Los doctores no encajan en el sector privado
El t¨ªtulo de doctorado no es valorado por las empresas, lo que impide el avance de la I+D
Las universidades espa?olas forman menos doctores que sus competidoras europeas -5,1 por cada 1.000 habitantes, frente a 5,8-, y los que se grad¨²an no piensan en el sector privado como una salida profesional. Las empresas, por su parte, no valoran el t¨ªtulo de doctor como algo diferencial, pese a que la contrataci¨®n de ¨¦stos promueve los departamentos de I+D. S¨®lo un peque?a parte del personal de I+D del sector privado tiene t¨ªtulo de doctor. Entre el 15% y el 20%, seg¨²n varias estimaciones porque no existen ning¨²n censo, lo que se traduce en entre 2.000 y 4.000 doctores. Muchos menos que en otros pa¨ªses europeos.
Expertos del ¨¢mbito acad¨¦mico reconocen la val¨ªa de un doctor: "Son profesionales con gran capacidad de aprendizaje, alta preparaci¨®n acad¨¦mica, gran iniciativa y habilidades organizativas, y enorme responsabilidad". Y, sin embargo, las empresas les ignoran. Para explicar esta situaci¨®n, Sonia Mart¨ªnez, gerente de la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo (CYD), asegura: "Los doctores no tienen asimilado que la empresa sea una salida profesional". "Se trata de un problema cultural porque las empresas no est¨¢n concienciadas de la necesidad de I+D", a?ade Pedro Cortegoso, subdirector de la Direcci¨®n General de Investigaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n. "A veces, cuando vas a pedir trabajo lo tienes que esconder [el t¨ªtulo]", asegura Jaime Mart¨ª, portavoz de la Federaci¨®n de J¨®venes Investigadores/Precarios.
En Espa?a hay 5,1 doctorados por cada 1.000 habitantes, frente al 5,8 de media de la Uni¨®n Europea
"Es un problema cultural; las empresas no est¨¢n concienciadas para investigar", dicen en la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo
Tras cinco a?os entre ratones, Valeria Azcoitia acaba de presentar su tesis y se prepara para irse al extranjero. Cada a?o salen de las universidades espa?olas unos 6.500 doctores. Las empresas no valoran este t¨ªtulo porque "no se profesionaliza", asegura Juan Melet, director general de la Fundaci¨®n Cotec. De la misma opini¨®n es Luis Sanz, investigador de la Unidad de Pol¨ªticas Comparadas del CSIC, quien se?ala que las empresas no reconocen el doctorado "con una retribuci¨®n espec¨ªfica".
La raz¨®n podr¨ªa ser, seg¨²n Sanz, que "se forma a los doctores pensando en la investigaci¨®n en centros p¨²blicos". Adem¨¢s, "hay un exceso de programas de baja calidad". Para muchos investigadores, el sector privado es algo ajeno a sus planes. Frente a la libertad de c¨¢tedra acad¨¦mica, la empresa privada impone las rigideces y premuras de la aplicaci¨®n pr¨¢ctica. "Hay un problema de prestigio", a?ade Cortegoso.
"Para acabar de comercial en una empresa mejor sigo con lo que estoy", dice Azcoitia; "quien se va a una empresa lo hace por comodidad", se?ala, al tiempo que reconoce tener prejuicios. Sin embargo, una vez que los doctores entran en el sector privado "su progresi¨®n profesional es m¨¢s r¨¢pida que en el sector p¨²blico", explica Sanz, que ha estudiado los resultado de varios programas para promover la contrataci¨®n de doctores, como el de Incorporaci¨®n de Doctores a la Empresa (IDE) de 1997 y el Torres-Quevedo de 2001. Un estudio de Cotec indica que la creaci¨®n de departamentos de I+D aumenta tras contratar doctores: de un 59% a un 83%.
El peligro es que cada vez hay menos doctores. Por eso, para Sanz es importante que "se abra el sistema a gente de fuera". "Si hubiese m¨¢s doctores a lo mejor aumentar¨ªa su demanda", concluye.
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