"Par¨ªs y Berl¨ªn siguen teniendo una enorme influencia en la UE"
Moratinos defiende en esta entrevista que se impone un acuerdo de s¨ªntesis por el que la Uni¨®n Europea adquiera el perfil pol¨ªtico e institucional adecuado a su gran trascendencia econ¨®mica.
Pregunta. Usted ha hablado de crisis de crecimiento. ?Puede ser traum¨¢tica e irreversible?
Respuesta. No. No lo creo. Yo creo que al final de la crisis saldremos reforzados. Ha habido hasta ahora mucha inercia en Europa y poca iniciativa. Hab¨ªamos acumulado en los ¨²ltimos a?os muchas decisiones por inercia. Esta crisis llega porque, como he se?alado en otras ocasiones, el binomio profundizaci¨®n-ampliaci¨®n no se ha desarrollado en los plazos necesarios, y nos encontramos ahora con una ampliaci¨®n, pero sin la profundizaci¨®n necesaria. Por tanto, m¨¢s que nunca hoy, es necesario que seamos capaces de salir reforzados de esta crisis.
"No se oy¨® en el debate que la Constituci¨®n tenga que ser cambiada. Todo lo contrario. No hay un modelo alternativo al tratado"
"Pensar que Francia y Alemania van a desaparecer ser¨ªa un error. Yo creo que Francia y Alemania seguir¨¢n teniendo una relaci¨®n privilegiada"
"No hubo ning¨²n perfil bajo del presidente del Gobierno en el Consejo. Tuvo una actitud normal. Estuvimos trabajando, no recluidos. No es verdad"
"Tenemos un modelo econ¨®mico muy similar al brit¨¢nico, pero ser¨ªa un error pensar que hablamos con unos para dejar de hablar con otros"
"Para nosotros es prematuro revisar la PAC, porque se acaba de revisar en 2002 y no ha habido tiempo de aplicar la reforma en su totalidad"
P. Sin embargo, las ratificaciones se han suspendido sine die, y hab¨ªamos dicho que una Uni¨®n de 25 miembros no podr¨ªa funcionar sin la Constituci¨®n.
R. Primero, no todas las ratificaciones se suspenden sin fecha. Luxemburgo la va a mantener, y hay otros procesos de ratificaci¨®n que se llevar¨¢n tambi¨¦n a cabo, en Malta, en Chipre, que son peque?os pa¨ªses, pero tan v¨¢lidos como cualquier otro Estado miembro. Lo importante es ver el contexto pol¨ªtico donde cada pa¨ªs y Estado miembro se sienta c¨®modo, para evitar, precisamente, que el tratado constitucional se vea afectado de manera definitiva en lo que es el proceso de ratificaci¨®n.
P. S¨®lo Espa?a y Alemania sostienen que esto es una simple pausa y que el proceso constitucional contin¨²a. ?Es realista?
R. Bueno, yo creo que, en el Consejo Europeo, el presidente del Gobierno tuvo una actuaci¨®n durante el debate que fue apoyada pr¨¢cticamente por todos, en el sentido de que no nos gustaba el t¨¦rmino pausa. Al llegar a Bruselas, el concepto que se acu?aba, antes de la cena donde se lleg¨® al acuerdo sobre la declaraci¨®n del tratado constitucional, es que hab¨ªa una pausa. Desde luego que Espa?a y Alemania, pero tambi¨¦n todos los dem¨¢s, se sumaron a la posici¨®n espa?ola de que es necesario un periodo de reflexi¨®n, pero un periodo de reflexi¨®n activo; que Europa no se puede parar, que no debemos dar sensaci¨®n de par¨¢lisis. Esa tesis espa?ola sali¨® reforzada, y no s¨®lo por Alemania y Espa?a. Es la propia declaraci¨®n del Consejo.
P. Lo cierto es que se ha abierto un debate sobre el modelo de Europa con dos posiciones de salida muy enfrentadas: las de Tony Blair y Jacques Chirac. ?Hay la posibilidad de que el resultado sea otra Uni¨®n distinta de la del tratado y que la Constituci¨®n tenga que ser reformada?
R. No se oy¨® ninguna referencia en el debate a que el tratado tenga que ser cambiado. Todo lo contrario. Se dec¨ªa que era el resultado del mejor esfuerzo colectivo por el que Europa, de manera democr¨¢tica, transparente y eficaz, se daba los instrumentos para hacer frente al reto de la ampliaci¨®n. O sea, que nadie ha pedido el cambio de tratado. No hay un modelo alternativo al tratado.
