Aqu¨ª, un amigo

Sale Pat Metheny a escena y es como si no hubieran pasado los a?os por ¨¦l. La misma camiseta a rayas rojas y blancas, la melena en su sitio, algo m¨¢s gris; el acostumbrado arsenal de guitarras y, todav¨ªa, Lyle Mays cubri¨¦ndole el flanco derecho tal cual viene haciendo desde los tiempos en que el uno y el otro so?aban con un futuro que deb¨ªa ser muy parecido a lo que est¨¢n viviendo ahora. Tampoco cuanto escriben ambos para el Pat Metheny Group ha cambiado gran cosa. La m¨²sica del PMG sigue pareci¨¦ndose sospechosamente a s¨ª misma. La novedad en su recital alcala¨ªno ven¨ªa por ejecutarse, en la primera parte del mismo, la pieza titulada The way up, una a modo de suite de 80 minutos de duraci¨®n en su versi¨®n en "directo", la cual ocupa la totalidad del ¨²ltimo CD del guitarrista y le da t¨ªtulo. Novedad relativa, tambi¨¦n, por lo que parece ser poco m¨¢s que una sucesi¨®n de melod¨ªas apenas hilvanadas entre s¨ª por algo que pudiera parecerse a una l¨ªnea argumental. Luego vino la segunda parte y, con la misma, los n¨²meros m¨¢s celebrados en la historia del PMG, todo ello hasta completar las tres horas reglamentarias de concierto m¨¢s el bis.

En Alcal¨¢, Metheny toc¨® para un p¨²blico agradecido que respond¨ªa a cada uno de sus gestos con la correspondiente ovaci¨®n y alg¨²n pito, bien entendido que de car¨¢cter animoso. Da a su p¨²blico lo que ¨¦ste le pide, su poquito de rock y su poquito de jazz, la pimienta ¨¦tnico-brasile?a y hasta alg¨²n amago medio cl¨¢sico. Todo ello aderezado con un juego de luces sutil y efectivo. A base de dosificar sus esencias, termina el guitarrista por dibujar un paisaje sonoro cambiante acompa?ado por el trasiego incesante de un instrumento a otro por parte de los m¨²sicos multiusos que le acompa?an. Si no hab¨ªa cuatro guitarristas juntos hab¨ªa s¨®lo uno o dos bajistas a un tiempo o ninguno. Metheny es m¨²sico de masas dentro de un orden. Alguien capaz de interpretar dos baladas seguidas tras dos horas y media de concierto sin que al respetable le d¨¦ por evacuar el recinto o pedir "marcha" a voces, no s¨¦ sabe qu¨¦ es peor. Lo que es valor, no le falta.