Las cuentas nunca salen en ?frica
La brecha econ¨®mica entre los pa¨ªses subsaharianos y el resto del mundo es mayor que nunca tras dos d¨¦cadas de crisis y avance de la pobreza
Trasladar un coche en barco desde Jap¨®n hasta Abiy¨¢n, la capital econ¨®mica de Costa de Marfil, cruzando primero el mar de Filipinas, siguiendo por el mar del Sur de China, recorriendo el ?ndico y rodeando ?frica por el Atl¨¢ntico, puede costar unos 1.500 d¨®lares. Llevar el veh¨ªculo desde Abiy¨¢n a Addis Abeba, la capital de Etiop¨ªa, al este del mismo continente africano, exige al menos 5.000 d¨®lares: es el abismo que va de las posibilidades de desarrollo econ¨®mico a la miseria.
Los economistas coinciden en que el coste del transporte -por las desvencijadas carreteras, pensadas s¨®lo para garantizar la salida de materias primas hacia la metr¨®poli en la ¨¦poca del colonialismo- es uno de los elementos que a¨ªsla ?frica y condena su econom¨ªa casi a la irrelevancia. Si el mundo se representara seg¨²n el Producto Interior Bruto (PIB), el ?frica subsahariana ser¨ªa apenas visible: en su conjunto representa menos del 1% mundial, la mitad que Espa?a. Y la evoluci¨®n va a peor: la renta per c¨¢pita ha ca¨ªdo el 13% en relaci¨®n con la de 1980.
El perd¨®n de la deuda ser¨¢ in¨²til sin inversiones en infraestructuras, seg¨²n los economistas
Hace 30 a?os, la renta 'per c¨¢pita' subsahariana doblaba la del este asi¨¢tico; hoy es la mitad
?frica es adem¨¢s la ¨²nica zona donde la pobreza aumenta. El Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas calcula que 313 millones de africanos viven con menos de un d¨®lar al d¨ªa, el umbral de pobreza. Son el 46,4% de sus habitantes, dos puntos m¨¢s que en 1990. Cumplir con los Objetivos del Milenio, la iniciativa que Naciones Unidas lanz¨® en 2000 para mejorar los indicadores sociales en las zonas m¨¢s depauperadas en el horizonte de 2015, parece una quimera en el continente africano, pese a que es factible en los dem¨¢s lugares.
Para tratar de cortar esta v¨ªa al precipicio, el Reino Unido quiere que el G-8 -los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y Rusia- sit¨²en ?frica en el centro de su pr¨®xima cumbre, que se celebrar¨¢ en Escocia del 6 al 8 de julio. Sus ministros de Finanzas ya han prometido perdonar la deuda a 18 pa¨ªses pobres -14 de ellos africanos- por un valor total de 33.000 millones de euros, una decisi¨®n aplaudida un¨¢nimemente, aunque considerada insuficiente por todos -desde los grupos antiglobalizaci¨®n hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI)- si el objetivo es erradicar la pobreza.
Los m¨¢s esc¨¦pticos ni siquiera se la creen: el Observatorio de la Deuda en la Globalizaci¨®n, en la que participan tres universidades catalanas, recuerda que ya en 1997 el G-7 prometi¨® cancelar 100.000 millones a los m¨¢s endeudados. Ocho a?os despu¨¦s, apenas se han condonado alrededor de 30.000.
"La promesa del G-8 es un signo esperanzador, aunque sin apoyo financiero adicional poco va a cambiar; en realidad ninguno de estos pa¨ªses hubiera pagado su deuda", explica, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Nueva York Sara Burd-Sharps, directora adjunta de la Oficina del Informe sobre el IDH de Naciones Unidas. Este estudio mide el progreso de los pa¨ªses bas¨¢ndose no tanto en la econom¨ªa como en el nivel de vida -educaci¨®n, sanidad, esperanza de vida, etc¨¦tera- y es demoledor: los 25 pa¨ªses con peor ¨ªndice son del ?frica subsahariana y 12 tienen hoy un resultado peor que en 1980.
La desastrosa evoluci¨®n de la econom¨ªa africana en las ¨²ltimas d¨¦cadas es especialmente sangrante si se la compara con Asia. Hace 30 a?os, la renta per c¨¢pita del ?frica subsahariana era el doble que la del Este asi¨¢tico. Hoy es la mitad. La Comisi¨®n para ?frica creada por el Gobierno brit¨¢nico de Tony Blair para radiografiar la situaci¨®n del continente y ofrecer propuestas de mejora ha concluido que una de las diferencias entre ambos es, adem¨¢s del transporte -cuatro veces m¨¢s caro en ?frica-, que la econom¨ªa africana "no se diversific¨® y sigue dependiendo de exportaciones de materias primas con precios muy vol¨¢tiles".
En Asia, en cambio, las exportaciones de bienes de consumo han pasado en 20 a?os del 20% al 80% de su econom¨ªa. La comparaci¨®n con China ilustra la tendencia: las exportaciones de productos manufacturados del ?frica subsahariana y de China estaban en niveles muy similares en 1980. ?frica las ha multiplicado s¨®lo por tres, mientras que China lo ha hecho por 250.