P. ?No hay riesgo de que las pol¨ªticas se paralicen por falta de prioridades claras?
R. No. Yo creo que el sentido un¨¢nime que se respiraba en Bruselas es de preocupaci¨®n, pero tambi¨¦n de reflexi¨®n activa. El euro tiene que seguir desempe?ando el papel esencial de estabilidad financiera y monetaria, y, por tanto, hoy m¨¢s que nunca tenemos que poner en marcha la Agenda de Lisboa. En las conclusiones hay ya un calendario para ejecutar el desarrollo de la agenda. La pol¨ªtica JAI, de espacio de Justicia y Seguridad, tiene que seguir avanzando, porque la lucha contra el terrorismo no puede esperar. Y nuestra acci¨®n en el exterior, con las limitaciones que nos dan los instrumentos actuales, tiene que seguir desempe?¨¢ndose. No podemos quedarnos parados.
P. Tony Blair fue un protagonista destacado de la cumbre. ?Faltaron, quiz¨¢, contactos con Londres en la preparaci¨®n del Consejo por parte espa?ola?
R. No. Nosotros tuvimos los contactos normales y tradicionales. En este tipo de reuniones, lo que damos es confianza a la presidencia, para que, como as¨ª nos pidi¨®, pudiese llevar a cabo las gestiones y el acercamiento de posiciones. Yo tuve un encuentro informal con Jack Straw en el que analizamos que todo lo que fuera mejorar el cheque brit¨¢nico empeoraba la posici¨®n espa?ola.
P. La delegaci¨®n espa?ola fue la ¨²nica que lleg¨® a Bruselas convencida de que habr¨ªa un acuerdo financiero. ?Se debi¨® a falta de informaci¨®n previa?
R. No, fue porque la presidencia nos hab¨ªa dado confianza de que podr¨ªa alcanzar un acuerdo con el Reino Unido, y que luego ese esfuerzo que se nos ped¨ªa en cuanto a fondos de cohesi¨®n y lo que era el mantenimiento de la PAC iba a ser suficiente para no romper la actitud francesa en favor de un acuerdo global. Lo que ocurre es que al final se polariz¨® excesivamente la negociaci¨®n entre un grupo muy reducido de pa¨ªses, al concentrarse s¨®lo en los grandes, de modo que los otros actores no pudimos contribuir al consenso, porque, al fracasar la negociaci¨®n de los grandes, todo el edificio se vino abajo.
P. De ah¨ª las cr¨ªticas finales espa?olas al trabajo de Jean-Claude Juncker.
R. Bueno, no a ¨¦l personalmente, pero digamos que s¨ª al m¨¦todo. Yo creo que el primer ministro luxemburgu¨¦s merece todo nuestro aprecio, es uno de los mejores que ha tenido la Uni¨®n; pero en esta negociaci¨®n ¨²ltima, quiz¨¢ s¨ª infravalor¨® la complejidad de lo que era la nueva Europa. Estamos negociando a veintisiete, y hay que tomar en consideraci¨®n, como se hizo para el tratado constitucional, a todas las partes. Ten¨ªa que conocer bien las l¨ªneas rojas de todo el mundo, no solamente de los grandes. Pero dicho esto, pongamos en positivo la crisis y el fracaso del pasado Consejo Europeo. Se olvida a veces que la actitud del Reino Unido era absolutamente inamovible, y se recuerda que incluso el propio primer ministro hab¨ªa dicho ante la C¨¢mara de los Comunes que no habr¨ªa modificaci¨®n alguna del cheque brit¨¢nico. Ahora acabamos de escuchar a Tony Blair que el cheque brit¨¢nico es una anomal¨ªa. O sea, que el tab¨² del cheque como mecanismo de financiaci¨®n se ha roto, y esto lo tenemos que tomar en positivo.
P. ?Habr¨¢ que hablar m¨¢s con Londres en la nueva etapa?
R. Nosotros siempre hemos querido hablar con Londres y con otros. L¨®gicamente, ahora que el Reino Unido asume la presidencia de la Uni¨®n se van a intensificar las concertaciones con Londres. El Reino Unido siempre ha sido un actor fundamental de la construcci¨®n europea. Tenemos un modelo econ¨®mico muy similar al brit¨¢nico; dos Gobiernos, laborista y socialista, con suficiente respaldo de la ciudadan¨ªa y, por tanto, con capacidad de interlocuci¨®n. Pero ser¨ªa un error pensar que hablamos con unos para dejar a los otros. Seguimos teniendo una relaci¨®n excelente con Francia y Alemania, con Polonia, y con todos aquellos pa¨ªses, incluso peque?os, que configuran la nueva geometr¨ªa pol¨ªtica de la Uni¨®n.
