Los grandes arquitectos de disputan Valencia

Aunque la entra?a de Valencia es una isla fluvial que los romanos utilizaron como una plataforma log¨ªstica para sus importaciones y sus exportaciones por el Mediterr¨¢neo, el desarrollo de la ciudad se ha producido al margen del mar que la suscit¨®. La extraordinaria feracidad de su entorno, amplificada por el acontecimiento econ¨®mico de la naranja y solemnizada pl¨¢stica y literariamente por Joaqu¨ªn Sorolla y Vicente Blasco Ib¨¢?ez, contribuyeron a que la referencia de la huerta fuera m¨¢s poderosa para la ciudad que la del mar, hasta el punto que la agricultura ha penetrado m¨¢s en sus edificios y en sus dirigentes que ¨¦stos en el Mediterr¨¢neo. Con todo, la falta de v¨ªas de conexi¨®n urbana paseables ha intensificado esa insignificante distancia.

J. M. Iribas, autor del plan de usos de Valencia Litoral: "El cambio del urbanismo de la nocturnidad al urbanismo del debate social ha sido muy perturbador"

El arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel apuesta por hacer de la playa de la Malvarrosa una punta de lanza tur¨ªstica y convertir el barrio de El Cabanyal en un Sausalito

Para el decano del Colegio de Arquitectos de Valencia, "sobran proyectos emblem¨¢ticos y arquitectos estrella y falta planeamiento serio"

La reconciliaci¨®n sociol¨®gica de la ciudad con el mar ha alimentado no pocos debates en los ¨²ltimos a?os. Sin embargo, nunca hab¨ªa estado tan al alcance como ahora, tras la designaci¨®n de Valencia como sede de la Copa del Am¨¦rica en 2007, y con ella, la oportunidad de culminar la ciudad desde el punto de vista urban¨ªstico con un lenguaje arquitect¨®nico a la altura. Este acontecimiento, que impone la renovaci¨®n de la d¨¢rsena interior del Puerto de Valencia y plantea la posibilidad de recuperar la fachada litoral, ha despertado el inter¨¦s por la ciudad en algunos de los estudios de arquitectura m¨¢s reputados. La alcaldesa, Rita Barber¨¢, del PP, ha proclamado: "Valencia se convertir¨¢ en la primera ciudad l¨ªder en arquitectura del mundo".

La Copa del Am¨¦rica abre asimismo la posibilidad de completar la ciudad y resolver su pendiente articulaci¨®n con el frente mar¨ªtimo con intervenciones singulares que pueden imprimir una nueva expresi¨®n a su perfil urbano.

Un primer proyecto, presentado por la propia alcaldesa y el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps (PP), lo conforman tres edificios dise?ados por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava para cerrar el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se trata de tres torres de formas esbeltas y helicoidales, inspiradas en las columnas de la Lonja de Valencia, de 308, 266 y 220 metros de altura, sobre l¨¢minas de agua, y un ¨¢gora de 70 metros de altura con los laterales desplegados. Calatrava, en sinton¨ªa con esta propuesta, acaba de trasladar a Valencia su estudio parisino para centralizar en la ciudad todos sus proyectos europeos, a cuyo cargo ha puesto al ex director general de la fundaci¨®n Telef¨®nica, Fernando Villalonga.

El segundo de los proyectos consiste en el planeamiento de El Grau, una superficie de 370.332 metros cuadrados junto al tramo final del r¨ªo Turia que conecta con la d¨¢rsena del puerto, en la que Barber¨¢ hab¨ªa previsto el Balc¨®n al Mar, un plan del arquitecto Jos¨¦ Luis Tom¨¢s para convertir los antiguos tinglados en un lugar de ocio con un complejo comercial, restaurantes, piscinas y una torre mirador de 125 metros. De acuerdo con la exigencia del Ayuntamiento de Valencia, que persigue para el sector de El Grau un "dise?o de vanguardia", la empresa municipal Aumsa lanz¨® un concurso que ha despertado la curiosidad de varios arquitectos o estudios de arquitectura internacionales.

Cribas

Tras una primera criba, se ha invitado al estadounidense Ieoh Ming Pei, autor de la pir¨¢mide del Louvre, en Par¨ªs, y de otros proyectos, como el centro de convenciones Jacob K. Javits, de Nueva York. Junto a este genio de los materiales fr¨ªos, ha sido elegido el holand¨¦s Rem Koolhaas, un pritzker prize tenido en ciertos ambientes por el mayor profeta de la arquitectura moderna desde Le Corbusier, y que es autor, entre otros proyectos, de Euralille, una nueva ciudad comercial y de negocios en torno a la estaci¨®n del tren de alta velocidad en Lille, o del Educatorium de la Universidad de Utrecht. Tambi¨¦n opta al planeamiento de El Grau el estudio Foreign Office Architects, del madrile?o Alejandro Zaera, uno de los siete finalistas del concurso de reconstrucci¨®n de la zona cero de Nueva York, entre cuyas principales realizaciones se cuenta la terminal del puerto de Yokohama. Y el estudio GMP Internacional GMBH, de Meinhard von Gerkan, creador de proyectos como el aeropuerto de Hamburgo-Fuhis-b¨¹ttel o la terminal 3 del aeropuerto de Stuttgart.

