El S¨®nar viaja por los paisajes sonoros y visuales del siglo XXI
El festival arranc¨® ayer en Barcelona con gran afluencia de p¨²blico
El S¨®nar es un paisaje visual y sonoro que desde hace 12 a?os transforma por tres d¨ªas el centro de Barcelona para convertirla en ef¨ªmera capital de la cultura electr¨®nica. Y el paisajismo es este a?o uno de los protagonistas de este festival de arte y m¨²sicas avanzadas que ayer arranc¨® con casi todas las entradas vendidas y un programa en el que destacaron las actuaciones que combinan m¨²sica y cocina.
La electr¨®nica castiza y aguerrida de Cycle, las especulaciones electr¨®nicas del brasile?o Artificial y la denuncia musical que Matthew Herbert realiz¨® contra la comida r¨¢pida fueron las notas m¨¢s descollantes de la primera jornada diurna del S¨®nar 2005. Fue la actuaci¨®n de Herbert la que m¨¢s p¨²blico congreg¨®, unas 1.600 personas, al llenar por completo el hall del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) media hora antes de que se iniciase su actuaci¨®n. Acompa?ado por tres m¨²sicos y una cocinera que condiment¨® viandas de las que Matthew dio cuenta mientras en una pieza sonaba enlatada la voz de su mujer, Dani Sicilliano, el m¨²sico ingl¨¦s puso en escena Plat du jour, un ¨¢lbum en el que los sonidos de origen culinario adquieren todo el protagonismo.
Calzado con unas botas de pescadero y cubierto con delantal como todos sus m¨²sicos, Herbert orquest¨® una sinfon¨ªa de ritmos cojos de origen org¨¢nico mientras unas pantallas de v¨ªdeo mostraban c¨®mo condimentar un pollo asado.
Mientras, en el exterior del festival -para el que s¨®lo quedan entradas para las noches del viernes en el Auditori, en donde ayer se celebr¨® el concierto inaugural, y del s¨¢bado en el recinto Fira 2- algunos rezagados suplicaban una entradita que llevarse al bolsillo ante la mirada avariciosa de unos adolescentes que promet¨ªan entradas de reventa. Los que ya estaban dentro, unos 13.000 seg¨²n la organizaci¨®n, deambulaban por los distintos escenarios y ¨¢mbitos del festival con aspecto todav¨ªa lozano. Lleno en la exposici¨®n de Francis Alys en el Macba y en la instalaci¨®n interactiva que en el mismo espacio presentaba el artista Marcel¡¤l¨ª Ant¨²nez. En T¨¢ntalo, el p¨²blico puede ver c¨®mo su rostro se incorpora a alguno de los ocho personajes del v¨ªdeo elaborado por el artista, aunque las acciones que realizan, algunas de porno duro, provocan risas y alg¨²n que otro ataque de pudor.
Sonarm¨¢tica, en el CCCB, mezcla tradici¨®n y futurismo en Randonn¨¦e (Un paseo virtual por el paisajismo del siglo XXI), que re¨²ne el trabajo de 111 artistas y plantea un viaje desde la realidad a la abstracci¨®n. Pueden verse falsos paisajes de Joan Fontcuberta realizados a partir de cuadros famosos; un viaje por el Sena a su paso por Par¨ªs con vistas a edificios inexistentes que se quedaron en proyectos (I love Par¨ªs, de Sophie Gateau), o la creaci¨®n de un ¨¢rbol a partir de la estructura de cualquier website. Un apasionante viaje por lo real e irreal de un mundo tan cambiante y variado como los escenarios del festival.
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