Como la vida misma

Resulta una m¨¢s que agradable sorpresa el deb¨² en la realizaci¨®n de Juan Cruz y del c¨®mico Jos¨¦ Homo Zapping Corbacho, y ello por un simple apriorismo: firmada su producci¨®n, entre otros, por esa f¨¢brica catalana del programa c¨®mico que es El Terrat, esperaba el cronista encontrarse frente a una comedia m¨¢s o menos inspirada, m¨¢s o menos ins¨ªpida (que de todo hay en la factor¨ªa de Buenafuente), cuando hete aqu¨ª que se topa frente a un producto mucho m¨¢s matizado y complejo, que no le saca el cuerpo -es m¨¢s, las busca- a las normas de la comedia, pero que se ve sacudido de cuando en cuando por un h¨¢lito dram¨¢tico, tr¨¢gico incluso, que jam¨¢s estorba el aire festivo general de la funci¨®n.

Es un m¨¦rito, y no peque?o, entremezclar los c¨®digos del drama y la comedia, y tambi¨¦n, y casi en primer lugar, saber tomarle el pulso a la vida de barrio, de periferia industrial: es ¨¦ste un filme que airea con orgullo su car¨¢cter charnego, sus historias de poblaci¨®n de aluvi¨®n asentada hace ya largos a?os en un barrio de L'Hospitalet, la ciudad lim¨ªtrofe con Barcelona. Del barrio captan Corbacho y Cruz hasta los m¨¢s sutiles matices, y tambi¨¦n otros personajes y peripecias un poco m¨¢s rocambolescas: el due?o del bar que, de alguna manera, es el centro de la acci¨®n; la treinta?era abandonada que redescubre el sexo con un chico m¨¢s joven; los dos colegas que trabajan en el s¨²per y sue?an con chicas y amor¨ªos; la abuelita que trafica con pastillas para pagar la enfermedad terminal de su marido; el cocinero chino que se vuelve imprescindible... Las vidas de estos personajes desfilan con una comicidad no exenta de drama; pero no hay en todo el filme ning¨²n rasgo que desentone, gracias a una mirada comprensiva, un encadenamiento estricto de los gags seg¨²n una l¨®gica que no decae nunca, y unos actores espl¨¦ndidos, al frente de los cuales esa formidable Elvira M¨ªnguez que acaba de ganar, con todo merecimiento, el premio a la mejor actuaci¨®n en M¨¢laga.