L¨ªnea directa con la calle

Sin pretensiones de erigirse en la voz de nadie, ni de nada, el carabanchelero Rosendo volvi¨® a demostrar en la presentaci¨®n en Madrid de su ¨²ltimo disco Lo malo es... ni darse cuenta que tiene l¨ªnea directa con el coraz¨®n de los an¨®nimos, de la gente de la calle, de esos chavales a los que no les alcanza el bolsillo para renovar ilusiones, ni mucho menos para org¨ªas de consumo.

Seguramente compuesto en pleno lamento por la atm¨®sfera autoritaria que destilaba el anterior Gobierno, los temas del ¨¢lbum sonaron rabiosamente a reivindicaci¨®n social en clave de individuos absurdamente sometidos, que es como se sienten muchos de los que no entienden para qu¨¦ votan si cada vez les va peor. El maestro Rosendo lo cantaba en Duele pensar: "H¨¢gase en nosotros vuestra santa voluntad. Lo hemos decidido por unanimidad. V¨¢lgame santa democracia".

Calaba el discurso de Rosendo a base de guitarra gruesa, voz nada bustam¨¢ntica y esquematismo instrumental de rudeza comprobada. El p¨²blico, claro, estaba a todas. A las nuevas, como esa reivindicaci¨®n del hedonismo que es El acogote, y a las viejas, como esos truenos a?ejos que se llaman Agradecido, Flojos de pantal¨®n, ?Y dale! o el cl¨¢sico Maneras de vivir. Incluso de las ins¨®litas revisiones de otros, como la que Rosendo hace del Vagabundear de Serrat, que le viene al pelo. Mucho Rosendo, como siempre. Un rockero cl¨¢sico que s¨®lo necesita comportarse de modo natural para convencer.