Mejor de lo esperado
La est¨¦tica austera y los bajos precios del Logan hacen esperar un coche modesto y poco gratificante de conducir. Sin embargo, el modelo de Dacia ofrece un funcionamiento mec¨¢nico convincente y sorprende con un tacto s¨®lido que transmite una sensaci¨®n de consistencia poco habitual en coches tan econ¨®micos.
Un motor 1.4 muy probado
La versi¨®n b¨¢sica monta un motor 1.4 de gasolina muy fiable que Renault lleva a?os utilizando. Se ha reducido al m¨¢ximo el mantenimiento: s¨®lo hay que revisarlo cada 30.000 kil¨®metros (aceite, buj¨ªas y filtro de aire). Y cuenta con un cambio manual de cinco velocidades con un accionamiento y escalonamiento correctos: las tres primeras marchas son algo cortas para darle m¨¢s br¨ªo, y las otras dos m¨¢s largas para reducir la sonoridad y el consumo. Rinde s¨®lo 75 CV, y ofrece unas prestaciones modestas, aunque suficientes para un coche sin aspiraciones de velocidad: le falta algo de fuerza a bajo r¨¦gimen y hay que estirar las marchas por encima de 5.000 vueltas para que responda con nervio.
En ciudad no es muy perezoso al acelerar, pero en carretera tarda en lanzarse y exige calcular bien las distancias al adelantar porque la potencia es justa. Cumple su cometido porque mantiene bien las velocidades legales, aunque se queda en las subidas y exige reducir a cuarta e incluso a tercera cuando va cargado. Por lo dem¨¢s, hace m¨¢s ruido del deseable porque no est¨¢ muy bien insonorizado, pero no vibra y puede dar un servicio m¨¢s que correcto como coche b¨¢sico.
Los consumos son aceptables a ritmos tranquilos, unos siete litros, pero pasa de nueve en ciudad y cuando se estiran las marchas.
Suspensi¨®n para asfalto y caminos
El Logan que se vende en Europa occidental lleva unos neum¨¢ticos de asfalto diferentes a los mixtos de los mercados emergentes. Las suspensiones son las mismas: m¨¢s altas y con recorridos m¨¢s amplios de lo normal para absorber mejor los baches y poder circular por carreteras en mal estado e incluso por caminos rurales de tierra. Lo mejor es que mantienen un equilibrio aceptable en cualquier trazado y el coche no balancea demasiado en las curvas, al menos en conducci¨®n normal.
La direcci¨®n y el resto de los mandos tienen un tacto suficientemente preciso y consistente, y permiten afrontar los viajes sin problemas, con una conducci¨®n f¨¢cil y una estabilidad aceptable. No es un coche para buscar los l¨ªmites ni las m¨¢ximas prestaciones, pero se comporta bien en todas partes, con una agilidad correcta en zonas viradas y buen aplomo en autopista. Los frenos, con ABS, paran sin problemas a pesar de llevar tambores en el eje trasero, pero no se puede pedir el control de estabilidad ESP ni como opci¨®n, una carencia importante. En cambio conviene adquirir la direcci¨®n asistida opcional (360 euros), siempre m¨¢s c¨®moda, porque facilita las maniobras al aparcar.
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