El vac¨ªo que deja la des-Uni¨®n
El par¨®n en la construcci¨®n pol¨ªtica de Europa, la quiebra en la confianza interna y en el proyecto com¨²n, puede tener graves consecuencias para su derredor que acaben repercutiendo sobre su interior. El primer da?o colateral es el fin de ampliaci¨®n de la UE (salvo a Rumania y Bulgaria, que ya han firmado, aunque su ingreso puede retrasarse). La referencia del Consejo Europeo de Bruselas a la ampliaci¨®n no pod¨ªa ser m¨¢s lac¨®nica y corta. Los mismos que sin pensarlo suficientemente (salvo los brit¨¢nicos) se lanzaron a la ampliaci¨®n a 10 en tromba, con igual ligereza tras los noes franc¨¦s y holand¨¦s a la Constituci¨®n Europea han frenado ahora en seco la apertura de la Uni¨®n a otros aspirantes, con unas consecuencias que pueden resultar sumamente desestabilizadoras. Muchos han pensado que los noes a la Constituci¨®n tambi¨¦n lo han sido a la ampliaci¨®n. Y lo han sido. Pero hay que atenerse a las consecuencias.
No es exagerar pensar que, por ello, la guerra, o al menos la violencia, pueda volver a los Balcanes. La falta de perspectiva de ingreso de los pa¨ªses balc¨¢nicos puede, en un futuro inmediato, dificultar sobremanera el nuevo status para Kosovo que se va a plantear a la vuelta del verano. No es lo mismo que permaneciera como una provincia de hecho independiente, pero dentro de una Serbia que tuviese horizontes de ingreso en la UE, a ver que Belgrado se va a quedar fuera. O veremos qu¨¦ pasa con Bosnia.
Respecto a Turqu¨ªa, el Consejo Europeo ha dejado en el aire si abrir¨¢ o no las negociaciones de adhesi¨®n como estaba previsto para principios de octubre, o las postergar¨¢ sine die. Entre otras cosas porque en el oto?o la democristiana Merkel, frontalmente opuesta a la entrada de Turqu¨ªa, puede ser canciller de Alemania. En todo caso, como Francia (en un gesto in¨²til para fomentar el s¨ª en el refer¨¦ndum) ha incluido en su Constituci¨®n nacional que toda nueva ampliaci¨®n ser¨¢ sometida a refer¨¦ndum, dif¨ªcil lo tienen los turcos. El cierre de estos horizontes puede provocar un serio retroceso en el avance de las libertades, la democracia y el Estado de derecho en Turqu¨ªa.
Con Ucrania, pasa algo parecido. Los europeos, entre otros, impulsaron a los ucranios a la rebeli¨®n, y cuando Y¨²shenko finalmente logr¨® que se reconociera su victoria, uno de los primeros objetivos que se marc¨® fue entrar en la UE. Pero la UE no puede ni quiere. Y est¨¢ el movido C¨¢ucaso. Algunos opinan en Bruselas que si la crisis de la Uni¨®n deja este vac¨ªo, ser¨¢ Rusia la que tender¨¢ a llenarlo erigi¨¦ndose en polo alternativo para una recomposici¨®n geopol¨ªtica.
Estamos viviendo el fin de la ampliaci¨®n, al menos de momento, sin plan B para este proceso. La perspectiva de ingreso en la UE ha sido el mejor instrumento de exportaci¨®n de democracia y prosperidad, como hemos vivido los espa?oles. Quiz¨¢s la UE se ha excedido en su utilizaci¨®n, y al abrirse en exceso hacia fuera se ha dividido por dentro. Si es as¨ª hay que buscar otras f¨®rmulas, otros instrumentos, otros modelos, para no dejar a estos pa¨ªses a la intemperie.
Y m¨¢s all¨¢, est¨¢ el papel que la UE puede desempe?ar en Oriente Pr¨®ximo, especialmente ante los palestinos, o para moderar a Ir¨¢n. Aunque algunos neoconservadores y otros se alegren en Estados Unidos, la Administraci¨®n Bush no gusta de esta crisis europea, pues contaba con la UE para la recomposici¨®n del entorno europeo. ?Con qu¨¦ cara se presentar¨¢ hoy la troika comunitaria (Juncker, Barroso y Solana) en Washington? Sin ministro europeo de Asuntos Exteriores, figura dif¨ªcilmente rescatable de la comatosa Constituci¨®n, y sin instrumentos, si al menos los pa¨ªses grandes funcionaran Bush podr¨ªa contar con ellos en vez de con Europa. Pero, tampoco. Alemania, Francia e Italia, est¨¢n en crisis. La Uni¨®n era un multiplicador de poder para sus miembros. Su par¨¢lisis puede traducirse en un multiplicador de impotencia. aortega@elpais.es
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