P. ?Qu¨¦ queda del eje Par¨ªs-Berl¨ªn? Blair ha dicho que ya no puede ser el motor de Europa.
R. Sigue siendo un centro de enorme influencia en la Uni¨®n Europea. Considerar que Francia y Alemania no van seguir siendo actores excelentes y fundamentales en la construcci¨®n de la UE ser¨ªa ignorar la compleja realidad europea. Pensar que Francia y Alemania van a desaparecer me parece un error.
P. Schr?der tiene elecciones en septiembre, y Angela Merkel, su rival, parece que est¨¢ en la l¨ªnea de Blair, de una Europa m¨¢s econ¨®mica y menos pol¨ªtica. ?Podr¨ªa ser un eje Berl¨ªn-Londres la nueva alternativa?
R. No. Hist¨®ricamente, nunca ha sido el caso. Yo creo que Francia y Alemania seguir¨¢n teniendo una relaci¨®n privilegiada; pero, l¨®gicamente, tambi¨¦n tendr¨¢n capacidad de di¨¢logo y de mejora de relaciones con el Reino Unido y con el mundo atl¨¢ntico. Alemania es profundamente europea.
P. Un diagn¨®stico un¨¢nime es que Chirac es el gran obst¨¢culo para que la pausa de reflexi¨®n se desbloquee antes de 2007. ?Ser¨ªa un gesto europe¨ªsta por su parte adelantar las elecciones presidenciales francesas?
R. Yo creo que ahora hay un periodo de reflexi¨®n activo, que el presidente de la Rep¨²blica Francesa siempre ha tenido un papel muy activo en Europa, y lo va a tener. Luego corresponde a Francia decidir su calendario electoral. Est¨¢ fijado, y yo creo que, por el momento, no hay que plantearse otras hip¨®tesis de trabajo.
P. ?Qu¨¦ papel quiere tener el Gobierno espa?ol en este debate?
R. Yo creo que Espa?a cada vez tiene mayor legitimidad en el seno de la Uni¨®n Europea. Hemos cumplido 20 a?os de europe¨ªsmo y, por tanto, ya tenemos detr¨¢s de nosotros una larga experiencia, en la que siempre hemos demostrado el compromiso europeo. Hemos sido los que iniciamos el concepto de ciudadan¨ªa europea; formamos parte del Eurogrupo; hemos sido pioneros en los avances en los espacios JAI; hemos sido los m¨¢s defensores de una mayor implicaci¨®n en la pol¨ªtica exterior y seguridad com¨²n europea; queremos participar en todo el debate de la pol¨ªtica de defensa y seguridad europea; tambi¨¦n somos los principales contribuyentes en las pol¨ªticas de solidaridad con el Tercer Mundo, en las pol¨ªticas de desarrollo. Y tenemos un modelo econ¨®mico y social moderno, competitivo, que garantiza ese Estado del bienestar europeo que anhelan tantos ciudadanos en el mundo, pero al mismo tiempo con pol¨ªticas mucho m¨¢s integradas en ¨¢reas fundamentales como es la pol¨ªtica de seguridad com¨²n. Yo creo que ¨¦se es el modelo que se va a debatir y se va a conseguir en Europa. Yo creo que ha llegado el momento de una s¨ªntesis entre lo que era el modelo acumulativo, de avances en sectores econ¨®micos y financieros, y un armaz¨®n pol¨ªtico-institucional que es muy necesario. En ese debate, Espa?a tiene mucho que aportar.
P. Coincidimos con los brit¨¢nicos en el tema econ¨®mico, la modernizaci¨®n de los mercados; con Francia en la defensa de la PAC; con los nuevos socios del Este en la pol¨ªtica de cohesi¨®n. ?No es necesario ordenar esas cartas?
