Una asociaci¨®n estrat¨¦gica entre la UE y la India
Aparentemente, por geograf¨ªa y cultura, Asia es y est¨¢ lejana de nosotros, eurocentristas. Despu¨¦s de haberles impuesto durante siglos la relatividad de los conceptos (?qu¨¦ es Oriente y qu¨¦ Occidente para un chino?), estamos en los ¨²ltimos tiempos interesados en ella. ?Asia lejana? China lo est¨¢ geogr¨¢ficamente, pero su presencia es inmediata entre nosotros. Aceleradamente inmediata. ?Qui¨¦n no ha o¨ªdo hablar de los productos textiles chinos, que, a bajo costo, inundan Espa?a y Europa? ?O del arraigo de colectividades chinas en Espa?a y en tantos otros pa¨ªses europeos y no europeos? El primer factor es muy importante, ya que puede llevar a herir seriamente el sector textil y al paro a numerosos trabajadores. De ah¨ª que la Comisi¨®n Europea deba activar medidas para paliar el da?o. Sin embargo, la realidad es obcecada y ense?a que China e India dominar¨¢n las relaciones internacionales, posiblemente tambi¨¦n las relaciones econ¨®micas internacionales, en un par de d¨¦cadas. Pocas dudas hay sobre ello. La duda estriba en discernir si el competidor occidental ser¨¢n los Estados Unidos o la Uni¨®n Europea. Los primeros caminan a buen paso para lograrlo. El ¨¦xito de la UE depender¨¢ de su nivel de cohesi¨®n e integraci¨®n, a lo que la ratificaci¨®n del tratado constitucional o un en¨¦rgico relanzamiento de una verdadera Europa pol¨ªtica mediante una cooperaci¨®n reforzada sin duda contribuir¨ªa.
Que China e India galopan admite poca discusi¨®n. Hoy en d¨ªa, "Chindia" alberga el 37% de la poblaci¨®n del planeta. En 2025 vivir¨¢n en India 1.395 millones de personas y 1.593 en 2050. Los chinos ser¨¢n 1.441 millones en 2025, pero descender¨¢n a 1.392 millones en 2050 a causa de su inferior tasa de natalidad.
Esta India -cuyo ritmo de crecimiento econ¨®mico no cesa de aumentar y donde la mitad de la poblaci¨®n tiene menos de 25 a?os- es cortejada por importantes actores de las relaciones internacionales. Por la propia China, potente rival pero tambi¨¦n potencial aliado; por EE UU -que no es rival, pero es hegem¨®n al que hay que tener en cuenta-; por Jap¨®n, otra potencia asi¨¢tica; por la ambivalente Rusia y, desde luego, por la Uni¨®n Europea. La relaci¨®n India-Pakist¨¢n -permanentemente tensionada hasta tener en el acervo dos guerras por la cuesti¨®n de Cachemira- est¨¢ adquiriendo ¨²ltimamente tintes muy interesantes que pueden llevar a la pacificaci¨®n primero y a la activa cooperaci¨®n entre Islamabad y Delhi despu¨¦s.
Es evidente que tenemos competidores serios. Los m¨¢ximos dirigentes de China y Jap¨®n han visitado recientemente Delhi con la intenci¨®n de estrechar relaciones. La dependencia energ¨¦tica del exterior, que constri?e tanto a China como a India, ha forzado a las dos a buscar gas y petr¨®leo en Asia, Oriente Medio y ?frica, y en estos momentos consideran la posibilidad de establecer una estrategia conjunta para hacer m¨¢s eficaz y rentable el acceso a esas fuentes de energ¨ªa. El inter¨¦s por la cooperaci¨®n bilateral (e inversiones mutuas) de estos dos colosos, que en 1962 libraron una guerra por litigios fronterizos, ha hecho exclamar al primer ministro indio, Manmohan Singh: "India y China juntas pueden reconfigurar el orden mundial". Si se lo proponen, tendr¨¢n capacidad y recursos para hacerlo en un par de d¨¦cadas, si no antes.
De ah¨ª la importancia de que una Europa unida y reforzada est¨¦ preparada para contribuir e influir en una posible reconfiguraci¨®n mundial. En este sentido, tenemos m¨¢s y mejores credenciales que la competencia. De entrada, la UE y la India son democracias bien asentadas que funcionan. Tambi¨¦n los Estados Unidos. Pero India y la UE son decididos defensores del multilateralismo y del respeto e impulso a la Carta, filosof¨ªa y resoluciones de Naciones Unidas. Ambas consideran que son instrumentos id¨®neos para lograr unas relaciones internacionales pac¨ªficas, donde se tienda a resolver los conflictos a trav¨¦s de la diplomacia y no mediante el recurso inmediato a la fuerza militar.
