Alternativas a la 'directiva Bolkestein'
El autor propone retirar la norma europea de liberalizaci¨®n de servicios por considerarla una clara amenaza para el Estado de bienestar
La llamada directiva para la liberalizaci¨®n de servicios, conocida tambi¨¦n como directiva Bolkestein, en referencia al ex comisario holand¨¦s que la impuls¨®, se encuentra en estos momentos en fase de discusi¨®n en el Parlamento Europeo. Han sido ¨¦stos unos d¨ªas de cierta confusi¨®n. Por un lado, Jacques Chirac, en pleno debate euroconstitucional y sin duda influenciado por la creciente movilizaci¨®n de sindicatos y movimientos sociales contrarios a la directiva, insisti¨® en que el texto volviera a la Comisi¨®n para ser revisado. Por su parte, Dur?o Barroso, presidente de la Comisi¨®n, se resiste a revisar el texto a la espera de que el Parlamento Europeo se pronuncie. Por nuestra parte, en mayo debe votarse el informe correspondiente en el comit¨¦ de Mercado Interior (IMCO), junto con las opiniones de otros comit¨¦s (entre ellos, el de mujeres e igualdad de oportunidades, FEMM, que hemos votado en abril). En plenaria, la discusi¨®n y voto tendr¨¢n lugar finalmente en junio.
Esta propuesta de directiva ya ha sido bautizada maliciosamente en el seno de las movilizaciones ciudadanas como la directiva Frankenstein, por lo monstruoso de algunos de los aspectos que propugna. Y es que no es para menos.
No hay nada malo en querer reducir las barreras injustificadas a la libre circulaci¨®n de servicios en el marco de un mercado ¨²nico, siempre y cuando se haga de forma responsable, garantizando que ello no menoscabe los derechos sociales y ambientales, y avanzando hacia una armonizaci¨®n a escala europea de la legislaci¨®n sobre servicios. Tal y como est¨¢ planteada, sin embargo, y teniendo en cuenta especialmente el llamado principio del pa¨ªs de origen, lo que hace esta propuesta de directiva es fomentar tres tipos de dumping: social, ambiental y normativo. Cabe se?alar, adem¨¢s, que las mujeres son uno de los grupos que m¨¢s negativamente se ver¨ªa afectado con la entrada en vigor de dicha directiva.
En otras palabras, la directiva Bolkestein supone una clara amenaza para el Estado de bienestar europeo, por lo que lo m¨¢s razonable ser¨ªa retirarla, y que en su lugar, tanto la Comisi¨®n como los Estados miembros, priorizaran el desarrollo de programas europeos en el marco de la estrategia europea para incrementar el empleo y la igualdad de oportunidades en el sector servicios, en especial en los ¨¢mbitos de la protecci¨®n ambiental, de los servicios sociales, de la cultura y de la movilidad.
No obstante, y asumiendo que hoy por hoy la correlaci¨®n de fuerzas en el Parlamento Europeo hace que sea dif¨ªcil confiar en que la Euroc¨¢mara propondr¨¢ retirar el texto, lo que s¨ª es factible, al menos, es intentar modificarlo en algunos aspectos claves. Ah¨ª van algunas propuestas concretas que hacemos desde el Grupo Verdes/ALE del Parlamento Europeo: la Comisi¨®n deber¨ªa, en primer lugar, empezar por proponer una directiva que definiera los principios fundamentales de los servicios p¨²blicos, y por establecer las condiciones que garanticen su financiaci¨®n p¨²blica y el acceso generalizado a ellos, sin discriminaci¨®n en t¨¦rminos de situaci¨®n social o de lugar de residencia. Segundo, la Comisi¨®n deber¨ªa llevar a cabo una evaluaci¨®n del impacto de las liberalizaciones sectoriales ya emprendidas en el campo de los servicios antes de proponer una nueva liberalizaci¨®n. Tercero, la Comisi¨®n deber¨ªa proponer una mejora de la directiva con relaci¨®n al desplazamiento de trabajadores y trabajadoras para fortalecer los derechos de estas personas y el di¨¢logo social, extender su campo de aplicaci¨®n e incluir totalmente los convenios colectivos. Finalmente, un enfoque alternativo sobre un n¨²mero determinado de servicios comerciales deber¨ªa ser coherente con el objetivo de la armonizaci¨®n comunitaria y apoyarse sobre los siguientes principios: a) deber¨ªan excluirse los servicios p¨²blicos del ¨¢mbito de la directiva, lo que implica que ¨¦sta debe basarse en un campo limitado que incluya una lista positiva de sectores que deber¨ªan estar cubiertos en lugar del enfoque actual en que se incluyen todos, por defecto, y se hace una lista negativa de los excluidos; b) sustituir el principio del pa¨ªs de origen por el de pa¨ªs de acogida mientras no haya armonizaci¨®n fiscal y social al alza a escala europea; c) es preciso que exista un m¨¦todo abierto de coordinaci¨®n sobre la libertad de establecimiento antes que un enfoque legislativo, con objeto de comparar las exigencias de los Estados miembros en el marco de la prestaci¨®n de servicios y de avanzar progresivamente hacia una mayor convergencia en la perspectiva de una futura armonizaci¨®n; d) la creaci¨®n de oficinas ¨²nicas y de otros instrumentos administrativos para facilitar el acceso de los prestatarios de servicios a las informaciones pertinentes y de mejorar la cooperaci¨®n administrativa entre los Estados miembros.
Ra¨²l Romeva es eurodiputado por ICV (Grupo Verdes/ALE del Parlamento Europeo) y miembro de la Comisi¨®n de Mujeres e Igualdad de Oportunidades.
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