Las autonom¨ªas abren la reforma de sus estatutos
Hasta siete comunidades han comenzado los trabajos parlamentarios para mejorar su autogobierno
Las autonom¨ªas encaran, casi 25 a?os despu¨¦s de su constituci¨®n, la reforma de los estatutos para mejorar el autogobierno. A juzgar por algunas (Euskadi plantea una libre asociaci¨®n con Espa?a y el derecho de autodeterminaci¨®n; Catalu?a quiere recaudar todos los impuestos y decidir cu¨¢nto devuelve a la Administraci¨®n central, y la Comunidad Valenciana defiende una cl¨¢usula para sumarse a la autonom¨ªa que m¨¢s competencias incluya en su estatuto...), el proceso reformista puede resultar hist¨®rico y tremendamente conflictivo. El Congreso ya ha tumbado la primera propuesta de reforma que ha llegado, la de Euskadi, que afronta un nuevo tiempo pol¨ªtico tras las elecciones del pasado 17 de abril.
El PSOE andaluz apenas modifica los criterios relativos a la financiaci¨®n auton¨®mica
Lo que sigue -sin analizar los procesos en Catalu?a y Euskadi- resume el estado general de esta cuesti¨®n relacionada con el modelo territorial de Espa?a y las ambiciones de los dirigentes auton¨®micos para las comunidades donde gobiernan.
ANDALUC?A
Apuesta por la codecisi¨®n
A diferencia del tripartito catal¨¢n, los socialistas andaluces apenas tocan los principios generales que recoge el actual Estatuto de Andaluc¨ªa sobre financiaci¨®n auton¨®mica. S¨®lo recalcan que el criterio de poblaci¨®n, incluida la inmigraci¨®n, es "esencial" para definir si esa financiaci¨®n es suficiente. Y est¨¢n a la espera de que la negociaci¨®n con el Gobierno central sobre la deuda hist¨®rica -ingresos para compensar el bajo nivel de dotaci¨®n con el que Andaluc¨ªa recibi¨® ciertas competencias estatales- se resuelva para eliminar esa referencia en el nuevo Estatuto.
La propuesta de reforma, que los socialistas andaluces quieren sacar adelante este a?o, se refiere a Andaluc¨ªa como "nacionalidad", pero las cuestiones de identidad se resuelven en unas pocas l¨ªneas. De m¨¢s calado es la apuesta por la codecisi¨®n con el Gobierno en varias materias. Los socialistas quieren que la comunidad aut¨®noma participe en la planificaci¨®n de infraestructuras estatales en Andaluc¨ªa, que est¨¦ presente en los Consejos de Ministros de la UE que traten asuntos de su competencia, e involucrarse en la designaci¨®n de miembros de instituciones estatales, como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, el Banco de Espa?a, la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa y la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones.
Adem¨¢s, el texto atribuye a la comunidad la capacidad para fijar el cupo de contrataci¨®n de inmigrantes y para gestionar los ingresos de la Seguridad Social "con garant¨ªa de mantenimiento de la caja ¨²nica", y al presidente andaluz le otorga la potestad de convocar consultas populares. Como nuevas competencias figuran los puertos, aeropuertos, ferrocarriles, museos y archivos p¨²blicos que se gestionen en Andaluc¨ªa.
La reforma fija asimismo la obligaci¨®n de la comunidad de garantizar una panoplia de derechos sociales (sanidad, educaci¨®n, protecci¨®n de mayores y menores, integraci¨®n de personas discapacitadas y dependientes), en el que se incluye de modo expreso a los inmigrantes. Y prev¨¦ delegar competencias en los ayuntamientos.
ARAG?N
La primera en arrancar
En marzo de 2003, las Cortes de Arag¨®n aprobaron por unanimidad un dictamen para profundizar en el autogobierno y acometer la reforma de su Estatuto de Autonom¨ªa. Fue la primera comunidad en hacerlo. Arag¨®n planteaba la reforma para alcanzar el m¨¢ximo autogobierno. En diciembre del pasado a?o se constituy¨® la ponencia encargada de esa reforma, que se re¨²ne cada quince d¨ªas, y de hecho esta misma semana ha aprobado por unanimidad la modificaci¨®n de cinco art¨ªculos del Estatuto, entre ellos el que confiere al presidente del Gobierno aut¨®nomo la capacidad de disolver la C¨¢mara y convocar elecciones que puedan abrir una legislatura completa; es decir, la autonom¨ªa para no estar a expensas de otras convocatorias electorales que hasta ahora pod¨ªan obligar a no completar el periodo de gobierno de cuatro a?os.