La asociaci¨®n estrat¨¦gica con la India que la Comisi¨®n y el Parlamento europeos propugnan, en base a valores compartidos y mutuo respeto, y que Delhi desea asimismo llevar a cabo, debe tender a la promoci¨®n de la paz y la estabilidad, la democracia y los derechos humanos, el imperio de la ley y el buen gobierno. La cooperaci¨®n debe extenderse a la lucha contra la pobreza y el terrorismo, la desigualdad y la exclusi¨®n social. Debe igualmente promover el desarrollo sostenible y la protecci¨®n medioambiental y prestar especial atenci¨®n al cambio clim¨¢tico. En fin, India y la Uni¨®n Europea deben cooperar para garantizar un orden econ¨®mico internacional justo.
Las relaciones econ¨®micas bilaterales son importantes y la UE constituye el mayor inversor directo extranjero en India. Somos tambi¨¦n su mayor socio comercial, si bien hay quien opina que, en un par de a?os, seremos desbancados por China. Hay un cap¨ªtulo significativo, prueba de fuego para toda democracia. Me refiero a los derechos humanos, que la UE resalta en sus relaciones con terceros. La defensa de la democracia y el respeto de los derechos humanos son valores que Europa considera fundamentales. India es ejemplo de democracia, pero tiene un importante camino que recorrer en el cap¨ªtulo derechos humanos, si bien es cierto que el nuevo Gobierno, liderado por el Partido del Congreso, est¨¢ dando pasos importantes. En este sentido, se ha calificado de pobre la cooperaci¨®n del Gobierno de la India con la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Naciones Unidas. De ah¨ª que debamos mantener regulares intercambios de puntos de vista sobre temas como la discriminaci¨®n de g¨¦nero, derechos de las minor¨ªas, la discriminaci¨®n basada en la casta, la libertad religiosa, la pena de muerte, etc.
Que un pa¨ªs enorme, un Estado federal donde no siempre el Gobierno central puede intervenir en los asuntos de los distintos Estados federados, a¨²n con inveterados e inicuos h¨¢bitos sociales y abismales desigualdades socio-econ¨®micas, que un pa¨ªs as¨ª mantenga viva y ¨¢gil la democracia es digno de elogio. El milenario y muy arraigado sistema de castas habr¨ªa sido probablemente eliminado por decreto hace tiempo en un Estado como China, pero en la India hay plena y genuina separaci¨®n de poderes. La justicia es muy lenta y con problemas, pero fue un juez el que hace a?os orden¨® al poder ejecutivo que deb¨ªa poner fin a la insoportable contaminaci¨®n que una mala gasolina provocaba en Nueva Delhi. Dict¨® y el Gobierno cumpli¨®.
Existe, adem¨¢s, una din¨¢mica Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos, organismo oficial pero independiente, presidida por el prestigioso juez A. S. Anand, que ha publicado recientemente un riguroso estudio sobre las castas prologado por dicho juez, quien recuerda que el art¨ªculo 15 de la Constituci¨®n india proh¨ªbe expresamente la discriminaci¨®n en t¨¦rminos de "raza" o "casta" y anima al Gobierno y a la "activa y comprometida sociedad civil" a imponerse conjuntamente a las "injusticias hist¨®ricas que han herido a los sectores m¨¢s d¨¦biles de nuestro pa¨ªs, en especial los dalits [intocables] y adivasis [tribus ind¨ªgenas]". Dice Anand: "A pesar de espec¨ªficas disposiciones en la Constituci¨®n y otras leyes, es una desgraciada realidad que la injusticia social y la explotaci¨®n de las Castas Catalogadas y de las Tribus Catalogadas persiste. Existen informes en la prensa sobre atrocidades contra personas de estos grupos y la frecuencia con que acontecen es motivo de alarma. La humillaci¨®n que todav¨ªa hoy sufren personas pertenecientes a las Castas Catalogadas en general y a los dalits en particular, m¨¢s de medio siglo despu¨¦s de que la India se proclamara Rep¨²blica, es una verg¨¹enza... Para la defensa de los derechos humanos, la Comisi¨®n se inspira en esta impactante observaci¨®n del mahatma Gandhi: 'Siempre ha sido un misterio para m¨ª el que los hombres se sientan gratificados al humillar a otros seres humanos".
Durante a?os las relaciones entre Delhi y Bruselas han sido tejidas con exquisito cuidado. Cinco cumbres bilaterales las han convertido en muy estrechas. Se trata ahora de que ambas partes reflexionen conjuntamente, potencien las ¨¢reas donde comparten intereses y objetivos y abiertamente dialoguen sobre algunos puntos (no son muchos) donde las respectivas opiniones no coinciden. De este modo ser¨¢ posible formalizar una genuina asociaci¨®n estrat¨¦gica en la 6? cumbre bilateral que ha de celebrarse este oto?o.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es eurodiputado socialista. Ponente del Parlamento Europeo para las relaciones entre la UE y la India.
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