"?frica se ha quedado como mero abastecedor de materias primas; es una secuela del colonialismo que empeor¨® en los a?os ochenta, con la intervenci¨®n del FMI", asegura Antonio Santamar¨ªa, profesor de Econom¨ªa Africana de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) y miembro del Grupo de Estudios Africanos. La cuota africana en el comercio internacional ha pasado en 25 a?os del 6% al 2%.
El punto de partida del continente para competir es desmoralizador, con una econom¨ªa lastrada por la violencia y el avance de enfermedades como el SIDA -25 millones de africanos son seropositivos y en algunos pa¨ªses rozan el 40% de la poblaci¨®n- y la malaria, que se cobra en este continente el 90% de las v¨ªctimas de todo el mundo. Y pese a la mejora en los ¨²ltimos tiempos, la lacra de la corrupci¨®n sigue muy extendida: 17 pa¨ªses subsaharianos tienen hoy peor valoraci¨®n que en 1994 en el ¨ªndice del Banco Mundial. "La precondici¨®n para el desarrollo es m¨¢s control democr¨¢tico y mayor transparencia", asegura Juan Gimeno, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la UNED y fundador de Economistas sin Fronteras.
Incluso en las islas donde las cifras macroecon¨®micas son positivas, el desarrollo dif¨ªcilmente llega a la mayor¨ªa: hasta el 40% del total de ahorros africanos descansan fuera del continente, seg¨²n la comisi¨®n del Gobierno brit¨¢nico.
Botsuana es en teor¨ªa uno de los lugares emblem¨¢ticos de que otra ?frica es posible: sin conflictos importantes, con poca corrupci¨®n y con un importante y sostenido crecimiento econ¨®mico, que le ha llevado a multiplicar por cinco el PIB entre 1985 y 2001. En cambio, el pa¨ªs tiene hoy un ¨ªndice de desarrollo humano peor que el de hace 15 a?os y en este periodo la mortalidad infantil casi se ha doblado: ha pasado de 58 ni?os muertos por cada 1.000 nacimientos a 110.
En 2004, el ?frica subsahariana creci¨® en su conjunto el 5% y la inflaci¨®n se mantuvo en niveles hist¨®ricamente bajos, aunque por encima del 7%, pero no ha logrado revertir la tendencia maldita. Incluso el FMI admite que este nivel de crecimiento "es demasiado modesto para lograr una disminuci¨®n significativa de la pobreza", seg¨²n escribe su director gerente, Rodrigo Rato, en el anuario de 2005 de Jeune Afrique. L'Intelligent. "Se necesita m¨¢s ayuda y pido a los pa¨ªses desarrollados que aceleren la apertura de sus mercados a las exportaciones", a?ade.
Y es que hay coincidencia en que la mera condonaci¨®n de la deuda no supondr¨¢ ning¨²n empuj¨®n para ?frica si no se acompa?a de otras medidas. Var¨ªan las cifras, pero todos -Reino Unido, FMI, Banco Mundial, ONU, organizaciones no gubernamentales como Oxfam y Economistas sin Fronteras- consideran que ?frica necesita m¨¢s ayuda econ¨®mica, incluida inversi¨®n p¨²blica para infraestructuras, y menos trabas comerciales impuestas por los pa¨ªses del Norte.
La realidad es, no obstante, que la ayuda de los pa¨ªses ricos no ha dejado de descender en las ¨²ltimas d¨¦cadas: ha pasado en su conjunto del 0,45% del PIB en 1960 al 0,24% de 2003, pese a la solemne promesa de 1969 de alcanzar el 0,7% en 1980 a m¨¢s tardar. En cambio, una encuesta reciente citada por The New York Times aseguraba que la mayor¨ªa de los estadounidenses cree que su pa¨ªs destina ya el 24% de su presupuesto a la ayuda a los pa¨ªses pobres, cuando la cifra real es el 0,16%. Seg¨²n c¨¢lculos del economista estadounidense Jeffrey Sachs, la ayuda que EE UU destina a ?frica es de 3.000 millones de d¨®lares al a?o, lo equivalente a dos d¨ªas de gasto del Pent¨¢gono.
La raqu¨ªtica ayuda queda adem¨¢s anulada por los efectos de las barreras comerciales de la UE, EE UU y Jap¨®n contra los productos agr¨ªcolas del Tercer Mundo, por el doble efecto de los aranceles -en ocasiones, de m¨¢s del 100%- y las subvenciones. Elevar al 0,7% la ayuda al desarrollo de los pa¨ªses ricos aportar¨ªa, seg¨²n Oxfam, unos 120.000 millones de d¨®lares adicionales. Hoy la ayuda que recibe el ?frica subsahariana ronda los 20.000 millones, cuando los pa¨ªses ricos -con la UE a la cabeza- gastan 350.000 millones en subsidios agr¨ªcolas. No es extra?o as¨ª que trasladar determinados productos desde Par¨ªs o Washington a cualquier lugar del mundo salga, en la pr¨¢ctica, casi gratis, pero que sacarlos de Burkina Faso se convierta en una carrera de obst¨¢culos sin derecho a alcanzar la meta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.