Los desencantados de Ir¨¢n se debaten entre el boicoteo a las urnas y el voto reformista
El ex presidente Rafsanyani aspira a vencer en las elecciones de hoy
"Viernes, ?s¨ª-no?". El breve SMS que ayer inund¨® los m¨®viles resume el dilema que muchos de los 46,8 millones de iran¨ªes con derecho a voto afrontan hoy ante las elecciones presidenciales. No se trata de un plebiscito, pero la duda es votar o no votar. Sometido a una gran presi¨®n interna y externa, el r¨¦gimen ha convertido la participaci¨®n en una prueba de legitimidad, en tanto que los sectores m¨¢s cr¨ªticos promueven el boicoteo. Tras la campa?a m¨¢s competitiva desde la revoluci¨®n isl¨¢mica, no est¨¢ claro que ni siquiera el favorito salga elegido en la primera vuelta.
La carrera se inici¨® con un ganador claro, el ex presidente Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyani, y siete comparsas. Sin embargo, a lo largo de tres semanas de campa?a, dos de los candidatos iniciales han logrado hacerse con un hueco m¨¢s que simb¨®lico en las intenciones de voto. M¨¢s all¨¢ de unas encuestas cuya fiabilidad resulta dudosa, son las movilizaciones populares y los apoyos obtenidos los que han colocado al reformista Mostaf¨¢ Moin y al conservador Mohamed Qalibaf en distintos puestos del podio junto al esperado triunfador.
La previsible dispersi¨®n del voto entre esos tres aspirantes hace muy dif¨ªcil que ninguno supere el 50% de los sufragios (incluidos los votos en blanco) que exige la ley, lo que llevar¨ªa a una segunda vuelta por primera vez en la historia de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Y ah¨ª es donde el ¨ªndice de asistencia a las urnas a?ade emoci¨®n a la cita electoral iran¨ª. Como para los conservadores votar es un deber c¨ªvico y religioso, la abstenci¨®n perjudica en principio al candidato reformista. Sin embargo, con los desencantados del r¨¦gimen pidiendo que se boicotee el proceso, el r¨¦gimen ha hecho pi?a a favor del voto.
"Votar es un deber religioso", declar¨® el l¨ªder supremo, Al¨ª Jamenei, el mi¨¦rcoles horas antes del fin de la campa?a electoral. "Participar es defender la Rep¨²blica Isl¨¢mica contra las agresiones de sus enemigos", subray¨®.
Una elevada asistencia a las urnas reforzar¨ªa a Teher¨¢n en las negociaciones nucleares con Europa y ante las poco veladas amenazas de cambio de r¨¦gimen por parte de EE UU. "La baja participaci¨®n no favorece a nadie", reconoci¨® durante la campa?a Reza Jatam¨ª, n¨²mero dos de Moin y hermano del presidente saliente Mohamed Jatam¨ª. En su opini¨®n con un 40% de votantes, conservadores y reformistas tendr¨ªan las mismas posibilidades. "Por encima de esa cifra, nos favorece", auguraba.
Jatam¨ª fue elegido en 1997 con el 70% de los sufragios y una participaci¨®n del 90%. Desde entonces el entusiasmo electoral ha deca¨ªdo. Su reelecci¨®n en 2001 s¨®lo llev¨® a las urnas al 66,8% de los votantes y las legislativas del a?o pasado cayeron hasta el 50,57%, un r¨¦cord de abstenci¨®n. En 1993, Rafsanyani fue reelegido con una concurrencia del 50,7%. Cualquier tasa por debajo del 50% resultar¨ªa embarazosa. Y por ah¨ª anda la cifra de abstencionistas declarados.
Pero ?realmente importa? Haci¨¦ndose eco de las mismas preocupaciones que quienes piden la abstenci¨®n, Human Rights Watch ha denunciado que las elecciones iran¨ªes no son libres ni justas. "A todos los efectos est¨¢n precocinadas", declar¨® Joe Stork, vicedirector de la secci¨®n de Oriente Pr¨®ximo de esa organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos. "El Consejo de Guardianes designa a unos pocos candidatos, y los iran¨ªes eligen de esa lista muy restringida", explic¨®.
No obstante, muchos iran¨ªes consideran que el voto no es balad¨ª. Aunque gane quien gane el poder real seguir¨¢ estando en manos del l¨ªder supremo, parece claro que no todos los candidatos tendr¨¢n la misma capacidad de maniobra. Muchos reformistas temen que un triunfo de Qalibaf d¨¦ el control total a los conservadores (que adem¨¢s de los ¨®rganos no electos, desde el a?o pasado dominan el Parlamento) y les permita frenar el avance de las libertades individuales emprendido en la etapa Jatam¨ª. Otros recelan del riesgo de inestabilidad si triunfa Moin.
Tal como ha advertido el prestigioso intelectual Abdol Karim Sorush, "Moin se enfrentar¨¢ a los mismos problemas que Jatam¨ª". En ese caso, si act¨²a como Jatam¨ª, s¨®lo incrementar¨¢ la frustraci¨®n. "No, vamos a mantener nuestras promesas y si en alg¨²n momento el sistema nos lo impide, haremos como hizo Mosadegh ante el sha, nos pondremos en manos de la gente", manifest¨® a esta enviada Yalal Mohamedlu, uno de los responsables de la campa?a de Moin en Teher¨¢n. Y es esa perspectiva, un nuevo enfrentamiento en la calle, la que lleva a muchos votantes a pensar en el voto ¨²til. "Tenemos que elegir entre lo malo y lo peor", explica I. N., un funcionario que se define como simpatizante del reformismo, pero que hoy votar¨¢ a Rafsanyani.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.