Menci¨®n aparte merece el tercero de los proyectos, surgido desde la iniciativa privada. Se trata de Valencia Litoral, una propuesta promovida por el valenciano Ignacio Jim¨¦nez de Laiglesia (un asesor inmobiliario formado en Harvard e imbuido de Richard Florida) y dise?ada por el arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel. Esta estrategia, planteada como una reflexi¨®n global sobre Valencia, se fija en un escenario de cerca de dos millones de metros cuadrados, para los que ya existen algunos proyectos; por ejemplo, el de El Grau y el del Balc¨®n al Mar, y que implican a varias administraciones.

Su plazo de ejecuci¨®n no es inferior a 15 a?os, lo que impone un amplio consenso social y pol¨ªtico como premisa para su realizaci¨®n. Nouvel pretende un desarrollo de la ciudad en t¨¦rminos sensibles ligada a su litoral, a partir de la historia y la geograf¨ªa, y que estas l¨ªneas constituyan una aceleraci¨®n hist¨®rica de Valencia. Seg¨²n su propia definici¨®n, ¨¦ste es "un proyecto bastante hedonista" que se aleja de los urbanismos que "matan cualquier poes¨ªa de una arquitectura futura". En ese sentido, el autor de la Torre Agbar, de Barcelona, o el Instituto del Mundo ?rabe, de Par¨ªs, propone estructurar la conexi¨®n de la ciudad con el mar a partir de la desembocadura del viejo cauce del Turia, "un r¨ªo f¨®sil" que el arquitecto convierte en un estuario verde con varios rascacielos que act¨²an como "agujas que dan ritmo", y en el que recupera la desaparecida playa de Natzaret, que sucumbi¨® bajo las ampliaciones del puerto.

El arquitecto franc¨¦s apuesta por convertir la playa de la Malvarrosa, llena de resonancias familiares y sorollistas, en una punta de lanza tur¨ªstica. Asimismo, respeta la trama del barrio mar¨ªtimo de El Cabanyal (que va a ser destripada por el Ayuntamiento) con el objeto de convertirlo en un atractivo Sausalito para los creadores, y propugna la reapropiaci¨®n positiva de la huerta como paisaje en la zona sur de la ciudad y reordena algunos usos del puerto para potenciar la Copa del Am¨¦rica, el ocio, la vivienda y la alta tecnolog¨ªa. La propuesta de Nouvel est¨¢ respaldada por otros arquitectos, como Norman Foster, Renzo Piano, Peter Cook, Frank O. Gehry, Richard Rogers, Ben van Berker, Alberto Campo Baeza o Salvador P¨¦rez Arroyo, que se vincular¨ªan con obras concretas de producirse su desarrollo.

Crujidos intraurban¨ªsticos

Aunque la iniciativa de Nouvel tiene su est¨ªmulo en una sugerencia informal realizada por el concejal de grandes proyectos, Alfonso Grau, la falta de control sobre el proyecto del arquitecto franc¨¦s desencaden¨® cierta inquietud en el Ayuntamiento de Valencia, que un a?o despu¨¦s de la designaci¨®n de la ciudad como sede del acontecimiento, todav¨ªa no hab¨ªa mostrado cu¨¢les eran sus cartas al respecto. La reacci¨®n inmediata del Consistorio y la Generalitat valenciana ante el anuncio de la exposici¨®n de Valencia Litoral al p¨²blico fue la presentaci¨®n del proyecto de las torres de Calatrava, y, acto seguido, la convocatoria del concurso de El Grau, que apunta al coraz¨®n de la propuesta de Nouvel, si bien algunos de los despachos de arquitectos invitados no han llegado a presentar su proyecto porque no se ajustan ni al precio pagado, ni al plazo acordado, ni la garant¨ªa en la ejecuci¨®n de la obra.

