Siempre joven

LA HONDA TRANSALP es ya casi una instituci¨®n entre las trail-turismo de media cilindrada (motos para asfalto y campo) y, aunque tiene rivales m¨¢s j¨®venes que la superan en aspectos concretos, sigue siendo un referente por su calidad y agradable funcionamiento. El precio no es precisamente una de sus virtudes porque cuesta 8.575 euros y sale m¨¢s cara que cualquiera de sus competidoras. Pero a cambio de ese dinero, Honda ofrece una moto perfeccionada a?o tras a?o.

Los retoques m¨¢s llamativos de esta ¨²ltima generaci¨®n son est¨¦ticos y modernizan su aspecto con un atractivo semicarenado integrado con el dep¨®sito de combustible y unas salidas laterales de aire resueltas con estilo. Los intermitentes delanteros van encastrados en la carrocer¨ªa, y el faro frontal en forma de V, aparte de ser bonito, resulta muy eficaz de noche. Destaca tambi¨¦n el buen dise?o de la c¨²pula y los cubremanos del manillar, que ofrecen una buena protecci¨®n en conducci¨®n tur¨ªstica, sobre todo cuando la climatolog¨ªa complica los viajes. Y s¨®lo se le puede achacar un cuadro de instrumentos un tanto anticuado: es muy completo, pero tiene una est¨¦tica de coche demasiado sobria para una trail moderna.

MEC?NICA CON PEDIGR?

El motor de la Transalp forma parte de una generaci¨®n de propulsores que ha dado grandes satisfacciones a Honda y a pesar de los a?os se mantiene al d¨ªa. Se trata de un bicil¨ªndrico en V a 52 grados con 647cc, tres v¨¢lvulas por cilindro y refrigeraci¨®n l¨ªquida que rinde 55 CV a 7.500 revoluciones y destaca por su par o fuerza de empuje: 5,4 kg/m a 5.500 vueltas. Entrega la potencia de forma constante y lineal, y ofrece sobre todo un funcionamiento equilibrado y una fiabilidad legendaria: est¨¢ basado en los motores que han ganado varias veces el Par¨ªs-Dakar. Por lo dem¨¢s, lleva un cambio de cinco marchas con transmisi¨®n final por cadena. El bastidor es de tubo de acero con doble cuna y los c¨¢rteres llevan una protecci¨®n pl¨¢stica muy anat¨®mica y eficaz que evita da?arlos al circular fuera del asfalto. Las suspensiones son convencionales: horquilla telesc¨®pica delante con las barras protegidas por fuelles de goma, y sistema progresivo con monoamortiguador atr¨¢s: permite regular la precarga del muelle y la dureza del sistema hidr¨¢ulico. Los frenos incluyen doble disco con pinzas de dos pistones delante y disco sencillo en la rueda trasera.

MUY BIEN EN ASFALTO

Las dimensiones, dibujo y radios de las ruedas dejan claro que la Transalp es una trail pensada para asfalto y campo. En carretera y autopista ofrece una conducci¨®n c¨®moda y un comportamiento muy bueno. Da tanta confianza que hace echar de menos m¨¢s potencia, pero ofrece unas prestaciones correctas (177 km/h.) y es una buena moto para hacer turismo. Protege lo suficiente para viajar sin acusar mucho los kil¨®metros y es muy confortable para piloto y pasajero, que disponen de un asiento amplio y mullido. Aunque no es una moto peque?a, el equilibrio entre peso (191 kilos) y tama?o permite circular con agilidad en ciudad. S¨®lo en conducci¨®n deportiva por trazados virados se echan en falta unas suspensiones m¨¢s r¨ªgidas, pero es el peaje a pagar por disfrutar su confort fuera del asfalto. Y es que aunque la Transalp no es una moto de enduro, su dise?o y las ruedas permiten afrontar con garant¨ªas las excursiones por pistas forestales.