Se aprob¨® tambi¨¦n el cambio de denominaci¨®n de Diputaci¨®n General de Arag¨®n por Gobierno Aut¨®nomo, y que el Tribunal Superior de Justicia de Arag¨®n tenga competencias en los recursos de casaci¨®n y revisi¨®n.
Arag¨®n busca con la reforma abrir al m¨¢ximo su capacidad de autogobierno, tener, por ejemplo, polic¨ªa auton¨®mica y no una unidad de la Polic¨ªa Nacional adscrita como contempla el actual Estatuto, definir su denominaci¨®n y desarrollar su ley de lenguas. En cuanto a la financiaci¨®n, todav¨ªa est¨¢ sin aplicar el art¨ªculo 48, aprobado en la reforma de 1996, que contempla un acuerdo de cooperaci¨®n bilateral entre el Estado y la Comunidad para fijar compensaciones econ¨®micas, una ley org¨¢nica sin cumplir a medio camino entre la financiaci¨®n ordinaria y el cupo vasco.
ASTURIAS
Pendiente de la solidaridad
El Principado de Asturias ha solicitado tres informes a otros tantos grupos de expertos universitarios. Sus dict¨¢menes servir¨¢n de documentos de trabajo para una reforma estatutaria que est¨¢, pues, en su fase preliminar y que el Ejecutivo aut¨®nomo pretende acometer "con el m¨¢ximo consenso posible" de las fuerzas parlamentarias y con la pretensi¨®n de que "quede formalmente perfilada" en la actual legislatura (2003-2007).
Para el Gobierno de Asturias, una alianza de PSOE e Izquierda Unida-Bloque por Asturias, la reforma estatutaria puede ser un factor que aflore divergencias entre las fuerzas pol¨ªticas gobernantes. Una de ellas es el tratamiento que se conceda al asturiano o bable. Para IU-BA, la cooficialidad ha sido una reclamaci¨®n persistente. El PSOE s¨®lo ha accedido en los ¨²ltimos 25 a?os a concederle un reconocimiento expreso en el estatuto para su protecci¨®n y fomento pero sin otorgarle rango oficial.
La definici¨®n de la personalidad de la comunidad aut¨®noma es otro espacio que puede abrir controversias. El estatuto vigente reconoce a Asturias el car¨¢cter de "comunidad hist¨®rica". El PP, en la oposici¨®n, ha defendido una reforma de m¨¢ximos para equiparar a Asturias al misma rango que pudieran alcanzar cualesquiera otras comunidades aut¨®nomas, sean Catalu?a o Pa¨ªs Vasco.
Para Asturias, sin embargo, lo verdaderamente crucial es el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica. Se trata de una regi¨®n en declive industrial y con ajustes productivos a¨²n inacabados, pero es adem¨¢s la comunidad aut¨®noma que menor crecimiento econ¨®mico ha acumulado desde 1975 -volvi¨® a ser la ¨²ltima en 2004-, la de menor aumento demogr¨¢fico -tambi¨¦n lo fue el a?o pasado- y la que, con Galicia, presenta una mayor envejecimiento de poblaci¨®n, lo que entra?a elevados gastos sociales y sanitarios.
Por todo ello, es, con Extremadura, la comunidad con mayor dependencia de la solidaridad nacional y del fondo de cohesi¨®n interterritorial. Por consiguiente, cualquier revisi¨®n de los modelos de financiaci¨®n auton¨®mica y de la sanidad puede ser gravemente perjudicial para la sostenibilidad financiera de Asturias. De igual modo, una eventual ruptura de la caja ¨²nica de la Seguridad Social, como pretende, por ejemplo, el Pa¨ªs Vasco, a ninguna comunidad causar¨ªa tanto da?o como a Asturias, que es la regi¨®n que m¨¢s depende de la solidaridad: el 40,1% de las prestaciones del sistema proceden de cotizaciones de otras regiones, casi el doble que las siguientes autonom¨ªas -Galicia y Castilla y Le¨®n- m¨¢s dependientes de los recursos exteriores.
