El problema de Mercedes
Cuando alguien en el Mundial de F-1 habla ahora del coche m¨¢s r¨¢pido, no se refiere a Renault ni tampoco a Honda. Todo el mundo tiene claro que la escuder¨ªa que ha logrado una mayor potencia y una velocidad punta inigualable es McLaren. Y, sin embargo, su primer piloto, Kimi Raikkonen, est¨¢ ahora mismo a 26 puntos del l¨ªder del campeonato, Fernando Alonso. ?Por qu¨¦?
La cuesti¨®n no es banal. Se fundamenta en un hecho irrefutable y al que me he referido en otras ocasiones: para poder ganar carreras hay que acabarlas. Y lo cierto es que la fiabilidad est¨¢ siendo este a?o el principal caballo de batalla de la escuder¨ªa angloalemana. A Raikkonen todo parece torc¨¦rsele y su escuder¨ªa parece ponerle todo tipo de dificultades para que no pueda seguir aspirando al t¨ªtulo mundial. Las ¨²ltimas, dos roturas del motor en los entrenamientos que le relegaron diez posiciones en la parrilla de salida, lo que en la F-1 actual es poco menos que una sentencia de muerte.
El problema, sin embargo, no es la escuder¨ªa, sino los motores Mercedes. El ch¨¢sis no plantea problemas y las distintas partes del coche tampoco. Pero el motor es poco fiable: capaz de lo mejor, como ayer en Silverstone, y de lo peor. Y ¨¦sa es una responsabilidad de la empresa Illmor, instalada en las cercan¨ªas de Silverstone, que fabrica los motores de Mercedes para la F-1. Es muy probable que en el rendimiento de los McLaren est¨¦n influyendo los profundos cambios que se han estado produciendo en esta empresa en los ¨²ltimos a?os. Creada a principios de los ochenta por Mario Illien y por Paul Morgan, Illmor trabaj¨® para la Indy Car antes de entrar en la F-1 con los motores V10 de 3,5 litros utilizados por Leyton House Racing en 1992. Ese a?o Mercedes les encarg¨® la creaci¨®n de un motor para Sauber F-1. Y su relaci¨®n prosigui¨® despu¨¦s con McLaren hasta la fecha.
Pero en mayo de 2001 Paul Morgan falleci¨® en un accidente de aviaci¨®n y la cabeza de la empresa qued¨® absolutamente desestructurada. Morgan era la persona que aportaba la sensatez y que pon¨ªa en solfa los geniales proyectos de Illien. Formaban un equipo perfecto, que se tomaba sus riesgos y que no siempre acertaba. Pero, con la entrada de Mercedes en el accionariado -compr¨® un 40% hace algo m¨¢s de dos a?os-, la firma alemana fue tomando el mando de Illmor hasta quedarse este mismo a?o con la totalidad de las acciones.
Hace un par de meses, Illien dej¨® de trabajar en la empresa que hab¨ªa fundado. Sus pr¨®ximos pasos parecen dirigirse hacia las f¨®rmulas estadounidenses. Y los alemanes deben ahora asentarse al frente de su nueva empresa y asumir los cambios que se ir¨¢n produciendo. Pero, mientras tanto, McLaren est¨¢ pagando las consecuencias de tantos cambios. Y s¨®lo tiene el derecho de quejarse a nivel interno, como ahora debe de estar haciendo Ron Dennis, que debe de estar colocando bajo presi¨®n tanto a sus trabajadores del centro tecnol¨®gico de Woking como a los constructores de su motor Mercedes, que tantos problemas le est¨¢ creando este a?o. Ayer, sin embargo, todos debieron recibir felicitaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.