R. S¨ª, claro, hay que ordenarlas. Hay principios esenciales en la pol¨ªtica europea, lo que pasa es que a veces se utilizan de manera excesivamente parcial. Cohesi¨®n no tiene que ser, por ejemplo, ¨²nicamente para fondos estructurales, es decir, para la mejora de infraestructuras, sino que hay tambi¨¦n una cohesi¨®n en recursos, en c¨®mo contribuimos al presupuesto, y tambi¨¦n cohesi¨®n en lo que es la modernidad tecnol¨®gica y de innovaci¨®n, que es lo que la Europa del siglo XXI se tiene que plantear. Tampoco podemos olvidarnos de que la agricultura tiene que ser un sector modernizador. No tenemos que dar un mensaje de que los agricultores son unos se?ores del siglo pasado. La agricultura, en el siglo XXI, tiene mucho que aportar al desarrollo tecnol¨®gico e innovador que puede ofrecer Europa en la lucha contra el hambre y la seguridad alimentaria. Ir a estereotipos de que el nuevo mecanismo de financiaci¨®n vaya a ser s¨®lo destruir la PAC y crear I+D... Estamos todav¨ªa aplicando la renovaci¨®n de la PAC del a?o 2002, con el acuerdo de los brit¨¢nicos y de todos los miembros de la Uni¨®n. Todo esto hay que discutirlo, hay que reflexionar, pero siendo conscientes de que tenemos que ordenar y, por tanto, clarificar, identificar cu¨¢les son los mejores mecanismos financieros que puedan dar respuesta a los objetivos de la Europa del siglo XXI.
P. Yo me refer¨ªa m¨¢s bien a que Espa?a debe ordenar sus cartas para que no se creen confusiones. El rechazo final de la propuesta de la presidencia en el ¨²ltimo Consejo nos coloc¨®, objetivamente, en el lado de los pa¨ªses m¨¢s ricos y euroesc¨¦pticos, con los que no nos identificamos.
R. No hay esa confusi¨®n, porque nosotros no somos contribuyentes netos. Nuestro deseo es mantener la capacidad de recepci¨®n de fondos hasta el final del periodo de las nuevas perspectivas financieras. Lo que quer¨ªamos es hacerlo de manera positiva para Espa?a, pero tambi¨¦n para la Uni¨®n Europea. Tenemos un problema de ingresos, porque consideramos que el mecanismo financiero del cheque brit¨¢nico no es en estos momentos justificable. Luego tenemos la PAC, que est¨¢ aplic¨¢ndose ya con un acuerdo de 2002, en donde hubo una modernizaci¨®n y flexibilizaci¨®n de las pol¨ªticas acorde con los desaf¨ªos y con los debates dentro de la OMC. Lo que s¨ª quer¨ªamos era una salida gradual de los fondos de cohesi¨®n para adaptar nuestras regiones a la nueva situaci¨®n, que fuese gradual para nuestro nuevo nivel de renta, y, precisamente, movernos hacia todo lo que son programas de investigaci¨®n y ciencia. Si hubi¨¦semos tenido m¨¢s tiempo, habr¨ªamos conseguido recursos adicionales que hubieran reequilibrado el saldo financiero final.
P. Queremos I+D, queremos PAC, queremos cohesi¨®n, queremos seguir siendo receptores netos de fondos. ?No hay el riesgo de que nos digan que queremos todo y no damos nada?
R. No, porque hay que buscar el equilibrio entre las distintas partidas, y eso se puede alcanzar en las negociaciones.
P. ?Est¨¢ el Gobierno abierto a una reforma de la PAC, para reorientarla, por ejemplo, hacia el desarrollo rural, m¨¢s que a garantizar las producciones?
R. Para nosotros es prematuro revisar la PAC en estos momentos, porque se acaba de revisar en 2002, y todav¨ªa no ha habido tiempo para aplicar en su totalidad esa reforma. La del az¨²car, por ejemplo, llega ahora. En estos momentos estamos muy a gusto con el actual acuerdo de la PAC. Pero s¨ª tenemos que hablar de c¨®mo se puede mejorar la participaci¨®n no s¨®lo de Espa?a, sino de todos los pa¨ªses, en ese cap¨ªtulo fundamental que es la Agenda de Lisboa.
P. ?Con estos planteamientos no fue un error que el presidente del Gobierno no asumiera un papel protagonista en el gran debate del Consejo, en vez de buscar un arreglo discreto sobre el tema financiero?
