El legado del anticuario Manuel Ramos Andrade

El legado de fondos modernistas del anticuario Manuel Ramos Andrade representa una singularidad en Espa?a como consecuencia de la abundancia de piezas de diferentes manifestaciones de las denominadas artes decorativas. Al inter¨¦s de esas colecciones se suma el hecho de que los fondos puedan mostrarse en un marco como el tambi¨¦n singular edificio modernista de la Casa Lis. Continente y contenido aportan un retazo de la belle ¨¦poque en el mismo coraz¨®n de la Salamanca cl¨¢sica que entrecruza los estilos austeros y renacentistas.

Las diferentes salas del museo de art nouveau y art d¨¦co aportan, sobre todo, m¨¢s de 1.600 elementos. Pero, seg¨²n est¨¢ reconocido por los expertos, sobresale el fondo de criselefantinas (estatuillas de bronce y marfil), con obras de los muy valorados D¨¦metre H. Chiparus y F. Preiss, pero tambi¨¦n de K. Lorenzl, as¨ª como de O. Poerzel, O. Hoffman o S. Lipszyc, que preferentemente se inspiraron para sus delicadas obras en el music hall (como es el caso de la representaci¨®n de Josephine Baker) y el ballet para sus creaciones plenas de movimiento y volatilidad.

Bellezas de ba?o

Otras estatuillas, caso de los dise?os estilizados de Hagenauer, as¨ª como los denominados bronces, aportan motivos sugerentes de corte naturalista, como ocurre con piezas de Guiraudad-Rivi¨¨re, Boudrain o Juan Clar¨¢. Hay que sumar, adem¨¢s de las denominadas bellezas de ba?o -peque?as piezas cargadas de erotismo-, la muestra selecta de bronces de Viena, obras ex¨®ticas policromadas de temas orientales y animal¨ªsticos.

Tambi¨¦n los vidrios aportan elementos valiosos al museo. Las piezas de Emile Gall¨¦ est¨¢n consideradas como las m¨¢s representativas de un movimiento que mostr¨® su capacidad decorativa en jarrones, l¨¢mparas y otros motivos, piezas bien representadas en la Casa Lis, junto a piezas modernistas de otros vidrieros de la escuela de Nancy, como los hermanos Daum. No faltan aportaciones del autor de frascos de gran belleza Ren¨¦ Lalique. En ese campo la colecci¨®n se nutre con aportaciones de Mucha, Faberg¨¦ y del catal¨¢n Llu¨ªs Masriera.

Las colecciones de esmaltes, jarras y porcelanas se refuerzan con otras de abanicos, as¨ª como pintura y, sobre todo, de mu?ecas con cabeza de porcelana. Las mu?ecas "son como mis hijas", se?alaba Ramos Andrade (1944-1998), anticuario que se form¨® e hizo fortuna en el extranjero tras haber salido de la localidad natal de Navasfr¨ªas (Salamanca) en su ni?ez. Su legado de la Casa Lis lleva aparejada la contrapartida del pago, con los ingresos del museo, de becas a los ni?os y de estancias en residencia a los ancianos del pueblo en el que naci¨®.