La isla misteriosa
La noche anterior al anuncio de que la NASA se dispon¨ªa a dispararle a un cometa, yo estaba viajando en coche por Mallorca con unos amigos. No ten¨ªamos ni idea de que Deep Impact ya se hallaba en camino para agredir el universo en nombre de nuestra inagotable sed de conocimientos (?de d¨®nde venimos?), controlada su trayectoria desde una sala de m¨¢quinas (¨¦sa donde los trabajadores de la NASA, en las pel¨ªculas como en la vida, saltan y aplauden como ni?os ante la consecuci¨®n de cada haza?a) ornada con una bandera estadounidense gigantesca.
?C¨®mo pod¨ªamos saberlo nosotros? Al fin y al cabo, tienen un presidente que cree cient¨ªficamente demostrado que el ser humano desciende de Ad¨¢n y Eva, y que hace que semejante tesis se aprenda en las escuelas. Claro que, por otra parte, como no firma ni Kioto, deber¨ªamos haber previsto que sigue encant¨¢ndole disparar profundamente hacia donde sea y aunque resulte indoloro.
En cualquier caso, nos dirig¨ªamos a la tierra metaf¨®rica de Felanitx cuando asom¨¦ la cabeza por la ventanilla y me qued¨¦ at¨®nita. Era una noche sin luna, y el firmamento parec¨ªa una cueva estrellada. "Busquemos un lugar totalmente oscuro", propuse.
La isla nunca deja de sorprenderme. Desde que la descubr¨ª, hace m¨¢s de 40 a?os (por entonces, el Mediterr¨¢neo que la abrazaba no sufr¨ªa m¨¢cula; la costa, tampoco), cada vez que la visito me ofrece un regalo u otro que nada tiene que ver ni con la afluencia tur¨ªstica ni con la afluencia mon¨¢rquica. Es su misterio lo que me sorprende. El misterio de su supervivencia, en primer lugar. No les falta raz¨®n a los mallorquines sensatos cuando se quejan del descontrol especulativo, de la avaricia inmobiliaria, de la ambici¨®n constructora, del af¨¢n recalificador. Esa misma noche hab¨ªamos tenido una prueba, al tomar la autopista de Lluc Major, convertida en un trabacoches gracias a las obras de ampliaci¨®n. Despu¨¦s de dar vueltas y vueltas, no nos perdimos ni estrellamos gracias a que unos trabajadores africanos que estaban pintando rayas en el asfalto nos orientaron. Por cierto: carec¨ªan de linternas y de chalecos reflectantes. Habr¨ªamos podido aplastarles. Ana Botella puede estar contenta de que los espa?oles hayamos mejorado tanto que ya no tengamos que recurrir a esos ?empleos?
Otro misterio es el de la convivencia de la belleza con la fealdad. En Palma, por ejemplo, cerca de Marivent, del palacio y del hotel Nixe, que se desploma en hermosas terrazas hacia el mar, se apretujan edificios brutales crecidos escalonadamente para responder a la demanda tur¨ªstica masiva, y las licorer¨ªas m¨¢s horteras conviven con el esplendor de las buganvillas.
Pero el misterio de su historia y de su pasado es tan fuerte aqu¨ª, y tan variado, como el de su resistencia a la fealdad y al caos. Mientras mi amigo Andreu conduc¨ªa, su mujer, Joana, nos contaba hechos que se produjeron en esta isla contra los jud¨ªos, en torno a la II Guerra Mundial. Una capa m¨¢s, ensangrentada, en el hojaldre tel¨²rico que forma los cimientos de Sa Calma.
Salimos de la carretera, pues, a la altura de Sant Salvador, y nos adentramos por un camino secundario, buscando un calvero donde aparcar. Andreu apag¨® las luces y salimos al exterior.
Si les digo que contemplamos un firmamento indescriptible, eso es exactamente lo que quiero aseverar. Que no podr¨ªa describirlo ni Garc¨ªa M¨¢rquez. No por la abundancia de estrellas y constelaciones, sino porque hab¨ªa en aquella c¨²pula completamente taraceada con n¨¢cares luminosos y nebulosas plateadas. Mas aqu¨ª me detengo para no arrojarme de cabeza a la cursi descripci¨®n de lo inenarrable. Baste que a?ada: el cielo pose¨ªa una cualidad de gruta, de refugio pl¨¢cido y cercano, y una superposici¨®n de infinitas trastiendas estrelladas que, a su vez, conduc¨ªan la imaginaci¨®n y los sentidos hacia el fin o principio m¨¢s remotos.
?Qu¨¦ me importa a m¨ª el origen del universo, y mucho menos conocerlo mediante un prepotente impacto, cuando es capaz de mostrar su misterio con tanta sencillez, a la vuelta de un camino, en una noche de verano, en una isla todav¨ªa misteriosa?
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