Azul hipn¨®tico en la Costa Brava

M¨¢s all¨¢ del ver est¨¢ el mirar. Una semi¨®tica visual capaz de sentar c¨¢tedra y fundir la retina de quienes se pasan el d¨ªa entero apostados en la terraza del parador de Aiguablava (agua azul), observatorio vegetal y privilegiado de la Costa Brava. So?ar, meditar, leer, ingerir, far niente... Pero, m¨¢s que nada, entregarse a la vida contemplativa desde esta atalaya inasible a la promiscuidad veraniega: los pinos, las pitas, el acantilado, la mar... El jard¨ªn hom¨¦rico a punto de descolgarse por el ap¨¦ndice peninsular desde la Punta d'Es Muts. La arquitectura c¨²bica y blanca, rasante, avizora de las calas secretas que flanquean Begur. Los di¨¢fanos interiores sin cortapisas ni sombras. Las tintas, aguafuertes y puntas secas expuestas en los salones y en todas las habitaciones, tan llamativas por sus colores como por quienes las han firmado: T¨¤pies, Canogar, Mir¨®, Picasso...

Mirar, y no marearse de tanto admirar. La carretera de acceso serpea en mil y una revueltas. Nadie turistea si no es con destino al parador. En recepci¨®n, el servicio se emplea con m¨¢s diligencia desde la llegada al establecimiento de un nuevo director, Alberto San Sebasti¨¢n. Sobre el mostrador, unos barquitos de madera bien coquetos sugieren en la guaira el men¨² del restaurante Mar i Vent, abajo en la playa, especializado en pescados, mariscos y esqueixadas del Baix Empord¨¤.

La noche entra de preferencia por el costado de la terraza, momento en el cual la raya del horizonte suele perderse entre las neblinas del terral hasta la ma?ana siguiente. Todo late a ritmo de blues en el parador.

Las habitaciones se saturan de colores rojo bermell¨®n, verde manzana y salm¨®n. Tras la ¨²ltima reforma, el mobiliario gana en lustre y la tapicer¨ªa hace juego entre s¨ª. Los cuartos de ba?o ofrecen una visi¨®n m¨¢s higi¨¦nica, mejor avitualladas de cosm¨¦ticos.

Amplias y confortables como s¨®lo cabe imaginar en los paradores de costa, todas ofrecen vistas al azul marino en sus horas matinales o vespertinas. Un lujo ¨®ptico muy superior al de rascarse el bolsillo por las j¨²nior suites de la planta alta, con ba?eras de hidromasaje. Incluso que el de entrar en trance vacacional en los dormitorios minimalistas escaleras abajo del vest¨ªbulo recepci¨®n, orientados a la cala de Aiguablava.