Ferrero se reivindica en la hierba
El valenciano supera a Mayer y entra en los octavos de final, donde se enfrentar¨¢ a Federer, 'n¨²mero uno' del mundo
Por segunda vez en su vida, Juan Carlos Ferrero disputar¨¢ los octavos de final del torneo de Wimbledon. Hab¨ªa entrado ya en la segunda semana de competici¨®n en 2003, nada m¨¢s ganar Roland Garros. Pero este a?o la efem¨¦ride adquiere unos tonos realmente especiales, puesto que el de Ontinyent llegaba a este torneo con una de las clasificaciones m¨¢s bajas (31?) de su historial y habiendo iniciado una remontada hacia los 10 primeros del mundo que le est¨¢ costando mucho m¨¢s de lo esperado. Ferrero gan¨® ayer al alem¨¢n Florian Mayer (57? mundial), al que cedi¨® la primera manga, y, tras realizar el mejor partido de su vida en hierba, se gan¨® el derecho de jugar contra el n¨²mero uno del mundo, Roger Federer, en los octavos de final.
"Era el objetivo que me hab¨ªa marcado de entrada y lo he cumplido", indic¨® Ferrero, de 24 a?os. "Y ahora afronto el pr¨®ximo partido de forma positiva. Ser¨¢ muy dif¨ªcil, pero si juego bien tendr¨¦ opciones". Siempre ha sido un ganador. Lo demostr¨® desde que entr¨® en el circuito profesional en 2000 y apunt¨® directamente al t¨ªtulo de Roland Garros, su mejor superficie: jug¨® dos semifinales y una final antes de adjudic¨¢rselo en 2003. Luego se convirti¨® en n¨²mero uno del mundo en septiembre de aquel mismo a?o, tras disputar la final del Open de EE UU.
Sin embargo, desde el inicio de la temporada 2004, los problemas f¨ªsicos se convirtieron en un calvario para ¨¦l. Jug¨® las semifinales del Open de Australia, pero luego la temporada se le torci¨® por culpa de una varicela y de diversos problemas musculares. Entre los tres ¨²ltimos grand slam del a?o gan¨® s¨®lo cuatro partidos. Acab¨® el a?o en diciembre, sin poder disputar los individuales de la final de la Copa Davis que Espa?a gan¨® a Estados Unidos en Sevilla. Fue su ¨²ltimo disgusto.
En enero de este a?o todo aquello pareci¨® quedar olvidado. Por fin, volv¨ªa a sentirse bien. Fuerte f¨ªsica y mentalmente. Lejos de iniciar su remontada, su r¨¢nking se fue hundiendo hasta caer al puesto 98?. Todo estaba mejorando, pero los resultados no llegaban. Y antes del torneo de Hamburgo, ¨¦l y su entrenador, Antonio Mart¨ªnez Cascales, decidieron cambiar de raqueta y que jugara con otra con dos cuerdas m¨¢s -pas¨® de 16 a 18 cuerdas-. "Creo que aquello le dio mucha confianza desde el primer momento", comenta Cascales. "Hasta el punto de que ahora hace cosas que antes no le sal¨ªan, como la dejada de rev¨¦s".
A partir de ah¨ª las cosas se arreglaron bastante: octavos en Miami, semifinales en Montecarlo, final en Barcelona y el ¨²nico lapsus de perder en tercera ronda en Roland Garros, pero tras un gran partido contra Marat Safin. "Aquello no nos gust¨®", se?ala Cascales. "Pero nos ha permitido preparar a conciencia Wimbledon. Juan Carlos siempre hab¨ªa llegado mal f¨ªsicamente a este torneo, pero esta vez hizo una preparaci¨®n espec¨ªfica para la hierba en el gimnasio la segunda semana de Par¨ªs, jug¨® tres buenos partidos en Halle y tuvo otra semana para pisar la hierba. Est¨¢ muy fuerte f¨ªsica y mentalmente. Y por eso pudo ganar la segunda ronda en cinco mangas y estar fresco ayer para afrontar un partido realmente dif¨ªcil".
Mayer, 57? mundial, s¨®lo hab¨ªa conseguido ganar tres partidos consecutivos este a?o en el torneo de Miami. Pero el a?o pasado, en su debut, hab¨ªa jugado bien en Wimbledon, alcanzando los cuartos de final. Caus¨® cierto impacto cuando ayer le arrebat¨® la primera manga a Ferrero. Pero luego, el espa?ol comenz¨® a entrar en ritmo, se meti¨® de lleno en el partido y pas¨® a controlarlo por completo, con golpes muy poderosos, sacando con solvencia y rematando incluso en la red. Mayer se fue fundiendo. Ferrero acompa?ar¨¢ a Feliciano L¨®pez, que se hab¨ªa clasificado el viernes, en los octavos de final. La derrota ayer de Conchita Mart¨ªnez les deja a ellos dos solos en La catedral, en su b¨²squeda de los cuartos de final. El ¨²ltimo espa?ol que lo logr¨® fue Manuel Orantes en 1972.
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