Huellas de un enemigo ¨ªntimo
Cinco pistas para rastrear el territorio del lobo ib¨¦rico
Durante siglos, el ser humano ha ido tras el lobo para aniquilarlo. Pero este inteligente animal, casi siempre nombrado en los cuentos y leyendas que se narraban anta?o a la temblorosa luz del fuego, se las ha apa?ado para sobrevivir a las m¨¢s sanguinarias cacer¨ªas y resiste a¨²n en las sierras del noroeste del pa¨ªs. Hoy quedan unos 2.000 lobos, y esta especie tan odiada como admirada vuelve a ver crecer sus territorios.
Seguir la pista del depredador no es nada sencillo, pues su instinto de supervivencia le ha ense?ado a volverse invisible a los humanos. Aun as¨ª, uno puede adentrarse en el rastro marcado en la cultura de los pueblos que lleva a mitos y pesadillas del pasado, pero tambi¨¦n hasta un animal fascinante que cautiva al ser humano.
1 'Cortellos' en la sierra de la Culebra
(ZAMORA)
Cuando cae la noche en la sierra de la Culebra, todav¨ªa algunos pastores encierran las ovejas entre unos gruesos muros de piedra que recuerdan a fortificaciones, las corralas. No es de extra?ar: ¨¦sta es la zona con mayor densidad de lobos de Europa occidental, de cinco a seis por cada 100 kil¨®metros cuadrados. Aqu¨ª huele a lobo.
Las tropel¨ªas del c¨¢nido con el ganado lo han convertido en el enemigo n¨²mero uno de los humanos, que lo han perseguido como al mismo diablo. Como vestigio de esta guerra entre especies, quedan hoy en pie antiguas trampas comunales con la que los pueblos le daban caza, los cortellos de Lubi¨¢n y Barjacoba. El sistema es sencillo: un recinto circular de piedras construido de tal forma que, desde fuera, una parte del muro est¨¢ a ras de suelo, pero desde dentro toda la pared mide varios metros de alto. En medio, una cabra como cebo. Si el lobo entraba, ya no volv¨ªa a salir. Cuenta Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa D¨ªez, en Lobos: historia y leyendas, que una vez en Barjacoba alguien tuvo una ocurrencia: "?Y si le quitamos la piel y lo paseamos vivo por el pueblo?".
Aunque las trampas est¨¢n desactivadas, no ocurre as¨ª en la Culebra con las escopetas. No obstante, un nuevo fen¨®meno puede reconciliar al fin a lobos y humanos: el turismo. Asociaciones como Galanthus ofrecen salidas guiadas para intentar ver al depredador en libertad.
2 Exposici¨®n sobre el lobo en Ja¨¦n
Las carlancas son los terror¨ªficos collares de pinchos que se colocan en el cuello de los mastines que cuidan del ganado para protegerlos de la dentellada del lobo. Y son tambi¨¦n una de las muchas curiosidades relacionadas con el depredador que pueden encontrarse en la exposici¨®n itinerante Amigo lobo, montada en la Sala de Exposiciones Caja Duero de Benavente por el bi¨®logo Carlos Sanz, junto a pinturas, sellos, monedas... Lo que empez¨® como una simple muestra fotogr¨¢fica de este disc¨ªpulo de Rodr¨ªguez de la Fuente ha ido creciendo y est¨¢ ya cerca de convertirse en el primer museo del lobo del pa¨ªs, a falta de un emplazamiento definitivo, que podr¨ªa ser Bo?ar, en Le¨®n.
La muestra se inaugura en Ja¨¦n el pr¨®ximo jueves 16 en el palacio de Villadonpardo, y luego cambiar¨¢ de escenario. Lo m¨¢s sorprendente de la colecci¨®n son las im¨¢genes tomadas por Sanz durante muchos a?os de convivencia con los depredadores, a los que tiene metidos en su propia casa. Unas fotos con las que el bi¨®logo quiere acabar con el t¨®pico del animal fiero.
3 Chorco de la Corona, en el Cares
(LE?N)
En Picos de Europa, antes de adentrarse por los estrechos desfiladeros de la ruta del r¨ªo Cares, llama la atenci¨®n al caminante una extra?a construcci¨®n de troncos de madera cercana a Posada de Valde¨®n. Es el Chorco de la Corona, quiz¨¢ la trampa para lobos con m¨¢s fama e historia. Se trata de una doble empalizada que se va estrechando, en forma de embudo, hasta un foso de piedra. C¨®mo funciona est¨¢ descrito al detalle en las Ordenanzas de Monteros de 1610, donde se especifican las obligaciones y las funciones de los habitantes de los diferentes pueblos de la zona. Al bramido de los cuernos y el repicar de las campanas a rebato, todos los vecinos varones entre 16 y 65 a?os estaban obligados a acudir a los m¨¢rgenes del r¨ªo Cares y andar desplegados en direcci¨®n a la trampa. Con estas batidas se empujaba al asustado c¨¢nido hacia el Chorco. Hu¨ªa justo hacia su propia perdici¨®n, abocado a un final terrible. Se estima que en este tipo de trampa acabaron sus d¨ªas alrededor de un millar de lobos, la mitad de los que viven hoy.
4 La ermita de San Pedro de Tejada
(BURGOS)
Una mano virtuosa dej¨® grabadas en la piedra hace ocho siglos horripilantes escenas de lobos devoradores de hombres: cabezas de lobos que cierran sus mand¨ªbulas sobre brazos humanos, c¨¢nidos que golpean cuerpos inertes... Dibujadas a golpe de cincel en los capiteles de la ermita de San Pedro de Tejada, constituyen uno de los mejores testimonios de iconograf¨ªa lupina. No es un caso aislado, el lobo est¨¢ presente desde tiempos inmemoriales en el arte y la religi¨®n. De hecho, su figura aparece en urnas y platos ceremoniales de los antiguos ¨ªberos. Hoy podemos rastrear sus huellas en carnavales como el de Vijanera (Cantabria) o en otras muchas ermitas burgalesas del medievo: Jaramillo de la Fuente, Santa Mar¨ªa del Valle, San Pantale¨®n de Losa...
5 La Ca?ada Real de Peralejo
(MADRID)
A 48 kil¨®metros de Madrid, un enorme lobo vestido con su bello pelaje de invierno ense?a los colmillos a otro en postura amenazante. El macho dominante hace ver su posici¨®n en la jerarqu¨ªa con los c¨®digos de la especie. En pocos sitios se ve m¨¢s cerca a este animal social como en el Centro de la Naturaleza Ca?ada Real (una finca que cuenta con una manada de lobos, entre otras especies). Tan es as¨ª que estos c¨¢nidos son los protagonistas de reportajes fotogr¨¢ficos y pel¨ªculas sobre la especie. La ¨²ltima, Romasanta, con Elsa Pataky.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Asociaci¨®n Galanthus (934 54 25 67; www.asganlanthus.org). Excursiones guiadas a la sierra de la Culebra, en Zamora, para rastrear el territorio del lobo.- Exposici¨®n itinerante Amigo Lobo (carlossanzlobop@telefonica.net).- Centro de la Naturaleza Ca?ada Real (918 90 69 80; www.opennature.com). Se puede observar una manada de lobo ib¨¦rico y otras especies de la sierra madrile?a. Adultos, 8 euros; ni?os, 4,50.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.