El 'Guernica' salta los barrotes
Presos de la c¨¢rcel de Navalcarnero reproducen con hilos uno de los cuadros m¨¢s conocidos de Pablo Picasso
Una reproducci¨®n del Guernica, la genial obra de Pablo Picasso, adorna ya la pared principal del auditorio de la c¨¢rcel de Navalcarnero. Aparte de la similitud de esta singular recreaci¨®n con el original, tres cosas llaman la atenci¨®n de esta obra: est¨¢ hecha a base de muchos kil¨®metros de hilo y ha sido confeccionada, durante m¨¢s de un a?o, por un grupo de reclusos de la prisi¨®n Madrid IV (Navalcarnero). Los presos se han adentrado en esta descripci¨®n de Picasso sobre el horror de la Guerra Civil espa?ola como v¨¢lvula de escape a las rejas y como un c¨¢ntico en busca de aires de libertad.
El proyecto -fruto de la "perseverancia y la tolerancia" de quienes han laborado en ella, seg¨²n relata su principal art¨ªfice, el interno Claudio Gorosito Guzm¨¢n- comenz¨® a gestarse en octubre de 2003 y ya es una realidad.
Los reclusos han empleado tantas horas que suman 360 d¨ªas en hacer esta obra
Al proyecto se sumaron inicialmente 25 internos; algunos abandonaron luego
La tarea ha sido ardua. Horas que suman 360 d¨ªas -de lunes a domingo y s¨®lo descansando para comer y dormir- han sido necesarias para confeccionar e izar dentro de los barrotes de la prisi¨®n esta peculiar imitaci¨®n del Guernica, s¨ªmbolo de la brutalidad de la guerra, que muestra los gritos desesperados de una mujer llevando en los brazos el cad¨¢ver de un ni?o. El 1 de mayo de 1937, bombarderos nazis llamados por el dictador Francisco Franco destruyeron la ciudad vasca de Gernika. El bombardeo dur¨® cuatro horas y aniquil¨® despiadadamente la ciudad y sus alrededores en un radio de 10 kil¨®metros. Hubo 1.600 muertos. Y una ciudad, Gernika, qued¨® borrada del mapa. El pincel de Picasso retrat¨® todo ese horror en su Guernica.
Pero, 66 a?os despu¨¦s de aquel desastre, los internos han vuelto a plasmar toda esa brutalidad uniendo hilos de colores. Y es que el Guernica de los presos de Navalcarnero est¨¢ hecho con hilo. Un total de 86 kil¨®metros de hilo de perl¨¦ del n¨²mero 12 han sido utilizados en la recreaci¨®n de una de las obras cumbre del artista malague?o.
La obra pesa 450 kilos y ha sido confeccionada en el taller ocupacional que hay en el m¨®dulo 8 de esta prisi¨®n situada al sur de la Comunidad. No es el primer trabajo en hilo que se hace en ese taller, pero s¨ª el de mayor envergadura y horas de dedicaci¨®n. En ¨¦l se han hecho otros cuadros "mediante el relleno con hilo sobre un dibujo previamente cubierto con una cinta adhesiva de doble cara".
La idea del Guernica surgi¨® en octubre de 2003, cuando un funcionario de la prisi¨®n de Navalcarnero llev¨® al centro un libro editado por el Museo del Prado. El volumen conten¨ªa un desglose en l¨¢minas del cuadro de Picasso. "Al hojearlo", se?ala el art¨ªfice y coordinador de los trabajos, Claudio Gorosito, "empezamos a so?ar con la idea de poder hacerlo en hilo y a tama?o real, 349,3 cent¨ªmetros de ancho por 776,6 de largo".
Cuentan los presos, en el disco compacto que han editado con fotograf¨ªas sobre la evoluci¨®n de su trabajo, que la obra se divide en seis cuerpos o bastidores de madera, sobre los que se han montado las 532 secuencias que componen este in¨¦dito cuadro pintado con hilo. Hechas las secuencias, los presos las han unido mediante una fina y sutil tarea de costura. La uni¨®n de los v¨¦rtices de las secuencias ha sido la tarea m¨¢s delicada, ya que deb¨ªan evitar que quedaran marcas en las uniones de las placas. Antes de iniciar el proyecto, los internos ensayaron con peque?as maquetas del Guernica, tambi¨¦n en hilo. El resultado ha sido excelente.
Pero, durante la creaci¨®n de la obra, los reclusos se han topado con imprevistos. Una filtraci¨®n de agua en el taller da?¨® seriamente los bastidores 1 y 2 y dio al traste con muchas horas de trabajo. A ra¨ªz de ello hubo que levantar todo el hilo ya engarzado y volver a empezar.
Al proyecto se sumaron inicialmente 25 internos, aunque hasta el final s¨®lo llegaron las manos y el hilo de cuatro de ellos. "La perseverancia y la constancia no fueron compartidas por todos", se lamenta Gorosito, que, no obstante, est¨¢ muy satisfecho con el resultado. La obra, ya culminada, descansa en el auditorio del centro.
"Hemos entendido el mensaje del arte", se?ala Gorosito, "y creo que, si plante¨¢semos el arte como un medio alcanzable para manifestar ese gran momento trascendental que brota de nuestro interior, enalteci¨¦ndonos como personas, lograr¨ªamos afirmar que hemos logrado el objetivo de la inserci¨®n social", apostilla.
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