Nadal gana el partido del a?o
El mallorqu¨ªn vuelve a vencer a Coria tras un aut¨¦ntico marat¨®n resuelto al 'sprint'
Rafa Nadal gan¨® en Roma el partido del a?o y subi¨® otro pelda?o en su escalera de glorias. A primeros de abril perdi¨® en Miami el que le remont¨® el n¨²mero uno mundial, el suizo Roger Federer, al hundirse en el ¨²ltimo set, pero ayer volvi¨® a vencer al argentino Guillermo Coria, como hab¨ªa hecho en el m¨¢s reciente Masters Series de Montecarlo, tras un espl¨¦ndido e igualad¨ªsimo partido. Fue un aut¨¦ntico marat¨®n ten¨ªstico, de cinco horas y cuarto, que empez¨® de d¨ªa y acab¨® de noche en el Foro It¨¢lico romano. Un lujo que record¨® la haza?a bajo las luces y las antorchas de un et¨ªope descalzo llamado Abebe Bikila en los 42,195 kil¨®metros de los Juegos Ol¨ªmpicos de Roma, en 1960, cuando se escribi¨® una de las p¨¢ginas m¨¢s maravillosas de la historia del deporte. Pero a diferencia del paseo en solitario que se dio hace 45 a?os el legendario militar por las calles de la capital italiana, la carrera con golpes de raqueta de ayer se resolvi¨® en tres horas m¨¢s y al sprint. El duelo entre los dos gigantes de la tierra batida termin¨® en el desempate y tambi¨¦n por la m¨ªnima tras una igualdad total: 6-4, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 (8-6).
Como esos partidos de baloncesto en que parecen sobrar todos los minutos anteriores y todo se decide en el ¨²ltimo, as¨ª pareci¨® suceder en el choque de los dos colosos. Como en las carreras de atletismo en que la ¨²ltima recta es la clave, eso ocurri¨® en un partido que en muchos momentos record¨® a un ping-pong con la mesa alargada. Dos pegadores devolvi¨¦ndose ca?onazos en tierra con una potencia y rapidez que a veces dieron la sensaci¨®n de estar en pista r¨¢pida de cemento o hierba. Por algo el ¨²ltimo juego de la tercera manga, que puso a Nadal con ventaja, fue especialmente interminable.
El partido s¨®lo se pod¨ªa decidir en los peque?os detalles, porque cada jugador se levant¨® cuando ten¨ªa que contraatacar y se aprovech¨® de una cierta relajaci¨®n del rival cuando ¨¦ste se ve¨ªa con ventaja. Entre tanto palo era muy dif¨ªcil mantener el mismo ritmo. Ello fue especialmente evidente tras levantar Nadal un 3-0 en contra en el quinto set, que ya parec¨ªa definitivo. La sombra del hundimiento f¨ªsico y mental que ¨¦l mismo hab¨ªa dicho, se alarg¨® sobre la tierra rojiza. Pero todo ten¨ªa que definirse al l¨ªmite. Y aunque ¨¦l parec¨ªa cansado, Coria tambi¨¦n. Ambos alternaron golpes cruzados y paralelos, de derecha y de rev¨¦s, con m¨¢s dejadas del espa?ol, hasta un 6-6 incluso en el tie break, que ni Coria sab¨ªa si era la forma de terminar. Y dos errores suyos decidieron.
Nadal gan¨® as¨ª su sexto torneo, quinto del a?o, tras Costa do Sauip¨¦ (Brasil), Acapulco, Montecarlo y Barcelona. En 31 partidos jugados en tierra batida s¨®lo ha perdido dos. Contra el argentino Guillermo Gaudio en Buenos Aires y frente al ruso Igor Andreev en el torneo Comunidad Valenciana. Ahora va a Hamburgo, el tercer Masters Series en tierra -con Andreev de primer rival, curiosamente- y aspira ya a ser el pionero en ganar los tres en el mismo a?o. Roland Garros, la palabra mayor del Grand Slam, queda al fondo. El potent¨ªsimo austriaco Thomas Muster gan¨® en 1995 lo mismo que Nadal hasta ahora y luego se impuso tambi¨¦n en Par¨ªs.
"Creo que ha sido el partido m¨¢s duro de mi vida", dijo el mallorqu¨ªn a los espectadores en la entrega de premios. Y les agradeci¨® que por su apoyo se pudo levantar cuando parec¨ªa tener el partido acabado con 3-0 en contra en el quinto set. "He estado perdido, pero el p¨²blico ha estado impresionante y con su ayudahe pedido remontar". En presencia de dos glorias del tenis, el italiano Nicola Pietrangeli, viejo rival de la ¨¦poca dorada espa?ola de Manolo Santana, presidente del comit¨¦ organizador, y de John McEnroe, ahora comentarista de televisi¨®n, el espa?ol devolvi¨® a Coria los elogios y escuch¨® los del estadounidense: "He sido testigo de uno de los partidos m¨¢s grandes que he visto en mi vida. Ha sido un privilegio".
Nadal tuvo incluso su an¨¦cdota. Hizo esperar a Coria en el peloteo previo al partido porque estaba viendo la carrera de Fernando Alonso en Montmel¨®: "Ha sido una putada. Me he ido cuando faltaban cinco vueltas. Iba segundo. ?C¨®mo ha quedado?". Eran m¨¢s de las nueve de la noche y a¨²n no se hab¨ªa podido enterar con su especial marat¨®n.
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