Un favor, un voto
La dif¨ªcil investigaci¨®n de un fraude electoral ejemplifica el clientelismo en la Galicia rural
Dos carteros frustraron el fraude. Alarmados ante la burda manipulaci¨®n de los sobres, rehusaron repartir el voto por correo en el municipio de San Cristovo de Cea (Ourense) e informaron a sus superiores, que contactaron con la Junta Electoral de Zona. Faltaban cuatro d¨ªas para las elecciones municipales de 2003 y acababa el plazo del voto por correo, cuando la Junta Electoral de Zona anul¨® el proceso, orden¨® que se repitiese y deriv¨® a la Fiscal¨ªa el intento de fraude en esta localidad de 2.994 vecinos.
La semana pasada, ambos carteros corroboraron que los sobres evidenciaban una alteraci¨®n chapucera, durante su declaraci¨®n en el juzgado que investiga el caso. Los carteros afirmaron ante el juez que los documentos hab¨ªan permanecido seis d¨ªas en la oficina postal a pesar de que la legislaci¨®n obliga a un inmediato reparto. El empleado de Correos que atiende la sucursal de Cea, Domingo Prieto, esquiv¨® su comparecencia ante el juzgado con un parte de baja por enfermedad. Prieto es el ¨²nico imputado porque ninguno de los 132 votantes citados para averiguar de qui¨¦n parti¨® el fraude ha apuntado hacia direcci¨®n alguna.
Ciertamente algunos de los votantes no habr¨ªan podido aclarar nada, como una religiosa destinada en ?frica y varios emigrados que no pisan el pueblo desde hace d¨¦cadas. El juez renunci¨® a tomar declaraci¨®n a 11 personas despu¨¦s de desplazarse a sus domicilios y comprobar que sufr¨ªan enfermedades invalidantes como el mal de Alzheimer. Otros tambi¨¦n evidenciaron fallos notables de memoria al no recordar si hab¨ªan rellenado el impreso para pedir el voto, qui¨¦n les hab¨ªa llevado la documentaci¨®n e incluso a qu¨¦ partido votaron. La amnesia afect¨® asimismo a Francisco Daponte, un octogenario que antes de ir al juzgado hab¨ªa relatado a La Voz de Galicia una visita del alcalde, Jos¨¦ Luis Valladares (PP), en v¨ªsperas electorales: "Nos dijo que era mejor que vot¨¢ramos por correo, hice todo lo que ellos me dijeron. Adelaida [su cu?ada] y yo pusimos el dedo y mi mujer, como sabe firmar, hizo una r¨²brica".
A prop¨®sito del asunto, Valladares, al que este diario trat¨® de entrevistar, sin ¨¦xito, asegur¨® que se sent¨ªa "totalmente tranquilo". "Al final no vali¨® ninguno de esos votos ya que yo no los necesitaba", afirm¨® en 2004. Y as¨ª es. Su candidatura logr¨® siete concejales y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), la ¨²nica fuerza que lograr ara?ar representaci¨®n a los populares en el pueblo, dos. La mayor¨ªa absoluta de Valladares jam¨¢s hab¨ªa peligrado en esta localidad donde el 37% de los vecinos pasa de los 65 a?os.
"Es un sistema competitivo entre ellos, para poder demostrar su fuerza dentro del partido, su meta es lograr que no haya oposici¨®n", se?ala Xos¨¦ Manuel Quintela, edil nacionalista de San Cristovo. Pero Quintela, tras 20 a?os en la corporaci¨®n, no se enga?a: "La gente est¨¢ con ellos, tienen un sistema montado, incluidos los presupuestos, para conseguir votos". La portavoz municipal del BNG, Mari?a Arbor, describe el caldo de cultivo: "Es una sociedad acr¨ªtica con las necesidades b¨¢sicas cubiertas".
Los derechos se gestionan como d¨¢divas. "Que te adelanten una cita m¨¦dica, te coloquen una farola, te env¨ªen al asistente social, te gestionen una prestaci¨®n o te den un empleo, todo lo proponen como un favor", lamenta Quintela. En la aldea la pol¨ªtica se convierte en un t¨² a t¨², un intercambio de detalles donde los votos y los silencios corresponden al ciudadano, como se evidenci¨® en el hermetismo mostrado ante el juez sobre el fraude electoral.
El arte del favor es dominado con maestr¨ªa por un pol¨ªtico campechano y listo como Jos¨¦ Luis Baltar, presidente de la Diputaci¨®n de Ourense y del PP provincial que amenaz¨® con escindir a los suyos, entre ellos su hijo Jos¨¦ Manuel, del Grupo Popular en el Parlamento gallego. Baltar, de 64 a?os, pasa consulta en la Diputaci¨®n orensana, donde trabajan familiares de casi todos los diputados provinciales, y es, literalmente, el m¨²sico de las fiestas y el consuelo de los entierros: toca el tromb¨®n en una charanga y se reparte con su hijo, n¨²mero dos en la lista del PP por Ourense, los sepelios, claves en una provincia donde el 48% de sus 339.444 habitantes supera los 50 a?os.
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