Un encuentro sindical plantea que el acoso sexual se considere riesgo laboral
UGT reclama m¨¢s atenci¨®n para la salud de las trabajadoras
El cat¨¢logo de enfermedades laborales excluye las patolog¨ªas que afectan en mayor medida a las trabajadoras, como es el caso de los cuadros provocados por la doble jornada que asumen muchas mujeres. Varias especialistas, que participaron en un foro organizado por UGT Andaluc¨ªa, reclamaron tambi¨¦n que se tipifique como accidente de trabajo los problemas de salud derivados del acoso sexual.
El 50% de los expedientes que ha abierto la abogada laboralista Roc¨ªo Mateo desde 2002, cuando arranc¨® el servicio de defensa legal de trabajadoras que atiende en UGT-Andaluc¨ªa, obedece a casos de acoso sexual. No todos prosperan, ni todos se ganan. A veces, la abogada tiene la sensaci¨®n de que incluso pierden cuando ganan. "Tengo que decir que el acoso sexual sale gratis, las indemnizaciones judiciales son rid¨ªculas", confes¨® en respuesta a la pregunta de uno de los asistentes a la jornada organizada el mi¨¦rcoles por el sindicato sobre La salud laboral de las mujeres en Sevilla.
Mateo cit¨® la reciente sentencia de un juzgado de lo penal de Ja¨¦n que multa con 300 euros a un acosador y otra de Granada que impone 1.200 euros por da?os morales a una trabajadora. "Cometemos un error si tratamos el acoso sexual como infracciones, es m¨¢s seguro derivarlo hacia el riesgo laboral", apuntill¨® la profesora de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Complutense, Yolanda S¨¢nchez-Ur¨¢n. "Es un problema de enorme envergadura porque el riesgo laboral no es el acoso laboral en s¨ª, si no sus consecuencias", aclar¨®.
En opini¨®n de la profesora, la tipificaci¨®n como riesgo laboral de los problemas derivados del acoso ayudar¨ªa a rebajar la actual inseguridad jur¨ªdica y dejar¨ªa "menos margen para la actuaci¨®n discrecional del juez". "Cuanto m¨¢s se objetive m¨¢s f¨¢cil es su persecuci¨®n y m¨¢s dif¨ªcil que se cometan fraudes, porque ahora puede haber mujeres que declaren que han sufrido acoso sexual sin haberlo sufrido", agreg¨®.
S¨¢nchez-Ur¨¢n cit¨® un convenio provincial de C¨¢diz del sector sanitario que incluye dentro de los riesgos laborales los derivados del acoso sexual como el ¨²nico ejemplo que conoce donde se ha avanzado en esa direcci¨®n pero advirti¨® que la tendencia general incluye el acoso sexual dentro del cap¨ªtulo disciplinario y no el de la salud laboral. "La negociaci¨®n colectiva tiene que adoptar el papel que no toma el legislador", subray¨®.
En su intervenci¨®n, Roc¨ªo Mateo defendi¨® asimismo la consideraci¨®n del acoso sexual como accidente de trabajo y record¨® una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha de 1989 que fue la primera en reconocerlo. Mateo se?al¨® que a pesar de no estar considerado como riesgo laboral en la actual legislaci¨®n, existen v¨ªas para declararlo como enfermedad laboral y obligar a la empresa a velar por erradicarlo.
De los 16 procedimientos por acoso sexual que se han concluido desde que se puso en marcha el servicio de defensa legal de UGT, el 38% de las sentencias fueron condenatorias y un 6% fueron absolutorias. Sin embargo, el 25% de las trabajadoras que denunciaron desistieron durante el proceso. El sobreseimiento zanj¨® el otro 31% de los casos.
La secretaria de la Mujer de UGT-Andaluc¨ªa, Lola Gavil¨¢n, lament¨® el escaso conocimiento existente sobre la salud laboral de las mujeres, sobre la que apenas se dispone de datos espec¨ªficos, y sobre la que tampoco se vela en los convenios colectivos. "El ¨²nico aspecto que tocan el conjunto de medidas laborales tiene que ver con la protecci¨®n de la reproducci¨®n, el embarazo y la maternidad", explic¨®.
Gavil¨¢n reclam¨® que se tengan en cuenta problemas de salud como "el estr¨¦s por la doble carga" que sufren las mujeres. "La sociedad nos obliga a ser las cuidadoras y al mismo tiempo nos penaliza por ello", censur¨®."No podemos promocionarnos ni formarnos por ser cuidadoras y soportamos enfermedades arrastradas por este motivo como el estr¨¦s, la fatiga, las depresiones o los dolores musculo-esquel¨¦ticos", agreg¨® la sindicalista, que reclam¨® que se consideren enfermedades laborales.
M¨¢s carga, m¨¢s estr¨¦s
Maribel Algar¨ªn, t¨¦cnica del Centro Nacional de Medios de Protecci¨®n de Sevilla del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, explic¨® que el estr¨¦s de las trabajadoras est¨¢ asociado a "las condiciones laborales y a la doble jornada de trabajo". Para combatirlo, plante¨® una serie de medidas como la abolici¨®n de las discriminaciones de g¨¦nero, la introducci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en la salud laboral y la promoci¨®n de cambios en la organizaci¨®n del trabajo que permitan prevenir problemas de salud.
Algar¨ªn aport¨® datos de diferentes estudios sobre el estr¨¦s de las mujeres con empleo remunerado. Un informe elaborado en 10 provincias espa?olas concluy¨® que el 50,2% de las trabajadoras encuestadas lo sufr¨ªan y que tienen m¨¢s riesgo que los hombres de padecerlo. Entre los datos facilitados en la jronada por Maribel Algar¨ªn figuraron la diferencia de tiempo que dedican al trabajo dom¨¦stico hombres y mujeres. Mientras ellos invierten 44 minutos en las tareas de casa, ellas emplean 3 horas y 58 minutos.
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