El presidente de Asturias, Vicente ?lvarez Areces, defiende el modelo federal, pero manteniendo como "irrenunciables" los principios de "cohesi¨®n social y territorial", el consenso como exigencia de cualquier reforma de la financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, que ha de acometerse de forma multilateral -entre todas las comunidades y el Gobierno central- y no de modo bilateral -entre la Administraci¨®n central y cada una de las regiones por la v¨ªa de las reformas estatutarias- porque lo segundo entra?ar¨ªa "un retroceso de graves consecuencias pol¨ªticas". Asturias exigir¨¢ "suficiencia financiera" para todas las comunidades y "un gran pacto" que garantice "la sostenibilidad del sistema financiero de la sanidad p¨²blica" para no da?ar el derecho a la "igualdad de servicios y prestaciones" de los ciudadanos "con independencia de donde vivan".
BALEARES
Una reforma lenta
La reforma del Estatuto de Baleares de 1983 transcurre lentamente, desde hace ocho meses, por doble v¨ªa, en la ponencia parlamentaria que se ha reunido en cuatro ocasiones y a trav¨¦s de una comisi¨®n expertos. En ambos ¨¢mbitos pesa la mayor¨ªa absoluta del PP y la falta de consenso y objetivos. Antes de mayo 2006 no est¨¢ previsto que se cierre el proyecto articulado para su tramitaci¨®n, seg¨²n los portavoces del PP, Joan Huguet, y del PSOE, Francina Armengol. El PP quiere equiparar las islas con el resto de comunidades, proclamar la nacionalidad hist¨®rica, crear un nuevo consejo insular en Formentera o equprar su estatus al de la isla de Hierro o las ciudades aut¨®nomas de Melilla y Ceuta. La mayor¨ªa se?ala que el sistema de financiaci¨®n contemplar¨¢ una agencia tributaria propia. "No queremos en Espa?a un reino de taifas", dice Huguet, que defiende la polic¨ªa auton¨®mica y subraya que "Espa?a es la ¨²nica naci¨®n".
El PSOE cree que "se camina lentamente" y reprocha al PP la falta de una negociaci¨®n global previa, un pacto bilateral para definir el marco competencial y la estructura de poder y gesti¨®n entre el Estado, el Gobierno balear y cada una de las islas que se autodefinen gobiernos. Los socialistas tambi¨¦n han exigido al presidente balear, Jaume Matas, que el eventual pacto estatutario incorpore "un acuerdo sobre modelo audiovisual.
CANARIAS
Competencias de rango superior al Estado
La reforma del Estatuto de Autonom¨ªa de Canarias, uno de los textos m¨¢s ambiciosos que se han planteado en las comunidades aut¨®nomas, se produce desde hace meses sin aportaciones del Grupo Parlamentario Socialista, que abandon¨® la comisi¨®n instituida en el Parlamento para su estudio por la negativa de los otros tres grupos a discutir simult¨¢neamente la reforma electoral. Previamente a este plante de los socialistas canarios, un comit¨¦ de expertos designado por los cuatro grupos parlamentarios (Coalici¨®n Canaria, PP, Partido de Independientes de Lanzarote y PSC) prepar¨® un borrador de reforma completa del Estatuto de Autonom¨ªa de Canarias, que fue aprobado por unanimidad y remitido para su discusi¨®n al Parlamento. Este documento pasa ahora por una fase de consultas.
A¨²n si el PSC no se incorporara al debate, el nuevo estatuto canario s¨ª podr¨ªa aprobarse en el Parlamento aut¨®nomo, aunque quedar¨ªa bloqueado en Madrid si persistiera el divorcio pol¨ªtico actual.
