La tortuosa senda de la decencia
La bibliograf¨ªa sobre la organizaci¨®n terrorista ETA siempre adolecer¨¢ de huecos pese a lo mucho -y en gran parte muy bueno- que se ha escrito en los ¨²ltimos 30 a?os sobre la gran pesadilla de la democracia espa?ola. Es probable que la demanda sea escasa. Es muy posible que la sociedad espa?ola haya llegado en los ¨²ltimos a?os a tal punto de saturaci¨®n de informaci¨®n no bienvenida del llamado "problema vasco" que ha renunciado ya, y nadie puede reproch¨¢rselo, a intentar entender su primera causa, que es esa asociaci¨®n de pistoleros semivoluntarios que amenaza, extorsiona, secuestra o mata mientras elabora construcciones forzadamente sofisticadas para justificar sus acciones mafiosas. Por mucho que los partidos nacionalistas vascos y algunos que no lo son hayan colaborado de forma m¨¢s o menos voluntaria a este esfuerzo de justificaci¨®n se ha impuesto entre los vascos y el resto de los espa?oles la convicci¨®n, muy probablemente cierta, de que ETA es hoy ni m¨¢s ni menos que lo que parece, es decir un grupo terrorista fanatizado compuesto por individuos primarios e incultos que subsiste gracias al miedo ajeno y a un entramado de intereses coincidentes con fuerzas no terroristas.
MIRANDO ATR?S. DE LAS FILAS DE ETA A LAS LISTAS DEL PSE
Teo Uriarte
Ediciones B. Barcelona, 2005 470 p¨¢ginas. 19 euros
Lo cierto es que no siempre fue as¨ª. Los estudiantes universitarios, seminaristas y otros j¨®venes politizados formaron ETA para combatir al franquismo seg¨²n los usos en boga, el levantamiento armado, en aquellos a?os sesenta en los que Castro ya hab¨ªa llevado la revoluci¨®n al triunfo, el Che quer¨ªa repetir en Bolivia y en toda Europa occidental, los intelectuales de izquierda quer¨ªan ser vietnamitas o en el caso vasco, argelinos. Pocas personas hay tan autorizadas para contarnos aquel ambiente como Teo Uriarte, sevillano de nacimiento, vasco hasta el hast¨ªo durante su militancia etarra y hoy un vasco espa?ol constitucionalista e ilustrado. Miembro de ETA, con dos condenas a muerte en el proceso de Burgos, encarcelado ocho a?os, deportado, fundador de Euskadiko Ezkerra con Juan Mari Bandr¨¦s y Mario Onaind¨ªa, socialista, teniente de alcalde de Bilbao, defenestrado por constitucionalista por sus propios compa?eros del PSE y hoy con Nicol¨¢s Redondo a la cabeza de la Fundaci¨®n para la Libertad y en la cabeza de la lista de objetivos apetecidos por ETA. Teo Uriarte tiene una memoria prodigiosa y una vida tan azarosa tras de s¨ª que merec¨ªa ser contada. Por supuesto hubo que convencerle. Los t¨ªmidos, por valientes que sean, suelen temer hacer algo susceptible de ser visto como gesto de vanidad. Pero las 470 p¨¢ginas de estas memorias nos dan un testimonio perfectamente complementario a los dos vol¨²menes de biograf¨ªa de quien fuera m¨¢s que su hermano, el desaparecido y por ¨¦l tan llorado Mario Onaind¨ªa. Como se?ala Santiago Gonz¨¢lez en su pr¨®logo, no hay en este largo relato ni un ¨¢pice de complacencia ni de autoflagelaci¨®n. Hay raudales de lucidez y ante todo honestidad en el relato y la valoraci¨®n. En el amplio anecdotario que despliega y que tan bien refleja el esp¨ªritu de las ¨¦pocas tratadas salta una y mil veces un sentido de humor que ha sobrevivido a torturas y prisiones, amenazas y traiciones, mezquindades y majader¨ªas criminales.
El libro de Teo Uriarte no es
una historia de ETA, sino la de un hombre que de joven crey¨® en lo que tantos cre¨ªan, pero con una conciencia en constante esfuerzo por la superaci¨®n y la excelencia. La misma que guiaba a su gran amigo, tan distinto por lo dem¨¢s, que era Onaind¨ªa. Siempre est¨¢ presente la certeza de que aquella organizaci¨®n no es la que hoy se conoce, pero tambi¨¦n la interrogante permanente sobre la inevitabilidad de la deriva a partir de aquel primer asesinato, el del temible comisario Melit¨®n Manzanas. Teo Uriarte se salva de la miseria etarra gracias a sus a?os de c¨¢rcel bien utilizados en el estudio intenso y las lecturas y gracias a una mirada limpia que siempre ha tenido y que marca todo un relato que puede parecer novela a quien no haya conocido la ¨¦poca y los personajes. Con leg¨ªtimo orgullo narra la gesta de la integraci¨®n de terroristas en la lucha pol¨ªtica y despu¨¦s en el respeto a la democracia que supuso Euskadiko Ezkerra y su fusi¨®n con el PSE. Y con claridad meridiana habla de las ilusiones y frustraciones de los a?os posteriores, de los esfuerzos por derrotar al nacionalismo al que considera una lacra para el Pa¨ªs Vasco y de las miserias pol¨ªticas que llevan a su partido a dinamitar ese Pacto por las Libertades y a defenestrar a Nicol¨¢s Redondo y a ¨¦l mismo. La frase de Mario Onaind¨ªa que abre el libro, "las memorias autobiogr¨¢ficas son un g¨¦nero literario dedicado a hablar de los amigos", s¨®lo es parcialmente cierta en este caso. Uriarte habla de amigos y de quienes no lo son o eran tanto -de muchos que se quedaron por el camino-, pero ante todo ha creado, en cronolog¨ªa casi estricta, alarde mnemot¨¦cnico, decencia de la buena y humor, un caleidoscopio en el que se reflejan las luces y manifiestan las sombras de cuarenta a?os de Euskadi que son historia de Espa?a.
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