El personal de Vandell¨°s alert¨® durante a?os de la corrosi¨®n de las tuber¨ªas
El gerente de la nuclear admiti¨® ante la inspecci¨®n del CSN que el incidente "no ten¨ªa justificaci¨®n"
La corrosi¨®n de las tuber¨ªas de la central nuclear de Vandell¨°s II vino precedida de "numerosas se?ales proporcionadas por el personal que inspeccionaba esas tuber¨ªas", seg¨²n admiti¨® el gerente de la central, Juan Jos¨¦ P¨¦rez Torrent, ante los inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear. P¨¦rez Torrent a?adi¨® que "las causas que hab¨ªan dado lugar al incidente no ten¨ªan justificaci¨®n", seg¨²n el acta de la inspecci¨®n, realizada del 11 al 14 de enero, seis meses despu¨¦s de la rotura de una tuber¨ªa por a?os de degradaci¨®n. La inspecci¨®n destap¨® numerosas irregularidades en la central, que ha sufrido el incidente m¨¢s grave desde 1992.
El 11 de enero de 2005, seis inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) llegaron a Vandell¨°s II (Tarragona) para completar el informe sobre la degradaci¨®n de un sistema de refrigeraci¨®n que hab¨ªa realizado otro equipo de inspectores en septiembre y octubre de 2004. El 25 de agosto se rompi¨® una tuber¨ªa que llevaba a?os degrad¨¢ndose sin que nadie hiciera nada por evitarlo.
Los inspectores fueron recibidos por el gerente de la Asociaci¨®n Nuclear Asc¨®-Vandell¨°s (Anav), Juan Jos¨¦ P¨¦rez Torrent; por el director de la central, ?ngel Fern¨¢ndez, y por el director de servicios t¨¦cnicos, Ram¨®n Sabat¨¦. Anav es propiedad de Endesa e Iberdrola. Los inspectores pasaron tres d¨ªas en la central, que segu¨ªa funcionando con permiso del CSN, e interrogaron a 35 personas, entre trabajadores, directivos y personal de contratistas.
Seg¨²n el acta de la inspecci¨®n, el gerente reconoci¨® que "la organizaci¨®n estuvo siempre pendiente de la posibilidad de corrosi¨®n interna, pero se menospreci¨® la posibilidad de un proceso de corrosi¨®n generalizado en la parte externa". La tuber¨ªa tiene unas bocas en forma de T para inspeccionar el interior. Estas entradas se fueron degradando durante a?os por el agua de lluvia y el ambiente salino exterior (la central est¨¢ junto al mar). Las bocas, sin protecci¨®n anticorrosi¨®n, se crearon en 1988 para poder inspeccionar el interior ante el riesgo de corrosi¨®n interna, un problema que hab¨ªa aparecido en la central gemela de Vandell¨°s I. P¨¦rez Torrent admiti¨® que durante a?os hubo alarmas sobre el estado de la tuber¨ªa. "Ha habido numerosas se?ales proporcionadas por el personal que inspeccionaba estas tuber¨ªas de que se estaba produciendo un fen¨®meno de corrosi¨®n en las mismas", reconoci¨® ante los inspectores.
Informe en 1993
La primera alerta sobre la corrosi¨®n la dio en 1993 la empresa contratista. En 1999 y 2000 la empresa reiter¨® la advertencia y recomend¨® medir el espesor de las bocas, algo que no realiz¨® la central, seg¨²n el informe que realiz¨® el CSN tras las inspecciones. En mayo de 2004 apareci¨® un rezume de agua en una de las entradas que a?os antes presentaba degradaci¨®n. Esa boca se rompi¨® en agosto y, aunque nunca hubo riesgo de accidente, el CSN lo ha calificado como el incidente m¨¢s grave desde 1992, debido a que la degradaci¨®n llevaba a?os. El CSN acusa a la central de "primar la producci¨®n sobre la seguridad" y de ocultar informaci¨®n.
La central reconoci¨® que despu¨¦s de la fuga de mayo no aplic¨® el procedimiento de revisi¨®n que "hubiera conducido a un an¨¢lisis m¨¢s riguroso del alcance del rezume y posiblemente se hubieran tomado acciones que hubieran evitado la rotura".
P¨¦rez Torrent afirm¨®, siempre seg¨²n el acta de la inspecci¨®n, que "las causas que hab¨ªan dado lugar al incidente de la rotura de la boca de hombre de la tuber¨ªa no ten¨ªan justificaci¨®n" y reconoci¨® "un olvido generalizado" sobre el estado de la tuber¨ªa. Sin embargo, la central apunt¨® que "los trabajos de la empresa contratista que realizaba el saneado del exterior de la tuber¨ªa no hab¨ªa sido adecuado". P¨¦rez Torrent aleg¨® que la tuber¨ªa "no responde a c¨®digos nucleares y se sale de las normas que se manejan en la industria nuclear, lo que dificulta su tratamiento" y afirm¨® que introducir¨ªa cambios en la central "para que cuando una recomendaci¨®n de una parte de la organizaci¨®n no se lleve a cabo, el conjunto de la organizaci¨®n lo detecte". La inspecci¨®n destac¨® que la vigilancia de la tuber¨ªa reca¨ªa en una sola persona y que el manual de mantenimiento era impreciso.
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