Esta avalancha de proyectos ha encendido el recelo de los arquitectos valencianos. As¨ª, para el decano del Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, Fabi¨¢n Llisterri, "sobran proyectos emblem¨¢ticos y arquitectos estrella" y "falta planeamiento serio". La propuesta Valencia Litoral tambi¨¦n ha puesto en guardia a los promotores locales. El hasta hace poco dirigente de la Federaci¨®n de Promotores Inmobiliarios y Agentes Urbanizadores de la Comunidad Valenciana, Juan Soler, que preside el Valencia CF, ha manifestado a menudo su inflamaci¨®n al respecto por considerar que se trata de un pastel que ya est¨¢ repartido: "A Nouvel nadie le ha dado vela en este entierro", advirti¨®. Los intereses en juego son evidentes. Para empezar, esta propuesta apuesta por un tipo de edificaci¨®n en la que no se maneja ning¨²n profesional local por la falta de tradici¨®n en edificaci¨®n en altura. Desde arquitectos hasta bomberos, pasando por aparejadores, promotores y constructores, nadie tiene experiencia en dar soluciones profesionales a edificios de 60 plantas.

Adem¨¢s, muchos promotores ya han adquirido terrenos en estas zonas, todav¨ªa r¨²sticas, a la espera de su recalificaci¨®n. Adem¨¢s, el proyecto considera que la apertura de la avenida de Blasco Ib¨¢?ez hasta el mar, partiendo en dos el barrio de El Cabanyal como defiende el equipo de gobierno del Ayuntamiento, no es la mejor soluci¨®n.

Tampoco se hab¨ªa visto nunca que un proyecto urban¨ªstico se presentara ante un millar de personas, y no en el reservado de un restaurante, como exig¨ªa la ortodoxia inmobiliaria, y que adem¨¢s contara con un animado debate social en Internet (www.valencialitoral.com) que ronda las 260.000 visitas. El cambio de las reglas del juego es el asunto que m¨¢s controversia ha causado, seg¨²n el soci¨®logo urbano Jos¨¦ Miguel Iribas, autor del programa de usos de Valencia Litoral. "El cambio del urbanismo de la nocturnidad al urbanismo del debate social ha sido muy perturbador", diagnostica. Pero, desde su punto de vista, lo m¨¢s perturbador ha sido que hasta ahora en Valencia los proyectos urbanos se justificaban por el propio proyecto, mientras que Valencia Litoral s¨®lo se explica en relaci¨®n con una estrategia global del ¨¢rea metropolitana de Valencia. "?ste es un proyecto que s¨®lo puede hacerse en Valencia, al contrario que los otros, que podr¨ªan estar en Kuala Lumpur", compara. A su entender, la reflexi¨®n de Nouvel, en su profundidad de prop¨®sito, tiene claves geoestrat¨¦gicas, buscando sistemas globales que no sean deslocalizables.

Dinero a largo plazo

Otro de los argumentos utilizados contra este proyecto es su financiaci¨®n, cifrada en alrededor de 2.000 millones de euros. Para Jim¨¦nez de Laiglesia, que considera que ha "hecho los deberes" en este sentido, ¨¦sta es una propuesta a largo plazo y no sirven los planteamientos de dinero a corto plazo y sin control, que es el m¨¦todo que impera. El proyecto tiene que cumplir unas fases, y en el paso de lo posible a lo legal es donde las fuerzas locales son necesarias, aunque para su puesta en marcha se requiere mucho m¨¢s capital for¨¢neo, seg¨²n Jim¨¦nez de Laiglesia ya sondeado e interesado, que, debido a la cantidad y el largo plazo, s¨®lo entrar¨¢ si hay legalizaci¨®n, consenso y se involucran los estamentos pol¨ªticos, sociales, empresariales y financieros de la ciudad. El proyecto se cierne sobre los promotores locales como una amenaza de p¨¦rdida de poder, aunque tambi¨¦n como un reto para dar el salto hacia la globalizaci¨®n del sector mediante un proceso de concentraci¨®n.

Con la Copa del Am¨¦rica, Valencia afronta su propio desaf¨ªo que no s¨®lo es urban¨ªstico y psicol¨®gico. Tambi¨¦n se le presenta la posibilidad de poner en valor tur¨ªstico su fachada mar¨ªtima y vincularla a las 21.000 hect¨¢reas del parque natural de La Albufera. Todos los datos apuntan que las playas urbanas son las m¨¢s frecuentadas. En Espa?a s¨®lo hay 80 y la Comunidad Valenciana tiene el 40%, sin contar el ¨¢rea metropolitana de Valencia, que concentra un 16% del potencial entre el sur de la ciudad y la zona norte. La principal amenaza que se cierne sobre este abanico de oportunidades radica en el propio car¨¢cter de los valencianos, que a menudo han abordado los retos improvisando y resolviendo en un mismo acto, cuando no abandon¨¢ndolos inmediatamente, siguiendo el impulso vital del pensat i fet (pensado y hecho). Muchos grandes proyectos quedaron a mitad de camino, como el del Jard¨ªn del Turia. Incluso su principal torre, la de la catedral, qued¨® inacabada en el siglo XV.