R. No hubo ning¨²n perfil bajo. Tuvo ocasi¨®n de hablar con los principales l¨ªderes, con alemanes, franceses, presidencia; hablamos con los brit¨¢nicos... Tuvo una actitud normal. Lo que est¨¢bamos es en manos de la presidencia, como ocurre siempre. La presidencia dijo que, despu¨¦s del almuerzo, donde hubo un debate importante, se abr¨ªan consultas bilaterales. Estuvimos trabajando, no, como se ha dado la sensaci¨®n, recluidos, mir¨¢ndolas venir. No es verdad. La delegaci¨®n espa?ola estuvo activa, precisamente recibiendo mensajes y enviando los nuestros.
P. La informaci¨®n que tuvimos los periodistas es que el presidente intervino una sola vez por la ma?ana, para exponer la posici¨®n espa?ola sobre el paquete financiero, y que no estuvo en ning¨²n momento en el gran debate sobre el futuro de la Uni¨®n.
R. S¨ª particip¨®. Particip¨® por la noche en la declaraci¨®n, fue el que llev¨® la voz cantante sobre el tratado constitucional, y se sumaron a ¨¦l todos los dem¨¢s. Y en el tema de perspectivas financieras dijo lo que ten¨ªa que decir, que era nuestra posici¨®n. Y no tuvo que decir m¨¢s porque est¨¢bamos esperando la propuesta de la presidencia.
P. Para Espa?a tambi¨¦n es urgente cerrar el cap¨ªtulo de las perspectivas financieras. ?Qu¨¦ calendario prev¨¦?
R. Nosotros no seremos obst¨¢culo para el acuerdo. Est¨¢bamos dispuestos a seguir negociando toda la noche, y si la presidencia brit¨¢nica inicia su mandato con propuestas y con ganas de concluir el tema, haremos todo lo posible por facilitar el acuerdo y para que se cierre en ese semestre. Cuanto antes, mejor, desde luego, pero siempre que las l¨ªneas rojas o los m¨ªnimos espa?oles queden satisfechos.
"Marruecos quiere hacer algo en el S¨¢hara"
"CREO QUE MARRUECOS, como todas las partes, es muy sensible a que hay que hacer algo" en relaci¨®n con el conflicto del S¨¢hara, afirma el ministro de Asuntos Exteriores. A?ade Miguel ?ngel Moratinos que el pr¨®ximo 29 de junio espera poder celebrar una reuni¨®n trilateral con sus colegas marroqu¨ª y argelino, aprovechando que coincidir¨¢n en una reuni¨®n del Grupo Cinco m¨¢s Cinco que se celebrar¨¢ en Malta.
En relaci¨®n con el nombramiento de un nuevo enviado especial del secretario general de la ONU para el conflicto saharaui, Moratinos, que el pasado mi¨¦rcoles recibi¨® en Bruselas buenas perspectivas de Kofi Annan en este sentido, cree que el cargo no le ha sido ni le va a ser ofrecido al ex secretario de Estado Colin Powell, como afirman ciertos rumores, y considera probable que la ONU env¨ªe una misi¨®n exploratoria para sondear qu¨¦ esperan las partes acerca del perfil y caracter¨ªsticas del nuevo enviado.
"El Magreb es uno de los escenarios donde mantenemos un buen di¨¢logo y una fluidez con Washington", asegura el ministro, que entiende que la probable asistencia de Fidel Castro y Hugo Ch¨¢vez a la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, el pr¨®ximo octubre, no tiene por qu¨¦ reavivar las tensiones entre Espa?a y EE UU.
"EE UU conoce cu¨¢l es nuestro marco de trabajo y de creaci¨®n del espacio iberoamericano. No es una sorpresa. La comunidad iberoamericana siempre ha partido de la universalidad. Siempre fue as¨ª. No hay que olvidar que hubo una cumbre en La Habana a la que asisti¨® el ex presidente Aznar. Ahora se invita como siempre a Castro y Ch¨¢vez, y yo espero que asistan, aunque nunca se sabe", comenta Moratinos.
En un repaso rel¨¢mpago a otros temas de la pol¨ªtica exterior, el ministro expresa su esperanza de que los problemas de las empresas espa?olas en Argentina se resuelvan pronto -cree que antes de la cumbre de Salamanca-, y descarta un acuerdo sobre el aeropuerto de uso conjunto en Gibraltar para el pr¨®ximo 27 de julio, cuando el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero visite Londres. "Lo esperamos para oto?o", se?ala el ministro de Asuntos Exteriores
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