ªficamente y mand¨® m¨¢s tiempo en el marcador (2-3, 3-4, 4-5, 6-7, 7-8, 8-9 y 9-10). Defendi¨® muy bien, al l¨ªmite, lo que le cost¨® numerosas expulsiones, pero mantuvo el tipo espl¨¦ndidamente en los sucesivos dos minutos de inferioridades num¨¦ricas y con un magn¨ªfico portero, Peric, que estuvo inmenso y hasta par¨® dos penaltis. El partido fue un duelo de primeras l¨ªneas y las primeras circulaciones de Nagy, Romero y Fern¨¢ndez dejaron inerme a Hombrados. El Ciudad Real, que hab¨ªa empezado s¨®lido en defensa tuvo que cambiar el 6-0 al 5-1, con Kallman adelantado para estorbar a los lanzadores azulgrana y ello fue parte de la clave de la escapada local. Hombrados pudo ya ver los ca?onazos y entre los subsiguientes contraataques y las superioridades constantes, el Ciudad Real se fue.

Pero fue una escapada pasajera. El equipo de Juan de Dios Rom¨¢n, que busca despedirse con la copa que no pudo ganar hace 20 a?os con el Atl¨¦tico de Madrid, se despeg¨® a¨²n m¨¢s tras el descanso, hasta 16-11 y 17-12, porque Zaki ya no fall¨® penaltis ante Peric, y la magia de Duishebaev funcion¨® con Kallmann en ataque. Pero volvieron los peque?os detalles azulgrana (Barrufet s¨ª fren¨® a Zaki) y tambi¨¦n los grandes. Sobre todo, se agigant¨® Romero, que quiz¨¢ la temporada pr¨®xima defienda al Ciudad Real, pero que ayer lo agujere¨®. Dos goles antes del descanso y siete, un aut¨¦ntico roto, hasta llegar al empate, 22-22, pasada ya la mitad de la segunda parte. Cada gol suyo, imparable por el centro y en los laterales, fue un mazazo, tal vez m¨¢s moral que real. El Bar?a recuper¨® el ritmo e incluso se volvi¨® a poner por delante, 23-24 y 24-25, antes de que, ya en un correcalles, Ortega maquillara el resultado con sus ¨²ltimos goles. Tuvo que ser ¨¦l ante la intermitencia de Entrerr¨ªos en sus tremendos lanzamientos, y porque el equipo manchego ya no daba m¨¢s de s¨ª. Una p¨¦rdida de bal¨®n de Duishebaev y un saque precipitado de Hombrados fueron se?ales claras de impotencia... El rifirrafe final entre Jappesen y Ortega, que fueron expulsados, permiti¨® a todos los jugadores desahogarse sin m¨¢s y firmar la paz hasta el s¨¢bado. All¨ª terminar¨¢ esta guerra que en realidad fue muy deportiva.