Gozosos perfumes

Tras las sucesivas plagas de chardonitis y sovi?onitis, los blancos espa?oles, superado el complejo de inferioridad, vuelven a los varietales aut¨®ctonos, muchos de ellos recuperados del abandono. Una tras otra, fueron desapareciendo variedades de gran potencial arom¨¢tico pero de dif¨ªcil viticultura, complicada maduraci¨®n y bajo volumen, pese a que sus vinos pudieran tener una calidad m¨¢s que estimable. Hoy cuesta imaginar que cepas tan expresivas en el mundo de los blancos espa?oles como la garnacha blanca estuvieran a punto de desaparecer.

Este desolador panorama, que hasta hace poco marcaba la realidad vitivin¨ªcola de nuestro pa¨ªs, empieza a cambiar al calor de la mayor y m¨¢s exigente demanda de vinos blancos de calidad. Como El Quint¨¤ 2003 de B¨¤rbara For¨¦s, fermentado en barrica y criado seis meses con sus l¨ªas finas, de nariz profunda, tel¨²rica, y gozosos perfumes donde cohabitan la fruta madura (pera caramelizada) con la hierba arom¨¢tica (lavanda) dentro de un dorado y untuoso encierro de humo y especias. En boca, suavidad, sabor pleno, final brillante con recuerdos de una incipiente reducci¨®n en botella que a?ade complejidad a un vino necesitado de mayor refinamiento.