La Real busca una paz dif¨ªcil

9.623 accionistas eligen hoy al nuevo presidente de la Real Sociedad tras cuatro a?os de convulsiones, guerras intestinas y confrontaciones que llegaron a paralizar la ampliaci¨®n de capital de la entidad y generar una sensaci¨®n de crisis mayor, probablemente, de la existente. El Consejo presidido por Jos¨¦ Luis Astiazaran deja un club con 12 millones de euros de deuda (algunos la elevan hasta 18), con los traspasos de Nihat (al CSKA) y Arteta (al Everton), pendientes como reductores de la deuda, y una confrontaci¨®n social m¨¢s profunda que las acusaciones a la gesti¨®n de los anteriores rectores. La Real es el equipo que peor digiri¨® su conversi¨®n en sociedad an¨®nima deportiva. Ya antes, en la temporada 1989/90, se apresur¨® en la decisi¨®n de contratar futbolistas extranjeros, ante la amenaza de los grandes clubes a sus figuras (Bakero, L¨®pez Rekarte, Alonso, etc...). Despu¨¦s, en 1992, la conversi¨®n en sociedad an¨®nima acab¨® por despersonalizar un club que hab¨ªa vivido sobre todo de su compromiso identitario. Junto a grandes aciertos de contrataci¨®n (Kodro, Kovacevic, Karpin, Nihat) convivieron un sinf¨ªn de fichajes desesperados con resultado lamentable. El mensaje a la cantera fue nefasto y Anoeta se despeg¨® de un equipo que casi no sent¨ªa como suyo. Hoy, Miguel Fuentes y Miguel Santos, los dos aspirantes a la presidencia, s¨®lo coinciden en dos cuestiones: la cantera, como argumento, y Jos¨¦ Mari Amorrortu como entrenador. Tambi¨¦n coinciden en la necesidad de recuperar el consenso en una sociedad que tiende a la crispaci¨®n con una facilidad vertiginosa. "Si la Real sigue perdiendo dinero se aboca a un final tr¨¢gico", dijo Fuentes. "Tras el resultado electoral veo dif¨ªcil que se consiga una paz necesaria", afirm¨® el martes Miguel Santos en la cadena Ser.

Todos reclaman la paz pero nadie sabe c¨®mo conseguirla. El futuro es, a¨²n, incierto. Las urnas decidir¨¢n.