Final in¨¦dita, final de siempre

Nada derriba a una final de Copa, ni siquiera el formato de un torneo que hace todo lo posible por desprestigiarse. Osasuna y Betis llegan a Madrid acompa?ados por miles de seguidores, muchos de ellos sin entradas, ante la avalancha de peticiones para acudir al Manzanares. Atr¨¢s queda un a?o donde la Copa apenas ha encontrado eco, mal acomodada en el calendario, casi sepultada por la Liga y las competiciones europeas, en muchas ocasiones en medio del desinter¨¦s de las televisiones. Tampoco ayuda el car¨¢cter trashumante de la final, sin escenario fijo, con la p¨¦rdida simb¨®lica que eso supone. Sin embargo, y por desnaturalizada que est¨¦ la Copa, la final siempre se agiganta. Es el partido m¨¢s apasionado del a?o, el m¨¢s festivo, el que concentra m¨¢s emociones, el que convierte al f¨²tbol en algo m¨¢s que un deporte. Es la final de Copa, nada menos. Siempre ha sido as¨ª y es dif¨ªcil que cambie, a pesar de la desastrosa gesti¨®n del torneo. Pero para los aficionados de Osasuna y Betis es el partido del a?o, una ocasi¨®n para hacer historia.

Llegan a la final dos equipos de larga tradici¨®n en el f¨²tbol, con una leal adhesi¨®n de sus seguidores. Son dos equipos que se distinguen por unas marcadas se?as de identidad, tambi¨¦n identificadas en su juego. A un lado, el Betis, ganador de la final de 1977, partido inolvidable que figura entre las fechas m¨¢s celebradas del club. Gan¨® al Athletic una semana despu¨¦s de celebrarse las primeras elecciones democr¨¢ticas tras el franquismo. Gan¨® con un excelente equipo, el de Esnaola, Carde?osa, Megido, L¨®pez y Alabanda. Tampoco le faltan buenos futbolistas ahora. Tiene buenos espa?oles y magn¨ªficos extranjeros. Con Joaqu¨ªn, Juanito, Oliveira, Edu y Assun??o dispone de soluciones en todas las zonas. Despu¨¦s de conseguir la clasificaci¨®n para la Liga de Campeones, el Betis acude como favorito frente a un rival que se distingue por su capacidad de sacrificio, por una voluntad feroz que incomoda a todos los equipos.

Por tradici¨®n se podr¨ªa hablar de dos maneras opuestas de interpretar el f¨²tbol. Osasuna representa el norte, el juego directo, combatitivo, sin demasiadas concesiones est¨¦ticas. Durante d¨¦cadas, el Betis ha representado el ingenio imprevisible, la intermitencia, la clase que a veces no emerg¨ªa. Ahora, bajo la direcci¨®n de Serra Ferrer, ha perdido bastante de ese perfil para convertirse en un conjunto contragolpeador, bastante atento a blindarse defensivamente y a sacar provecho de la velocidad de sus delanteros, especialmente Joaqu¨ªn y Oliveira, y de los peque?os detalles que muchas veces son decisivos en los partidos. En este sentido, el brasile?o Assuncao ha sido crucial con sus famosos tiros libres. No s¨®lo le ha dado victorias al Betis, sino que ha generado una preocupaci¨®n enorme en sus adversarios, cada vez m¨¢s aterrados ante la idea de cometer faltas a menos de 30 metros del portero.

Osasuna: El¨ªa; Exp¨®sito, Cruchaga, Josetxo, Clavero; Pu?al, Pablo Garc¨ªa; Valdo, Web¨®, Delporte; y Morales.

Betis: Doblas; Melli, Juanito, Rivas, Luis Fern¨¢ndez; Arzu, Assun??o; Joaqu¨ªn, Fernando, Edu; y Oliveira.

Estadio Vicente Calder¨®n (21.00, Telecinco).