Durante las discusiones sobre el borrador del nuevo estatuto, los expertos constitucionalistas han expuesto dos corrientes de opini¨®n, en especial a partir de la nueva redacci¨®n del art¨ªculo 30, calificado en enero "filosoberanista" por el ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla. El pol¨¦mico art¨ªculo del borrador (30.3) propone que "el derecho propio de Canarias en materias de su competencia se aplicar¨¢ con preferencia al del Estado", mientras el 30.4 reclama la misma consideraci¨®n para el archipi¨¦lago lograda en el nuevo Tratado de Constituci¨®n europea: "Cuando la condici¨®n ultraperif¨¦rica derivada de la lejan¨ªa e insularidad de Canarias incide de manera determinante en alguna de las competencias establecidas en el art¨ªculo 32 del Estatuto" [que establece las competencias de la comunidad], "la normativa b¨¢sica estatal reconocer¨¢ tal circunstancia y, por tanto, la plena competencia auton¨®mica".
Este ¨²ltimo aspecto persigue una identificaci¨®n con el art¨ªculo III.424 de la Uni¨®n, que reconoce el tratamiento singular que ha de darse a las leyes comunitarias en las islas, atendiendo a la condici¨®n de regi¨®n ultraperif¨¦rica.
Una corriente de opini¨®n defiende la constitucionalidad del texto, mientras otra rechaza la asunci¨®n de m¨¢s competencias v¨ªa estatuto y propone una segunda ley org¨¢nica de transferencias (m¨¢s conocida por Lotraca), donde negociar las hist¨®ricas reivindicaciones nacionalistas (aguas interiores, gesti¨®n de puertos y aeropuertos, representaci¨®n en el exterior, comercio, hacienda y polic¨ªa canaria, entre m¨¢s de 30 materias).
MADRID
De momento, nada
En la Comunidad de Madrid, pese a los anuncios hechos por la presidenta, Esperanza Aguirre (PP), sobre una reforma para dividir la regi¨®n en 12 circunscripciones electorales, no hay a¨²n ning¨²n texto ni negociaciones para la reforma estatutaria.
Informaci¨®n elaborada por Alejandro Bola?os (Sevilla), Joaqu¨ªn Ferrandis (Valencia), Xos¨¦ Hermida (Santiago), Concha Monserrat (Zaragoza), Javier Cuartas (Oviedo), Andreu Manresa (Palma), Juan Manuel Pardellas (Tenerife).
La Comunidad Valenciana quiere marcar la pauta
La agencia tributaria y el papel del tribunal superior de justicia mantienen bloqueada la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana. Populares y socialistas trabajan, sin embargo, en otros puntos del articulado para acercar posiciones y lograr que esta reforma sea la primera en debatirse en el Congreso de los Diputados, tras el rechazo a la del Pa¨ªs Vasco. El PP, que tiene mayor¨ªa absoluta, pretende que la Comunidad Valenciana marque la pauta del resto de reformas estatutarias. Los socialistas est¨¢n interesados en pactar con los populares siempre que no se trate de una reforma cosm¨¦tica.
La reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana est¨¢ en fase muy avanzada. A mediados de abril, tras casi un a?o de trabajo de la ponencia parlamentaria, las Cortes Valencianas aprobaron por unanimidad el dictamen sobre la reforma estatutaria, en el que se recogen los acuerdos iniciales sobre los contenidos de la reforma. A partir de ese momento, el PP, el Partido Socialista del Pa¨ªs Valenciano (PSPV-PSOE) y Esquerra Unida-L'Entesa iniciaron las negociaciones sobre el texto de la proposici¨®n de ley que deben presentar para reformar el Estatuto, y que los partidos mayoritarios quieren tener aprobada en las pr¨®ximas semanas.
El PP de Francisco Camps, que gobierna con mayor¨ªa absoluta, pretende que el Estatuto valenciano sirva para frenar las reivindicaciones de otras autonom¨ªas como Catalu?a y Andaluc¨ªa, especialmente despu¨¦s de que el l¨ªder nacional del PP, Mariano Rajoy, exigiese sensatez y prudencia. Recomendaci¨®n que oblig¨® a Camps a retroceder en alguna de las concesiones que ya hab¨ªa hecho a los socialistas.
