?Tambi¨¦n corrupci¨®n?

Hoy se cumplen dos a?os del accidente del Yak-42, que se estrell¨® en Turqu¨ªa y en el que perecieron 62 militares espa?oles de regreso de Afganist¨¢n y 13 tripulantes ucranios. El borrador final, ahora conocido, del informe de la Comisi¨®n Internacional que investiga las causas del siniestro confirma algunas de las conclusiones del presentado en octubre pasado por el ministro Bono en el Parlamento, y precisa aspectos que se conoc¨ªan s¨®lo parcialmente. Entre otros, el coste real de la contrataci¨®n del avi¨®n y la asombrosa red de intermediarios que intervinieron -y cobraron- entre el pagador, el Ministerio de Defensa, y la compa?¨ªa propietaria del avi¨®n. Esa intermediaci¨®n aument¨® el coste al menos en un 40%.

Defensa pag¨® 170.000 d¨®lares, pero la compa?¨ªa ucrania propietaria del aparato s¨®lo percibi¨® 45.000. Descontando el coste del combustible y tasas aeroportuarias, se habr¨¢n quedado por el camino casi 65.000 d¨®lares. Eso explica la elevada cifra pagada por Espa?a, superior a lo que habr¨ªa costado un vuelo comercial con cualquier compa?¨ªa y, a la vez, el relativamente bajo precio pagado a los ucranios.

La conclusi¨®n central del informe es que la causa principal del accidente fue la "extremada fatiga" de los pilotos tras cuatro horas y media de vuelo -desde la ¨²ltima escala- y 22 horas de actividad, lo que les llev¨® a adoptar decisiones err¨®neas. Tambi¨¦n confirma que el vuelo no debi¨® iniciarse sin una reparaci¨®n o sustituci¨®n de la caja negra, inutilizada desde mes y medio antes. Esta conclusi¨®n coincide con otras del informe de Defensa que constata fallos t¨¦cnicos, as¨ª como insuficiente adiestramiento de la tripulaci¨®n. Y se une a otras plenamente acreditadas, como la desaparici¨®n en el tr¨¢fico de intermediarios del seguro de vida incluido en el precio pagado por el ministerio, y la err¨®nea identificaci¨®n por los forenses espa?oles de los 30 cad¨¢veres que les correspondi¨® analizar.

La investigaci¨®n judicial abierta deber¨¢ dilucidar si alguien se lucr¨® -por ejemplo, percibiendo comisiones- en esa cadena de intermediaciones. Hubo 44 vuelos similares en los meses anteriores al siniestro, por lo que la cantidad en juego puede ser elevada. Ello a?ade un motivo adicional a los ya existentes para que el entonces ministro Trillo asuma su responsabilidad pol¨ªtica en tan nefasta gesti¨®n.