Ant¨®n Capitel propone en un estudio una nueva lectura de la arquitectura moderna

El arquitecto Ant¨®n Capitel, catedr¨¢tico de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de Madrid, ha publicado Las formas ilusorias en la arquitectura moderna (Tanais, www.tanais.com) para demostrar que "la ilusi¨®n es uno de los instrumentos importantes de la modernidad". ?l arranca de las escenograf¨ªas e ilusiones en la obra de Erik G¨¹nnar Asplund para detenerse en la gravedad ligera de los constructivistas y neopl¨¢sticos y centrarse en el idealismo de Mies van der Rohe, la inspiraci¨®n ilusoria de Le Corbusier, la inspiraci¨®n de Alvar Aato, los rascacielos y las ciudades disfrazadas. Las interpretaciones del autor est¨¢n ilustradas con 187 fotograf¨ªas, croquis y planos.

"Las formas ilusorias son representaciones construidas de algo que no existe"

"La arquitectura es un eterno aspirar al orden, al equilibrio y a la perfecci¨®n"

Ant¨®n Capitel, historiador y cr¨ªtico, ha publicado Arquitectura del siglo XX. Espa?a, Alvar Aalto, m¨¦todo y proyecto, Metamorfosis de monumentos y teor¨ªas de la restauraci¨®n y Arquitectura europea y americana despu¨¦s de las vanguardias. En Las formas ilusorias en la arquitectura moderna, propone una nueva lectura de la historia de la arquitectura reciente, seg¨²n escribe Rafael Moneo en el pr¨®logo, que pasa de su condici¨®n abstracta a comunicar sentimientos y estados de ¨¢nimo.

"Las formas ilusorias en arquitectura son representaciones construidas de algo que no existe, en realidad, y que normalmente contiene lo maravilloso o lo m¨¢gico. En la tradici¨®n cl¨¢sica eran muy escenogr¨¢ficas, como los interiores disfrazados de exterior mediante la pintura en las casas romanas, o como las cari¨¢tides -las columnas como diosas- del Erecteio", declara Ant¨®n Capitel. "En la arquitectura de la revoluci¨®n moderna, en cambio, pasaron a ser casi tan s¨®lo met¨¢foras para la inspiraci¨®n, base de algunos conceptos, desapareciendo como escenograf¨ªas, veladas por la condici¨®n abstracta de las formas modernas. Pero no se trata de construcciones ilusorias, cuidado, sino, al contrario,de ilusiones construidas".

El estudio comienza con el an¨¢lisis de algunos edificios del sueco Erik G¨¹nnar Asplund, que "uni¨® el mundo tradicional y el moderno empleando las formas ilusorias como escenograf¨ªa y como base metaf¨®rica de sus hallazgos", y la historia como ilusi¨®n en la ciudad de Estocolmo. "Podemos seguir la gran variedad de sus recursos y la interesant¨ªsima relaci¨®n que se establece en ellos con las figuras del lenguaje. Asplund proyect¨® utilizando alegor¨ªas, metonimias, sin¨¦cdoques, quiasmos y paradojas".

En otros maestros tambi¨¦n rastrea las formas ilusorias. "Mies van der Rohe trabaj¨® en torno a la desaparici¨®n de la gravedad y, tambi¨¦n, en el logro de la inmaterialidad de la arquitectura nueva. Le Corbusier utiliz¨® las formas ilusorias de modo muy variado, con fuerza escenogr¨¢fica y en relaci¨®n con las figuras de lenguaje: la fantasmal presencia del agua como met¨¢fora inspiradora, la gravedad ligera, las ins¨®litas traslaciones de elementos -patios en el aire, casas en el cielo- y algunas escenograf¨ªas casi teatrales. En la obra de Alvar Aalto destacaron las representaciones m¨¢gicas de la naturaleza, as¨ª como la condici¨®n animada -en movimiento- de las formas constructivas o del espacio interno. Tampoco fue ajeno a la realizaci¨®n de algunos teatros arquitect¨®nicos, como el de la Villa Mairea".

En Las formas ilusorias en la arquitectura moderna, las interpretaciones del autor est¨¢n ilustradas con 187 fotograf¨ªas, croquis y planos. En el pabell¨®n alem¨¢n de Barcelona para la exposici¨®n de 1929 -que en los a?os ochenta se reconstruy¨® por iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona en la misma localizaci¨®n original-, Mies van der Rohe utiliza m¨¢rmol y cristal para evitar la ilusi¨®n de inmaterialidad, adem¨¢s de otras referencias figurativas y realistas en un entorno abstracto, como la bailarina de Georges Kolbe. "El pabell¨®n no es en realidad una casa, sino tan s¨®lo una ilusi¨®n de casa, tan s¨®lo una representaci¨®n, y no una verdadera configuraci¨®n, del espacio para habitar".

En cuanto a los arquitectos espa?oles de la segunda mitad del siglo XX, Capitel encuentra algunas formas ilusorias en la obra de Cabrero y Aburto -el edificio de Sindicatos, en Madrid (hoy Ministerio de Sanidad), proyectado como si fuera una esfinge; en Alejandro de la Sota -el Colegio Mayor C¨¦sar Carlos, de Madrid, como una prosopopeya y una velada alusi¨®n al Arco de Triunfo- y en Rafael Moneo, el espacio interior del Museo de Arte Romano de M¨¦rida como "una b¨®veda ilusoria".

De los arquitectos a las ciudades. "Una extensi¨®n urbana de las formas ilusorias es el atractivo tema de las ciudades disfrazadas, esto es, cuando las ciudades, utilizando la arquitectura, se revisten de una historia que no existi¨®, en realidad, y buscan con ello, alambicadamente, un determinado car¨¢cter al servicio de una idea. El ejemplo del Londres cl¨¢sico, emulador y superador de Roma, y dudando de su car¨¢cter al transformarse tambi¨¦n en g¨®tico, puede considerarse paradigm¨¢tico".

Capitel cree que el uso de las formas ilusorias puede tenerse tambi¨¦n como propio de la arquitectura contempor¨¢nea, "si bien de un modo algo m¨¢s superficial y volviendo en gran medida a la intenci¨®n escenogr¨¢fica que los maestros modernos hab¨ªan eliminado o reducido".

Anton Capitel cita a los arquitectos Frank Gerhy, Toyo Ito, Jacques Herzog y Pierre De Meuron, y Navarro Baldeweg como "magn¨ªficos autores contempor¨¢neos con un atractivo uso de las formas ilusorias". "La arquitectura es un eterno aspirar al orden, al equilibrio, a la perfecci¨®n formal, de un mundo f¨ªsico disgregado e incoherente, entr¨®pico y pr¨®ximo al caos", a?ade Capitel. Y concluye: "Por eso la arquitectura es y ser¨¢ siempre un arte ilusorio".