El PSOE logra acabar en el Senado con el trasvase del Ebro por dos votos

El PSOE logr¨® ayer, despu¨¦s de llamar a rebato a todos sus senadores, que la C¨¢mara alta acabara definitivamente con el trasvase del Ebro como proyecto legal. Por s¨®lo dos votos, despu¨¦s de aquilatar el apoyo de todos sus socios para dejar al PP solo con sus 126 senadores, los socialistas lograron deshacer el entuerto de la Comisi¨®n de Medio Ambiente de la C¨¢mara. All¨ª, la semana pasada, la ausencia de un parlamentario de Entesa hab¨ªa permitido al PP recuperar el trasvase del Ebro.

Los l¨ªderes del grupo socialista lograron convocar a todos los suyos, incluido al habitualmente ausente Francisco V¨¢zquez, alcalde de A Coru?a, contuvieron la respiraci¨®n y, por 128 a 126 votos, vieron c¨®mo se aprobaba una enmienda que recuperaba el texto original.

La votaci¨®n fue complej¨ªsima, porque el PP intent¨® en todo momento dividir el voto de los socios del PSOE con propuestas que pudieran aceptar. De hecho, en el tr¨¢mite tanto el PP como CiU lograron aprobar algunas enmiendas que modifican la voluntad socialista, aunque de contenido menor. ?stas, adem¨¢s, podr¨¢n ser modificadas de nuevo cuando vuelvan al Congreso. Los socios del PSOE s¨®lo fallaron al votar una modificaci¨®n del trasvase J¨²car-Vinalop¨®, ya iniciado. El PP vot¨® en contra al igual que, por diferentes razones, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya Verds e Izquierda Unida, y el Senado se opone, por tanto, a la v¨ªa intermedia propuesta por el Gobierno para continuar esa obra.

Lo importante para el PSOE, pol¨ªticamente, era que se aprobara la enmienda n¨²mero 88, que derogaba el trasvase del Ebro, una obra de m¨¢s de 1.000 kil¨®metros para llevar agua desde este r¨ªo hasta Almer¨ªa, pasando por la Comunidad Valenciana y Murcia.

Pancartas prohibidas

Cuando se aprob¨®, los jefes de filas del PSOE respiraron tranquilos, mientras los del PP exhib¨ªan en sus esca?os pegatinas de "agua para todos". En las tribunas, un grupo de regantes valencianos mantuvo en alto sus pancartas a favor del trasvase, sin que ninguna autoridad de la C¨¢mara impidiera esta il¨ªcita demostraci¨®n, tan prohibida para el p¨²blico como los aplausos.

El debate fue un cruce constante entre intereses de las diferentes autonom¨ªas. Los senadores valencianos del PP se dirig¨ªan a sus colegas socialistas de esa comunidad para pedirles que rompieran la disciplina de voto, siempre con el intento no disimulado de deteriorar su imagen en la pol¨ªtica local.

Mientras, los senadores aragoneses tambi¨¦n se tiraban el trasvase a la cabeza. El PP, sobre todo a trav¨¦s de Gustavo Alcalde, l¨ªder de este partido en Arag¨®n, habl¨® de "pol¨ªtica insolidaria" y trat¨® de demostrar que la derogaci¨®n del trasvase se produce para "pagar una deuda a Pasqual Maragall y a Josep Llu¨ªs Carod Rovira".

El PSOE, a trav¨¦s de su portavoz, Segundo Bru, y el presidente del grupo, Joan Lerma, ambos valencianos, recordaron que la muerte del trasvase estaba en el programa electoral de los socialistas, que no pod¨ªan hacer otra cosa que cumplirlo. "Si hay sequ¨ªa en Valencia, tambi¨¦n la hay en Arag¨®n o Catalu?a, no es momento de trasvases", explic¨® Lerma.

Jos¨¦ Mar¨ªa Mur, del Partido Aragon¨¦s, record¨® a los populares que este grupo, fundamental como todos en la votaci¨®n de ayer, "se opuso al PHN del PP pero antes al del PSOE". Adem¨¢s record¨® que el PP llegaron "a un acuerdo sobre pol¨ªtica hidr¨¢ulica en Arag¨®n en 1996 que luego no cumpli¨®".