Allanamiento de morada

Mi amigo Mohamed, ciudadano marroqu¨ª residente en Espa?a desde hace tres a?os, en el largo calvario administrativo del emigrante, solicit¨® al Ayuntamiento de V¨¦lez-M¨¢laga un certificado de disponibilidad de una vivienda adecuada para traer a su mujer y su hija de cuatro a?os, ambas de nacionalidad marroqu¨ª, seg¨²n el art¨ªculo 42.2.e del R.D. 2393/2004 de fecha 30 de Diciembre sobre derechos y libertades de los extranjeros en Espa?a y su integraci¨®n social (el subrayado es m¨ªo).

A la vuelta de una visita a su familia en Marruecos, se entera de que la polic¨ªa local ha entrado en su domicilio con la propietaria de la vivienda para la realizaci¨®n de la inspecci¨®n sin su presencia ni su consentimiento (en las pel¨ªculas de polic¨ªas creo que esto se llamaba "allanamiento" de morada) .

A continuaci¨®n, al recoger el escrito, leemos yo, con estupor, y, con una ligera sonrisa de gozo, mi amigo (gozos ya prohibidos hasta en el pa¨ªs vecino) que el Concejal-Delegado de Personal y R¨¦gimen interior del Excmo. Ayuntamiento de V¨¦lez-M¨¢laga certifica que El Subinspector Jefe de la Plana Mayor informa que mi amigo solicita visado para su mujer, una s¨²bdita libanesa con nombre y apellido (caso flagrante de poligamia con mujer desconocida ). Posteriormente informa con el mejor estilo de la polic¨ªa pol¨ªtico-social de ¨¦pocas que cre¨ªamos pasadas: "que en la actualidad s¨®lo reside en ella (la vivienda visitada por la polic¨ªa) el solicitante, si bien tiene expor¨¢dicas (la x no es m¨ªa) visitas de un amigo (el abajo firmante) . Por ¨²ltimo, concluye: "Y para que conste, a petici¨®n de Do?a Mohamed ... se expide la presente..." evidente caso anticipatorio de la ley de matrimonios homosexuales cuya aprobaci¨®n en el Congreso de los Diputados tuvo lugar el d¨ªa de autos. Al menos, el informe era favorable...

Como respuesta a nuestra queja, no tuvimos el ya tradicional y, en este caso, esperanzador "vuelva Vd. ma?ana" sino "dentro de cuatro d¨ªas" pues, al parecer, el perpetrador del desaguisado se encontraba de permiso, posiblemente descansando.