El Partido Socialista del Pa¨ªs Valenciano (PSPV-PSOE), que lidera Joan Ignasi Pla, tambi¨¦n est¨¢ dispuesto a cerrar cuanto antes la reforma estatutaria, siempre y cuando ¨¦sta no se quede muy por debajo de las denominadas comunidades hist¨®ricas. As¨ª, Pla reclama la inclusi¨®n en el Estatuto de una agencia tributaria concertada con el Estado, un Consell de la Justicia id¨¦ntico al propuesto por Chaves en Andaluc¨ªa y mayores garant¨ªas de pluralidad en las empresas y los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos de la Generalitat. Esquerra Unida-L'Entesa (la formaci¨®n de Gaspar Llamazares en el Pa¨ªs Valenciano), se ha quedado atr¨¢s en el ¨²ltimo tramo de negociaciones y advierte de que votar¨¢ en contra en caso de que no se garantiza la suficiencia financiera de los servicios p¨²blicos valencianos, se niegue el reconocimiento acad¨¦mico de la unidad ling¨¹¨ªstica del valenciano y el catal¨¢n y se obvie la inclusi¨®n de nuevos derechos sociales en materias como el medio ambiente o la inmigraci¨®n.
Galicia, pendiente de las elecciones
La reforma del Estatuto de Galicia a¨²n no ha pasado de las palabras a los hechos, aunque es muy probable que la iniciativa se reanime tras las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo 19 de junio. Ninguna de las tres principales fuerzas pol¨ªticas, PP, BNG y PSdeG-PSOE, se opone a la revisi¨®n estatutaria. Pero el PP ha impedido en los ¨²ltimos meses que el proceso se pusiese en marcha y lo ha aplazado hasta despu¨¦s de las elecciones.
El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se ha mostrado dispuesto en varias ocasiones a acometer una reforma del Estatuto de Autonom¨ªa, aunque con la advertencia de que ser¨ªa muy limitada. El compromiso no s¨®lo permanece sin concretar, sino que el PP ha rechazado en el Parlamento gallego propuestas del BNG y del PSdeG-PSOE para encomendar a una comisi¨®n de la C¨¢mara que pusiese en marcha de inmediato el mecanismo de reforma. El asunto ha quedado pendiente del escenario pol¨ªtico que deparen las elecciones auton¨®micas, aunque, de momento, tampoco figure entre las cuestiones m¨¢s debatidas por los partidos en la precampa?a.
Si Fraga pierde la mayor¨ªa absoluta y se establece la previsible alianza entre socialistas y nacionalistas, la reforma estatutaria estar¨ªa servida. Y no s¨®lo porque el BNG la incluir¨ªa muy probablemente entre sus prioridades. El PSdeG-PSOE ha tratado de evitar en los ¨²ltimos meses que los nacionalistas llevasen la iniciativa sobre la cuesti¨®n. Todav¨ªa el pasado viernes, el candidato socialista a la Xunta, Emilio P¨¦rez Touri?o, proclam¨® en presencia del presidente del Gobierno que Galicia aspira "como la que m¨¢s" a consolidar su "autogobierno e identidad nacional". La v¨ªspera, el propio Zapatero hab¨ªa dado su respaldo a una hipot¨¦tica reforma del Estatuto de Galicia en respuesta a una pregunta en el Senado del l¨ªder del BNG, Anxo Quintana.
Pero, sea cual sea el resultado de las elecciones, la reforma no se podr¨ªa acometer sin el apoyo del PP, ya que los mecanismos previstos en el propio Estatuto exigen que cualquier revisi¨®n de la norma est¨¦ apoyada por dos tercios de los 75 diputados del Parlamento aut¨®nomo (ahora el PP tiene 41 y BNG y PSdeG, 17 cada uno).
Socialistas y nacionalistas ya disponen de propuestas elaboradas. Las dos fuerzas de oposici¨®n a Fraga han incorporado aportaciones de grupos de expertos sin militancia partidista. El PSdeG asume en su proyecto el t¨¦rmino "naci¨®n" para definir a la comunidad aut¨®noma. El t¨ªtulo de la propuesta del BNG elude la palabra "autonom¨ªa" y se presenta como un nuevo Estatuto de Naci¨®n. Quintana ha establecido entre sus prioridades que se reconozca el gallego como "primera lengua" de la comunidad y que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia sea la ¨²ltima instancia jurisdiccional.
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