M¨¢s all¨¢ del sol y playa

El llamado "turismo de sol y playa" ha agotado sus posibilidades de crecimiento. Hay una sobreoferta de plazas hoteleras en las costas espa?olas y tambi¨¦n un d¨¦ficit de calidad en los servicios, aunque hay a¨²n posibilidades de desarrollo en otros turismos, como el deportivo, el cultural o el de salud. El plan de revitalizaci¨®n del turismo que aprob¨® el viernes el Consejo de Ministros y que implica una aportaci¨®n p¨²blica de 107 millones de euros para mejorar la calidad de los destinos tur¨ªsticos maduros, la creaci¨®n de un Consejo Espa?ol de Turismo y la b¨²squeda de nuevos mercados en China e India, entre otras disposiciones, parte de estas premisas y va en la direcci¨®n correcta.

El turismo mantiene su importancia en la econom¨ªa nacional -11% del PIB, 12% del empleo total- pr¨¢cticamente por inercia y con la sensaci¨®n de que su impulso se ha agotado. La balanza tur¨ªstica ya no es capaz de compensar el deterioro de la comercial y las cifras indican que los turistas que llegan a Espa?a disponen de menos capacidad de gasto que en otras ¨¦pocas. As¨ª que la idea del Ejecutivo de facilitar inversi¨®n para mejorar la calidad de las infraestructuras tur¨ªsticas est¨¢ plenamente justificada.

Pero como contrapartida inexcusable, a los que se beneficien de esa financiaci¨®n debe exig¨ªrseles la demostraci¨®n clara de que no contribuyan a generar m¨¢s caos urban¨ªstico en las costas espa?olas. El criterio de sostenibilidad ambiental debe estar en el coraz¨®n de cualquier proyecto, porque as¨ª lo exige la sociedad y la cuenta de resultados de las empresas. Adem¨¢s, Espa?a dispone de grupos tur¨ªsticos poderosos -hoteleros en especial- y un poder auton¨®mico que conoce las dificultades econ¨®micas, tributarias o laborales de cada zona tur¨ªstica. Deben articularse f¨®rmulas que les permitan no s¨®lo ser escuchados, sino participar en las decisiones.