El drag¨®n sobre ruedas
Aun a riesgo de ser un poco aguafiestas, conviene precisar que el gran premio motociclista disputado en Shanghai no ha sido, en puridad, el primero que se celebraba en China. Desde hace medio siglo existe el de Macao, creado en 1954 por iniciativa de un pu?ado de apasionados del automovilismo cuando el deporte del motor era cosa de gentlemen y su pr¨¢ctica en ultramar ten¨ªa ese inevitable sabor colonial. Trece a?os despu¨¦s, el programa se ampliaba con una prueba motocicl¨ªstica que gan¨® el japon¨¦s Hiroshi Hagasawa al manillar de una Yamaha 250 cuatro cilindros de f¨¢brica. Por entonces, los pilotos daban 30 vueltas durante dos horas a este peligroso circuito urbano de seis kil¨®metros, trazado en la colina de Guia, como una especie de Montju?c a la oriental, entre altos edificios de hormig¨®n y guardarra¨ªles. Hay que decir que Macao nunca entr¨® en el calendario de los Mundiales de velocidad. Era demasiado peligroso y lejano y la aton¨ªa del mercado chino no justificaba semejante desplazamiento.
Pero las cosas han ido cambiando. Por un lado, Macao se convirti¨® en 1999 en parte de la Rep¨²blica Popular China. Por otro, el Estado promovi¨® la construcci¨®n del circuito de Zhuha?, a s¨®lo 60 kil¨®metros del antiguo enclave portugu¨¦s, que ser¨ªa la ¨²nica pista de velocidad existente en China hasta la inauguraci¨®n del majestuoso trazado de Shanghai. Zhuha? acoge las cuatro carreras anuales del campeonato chino. La raz¨®n de su existencia se debe en buena parte a un curioso personaje, Michel Marqueton. Antiguo mec¨¢nico en Versalles, este franc¨¦s de 49 a?os vive desde hace ocho en China y dirige el equipo nacional de motociclismo, que logr¨® crear tambi¨¦n contra todo pron¨®stico. Instalado en la Rep¨²blica Popular por amor, descubri¨® el mundo de la moto en China a trav¨¦s de las carreras salvajes que los j¨®venes organizaban por las noches en algunas ciudades. Se hac¨ªan correr m¨¢quinas japonesas importadas de forma ilegal y se apostaban fuertes sumas de dinero. Los participantes sal¨ªan de un punto de la ciudad para ir a toda velocidad a la meta, situada en otro punto, casi sin ning¨²n control. Dadas las condiciones de la red viaria, las carreras terminaban a menudo en una especie de carnicer¨ªa.
De ah¨ª naci¨® la idea de encauzar a estos aprendices de pilotos hacia el circuito de Zhuah?, un proyecto que sedujo a Michelin, a Total y, sobre todo, a Zongshen, primer constructor de motos del pa¨ªs. La f¨¢brica puso en pie su primer centro de formaci¨®n y un equipo que en 2000 particip¨® en los Mundiales de Resistencia. Convertido en consultor t¨¦cnico para Zongshen, Marqueton trabaja en el proyecto de construcci¨®n de la ZS 750, la primera moto china de gran cilindrada. Esta bicil¨ªndrica de 750cc, inspirada en la Suzuki SV 650 y en la Honda NTV 650, entrega unos 90 CV de potencia al cig¨¹e?al y todos los elementos de su parte ciclo -chasis de aluminio, horquilla, amortiguadores, frenos, ruedas...- han sido construidos en China. De momento, s¨®lo existe en versi¨®n de carreras, pero los planes para el futuro son muy ambiciosos. Tal vez el siglo XXI sea el de la moto del drag¨®n.
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