Esp¨ªritu tanguero

No visten de negro. El percusionista, rapado y con mo?o, lleva una camiseta con la figura de Bruce Lee estampada en blanco y negro, y el guitarrista, una de colores con la imagen de una divinidad asi¨¢tica. El guitarrista es Acho Estol, autor de canciones que rejuvenecen el tango. Algunos t¨ªtulos son significativos: La foto del escarabajo, Sue?o de morocha en conventillo o Ayer hoy era ma?ana. Su disco Tango agazapado est¨¢ dedicado a los que aman los puertos, las fotos sepia, las estampillas lejanas, los perros vagabundos y el ruido de los trenes.

Recuperan el lado transgresor del tango, conscientes de todo su potencial subversivo, y se autodefinen como tradicionalistas posmodernos. Lo hacen desde la iron¨ªa y con cierta ternura. Dolores Sol¨¢, la voz tan dulce como ¨¢spera de La Chicana, asegur¨®, antes de Baldosa floja, que los hombres que bailan tango "se levantan minas".

La Chicana toca tangos y milongas -hasta de 1915, como Fuegos artificiales-, aunque tambi¨¦n un joropo venezolano o un aire boliviano llevado a cumbia. Y dos milongas instrumentales aceleradas en versi¨®n trash. Lo m¨¢s antiguo de este sexteto ac¨²stico argentino lo firm¨® hace siglos Bach: un hallazgo su interpretaci¨®n del Concierto en re menor para dos violines.

Juegan con los l¨ªmites del tango, no s¨®lo al explorar el folclor latinoamericano, sino cuando creen haber descubierto que Tom Waits es un tanguero. Les gusta hallar esp¨ªritus tangueros en otras latitudes y los encuentran en los Brecht y Weill de La mujer del soldado.