Por las tiendas cl¨¢sicas de Granada
Todo comercio hist¨®rico tiene detr¨¢s una familia persistente y convencida de su obligaci¨®n de mantener un negocio que hace d¨¦cadas puso en pie un abuelo o un bisabuelo. Esas dos son las palabras m¨¢s escuchadas al preguntar por el origen de cada uno de estos 10 establecimientos del centro de la ciudad andaluza
Nietos, bisnietos y tataranietos son fundamentales en los comercios casi centenarios que habitan Granada. Preguntados por los or¨ªgenes del establecimiento, siempre aparece el abuelo o el bisabuelo. Tambi¨¦n alguna abuela y madre que luch¨® por mantener el negocio en marcha a la muerte del antecesor. Cada vez quedan menos, pero el centro de la ciudad a¨²n acoge alguno de estos hist¨®ricos lugares. Lo que sigue es una ruta por una decena de tiendas que puede completarse en una ma?ana o una tarde porque ninguna est¨¢ a m¨¢s de 10 minutos caminando de la m¨¢s cercana. Cada una de ellas despacha una cosa distinta (esparto, dulces, bordados, cuchillos¡), y, al final, un local con siglo y medio de historia para mitigar la sed y el hambre.
01. Cuchiller¨ªa J. Ruiz - El llav¨ªn de oro (calle del Marqu¨¦s de Gerona, 1)
Calle arriba, calle abajo, Cuchiller¨ªa Ruiz ha ofrecido desde 1890 su mercanc¨ªa en diferentes locales de la misma zona, siempre junto a la catedral y del mercado de abastos de Granada. Lo cuenta Eva Mar¨ªa Su¨¢rez Ruiz, bisnieta de Antonio Ruiz, el alicantino que lleg¨® a la ciudad a afilar cuchillos a finales del siglo XIX. De la ¨²ltima d¨¦cada de ese siglo data el primer contrato de alquiler en posesi¨®n de la familia. Fue cuando el bisabuelo lleg¨® con un carro de afilar para hacer, seg¨²n cuenta Eva, ¡°lo que se necesitaba entonces: afilar cuchillos, tijeras y herramientas del campo¡±.
Los cinco hijos se dedicaron al oficio, pero lo fueron abandonando hasta que solo se qued¨® la madre de Eva, que ense?¨® a su hija y a su marido a afilar, un aprendizaje complementado ahora con la venta de navajas, y cuchillos ¡°de Albacete sobre todo, y, algunos, de Alemania¡±, aclaran. Las ¨²ltimas d¨¦cadas ha visto llegar la copia de llaves y la venta de espadas, que salen de su establecimiento hacia todo el mundo. Pero, ?qui¨¦n compra espadas hoy d¨ªa? ¡°Turistas, coleccionistas y a quienes les gustan para decorar¡±, aclaran.
El local actual, el mismo de 1980, est¨¢ frente a la catedral y no hay que esperar una decoraci¨®n preciosa: es el producto el que llama la atenci¨®n.
02. Especias Barranco (calle de Puentezuelas, 26)
Abri¨® sus puertas en 1935, cuando Pedro Barranco P¨¦rez se dio cuenta de que hab¨ªa negocio en la venta de especias. La matanza del cerdo estaba a la orden del d¨ªa. La empresa arranc¨® con el nombre Especias Alhambra en 1935 y vend¨ªa especias y tripas, ¡°completamente blancas e irrompibles¡±, seg¨²n dec¨ªa su publicidad entonces. Fue en 1951 cuando pas¨® a llamarse Especias Barranco. Ahora, tres generaciones despu¨¦s, Antonio Su¨¢rez Barranco es el responsable del negocio, que ha tenido que recomponerse con nuevos productos ¡°porque las matanzas se redujeron hasta pr¨¢cticamente no hacerse m¨¢s¡±, seg¨²n comenta.
Hoy su men¨² es inmenso y todo est¨¢ a la vista: 104 tipos de t¨¦, 89 de especias, 17 pimientas, 45 preparados, 115 de hierbas, 20 mieles, 60 frutos secos diferentes¡ ¡°Los t¨¦s son los que m¨¢s se venden¡±, explica.
03. Mercer¨ªa Viuda de S¨¢ez (calle de Libreros, 6)
En una calle muy estrecha, a pocos metros de la plaza de Bib-Rambla y la catedral, aparece la mercer¨ªa Viuda de S¨¢ez, abierta en 1948 por la abuela de Jos¨¦ S¨¢ez, el actual propietario. ¡°Encajes, tiras bordadas, puntillas y todo lo necesario para bordar¡± era la mercader¨ªa original que ofrec¨ªa Paquita, la abuela de Jos¨¦, a sus clientas, seg¨²n cuenta este. ¡°Era la ¨¦poca en la que las madres preparaban ajuar para sus hijas¡±, a?ade.
S¨¢ez cuenta el sube y baja de temporadas de su mercer¨ªa, reflejo del calendario de fiestas del sur de Espa?a. Para el invierno, el producto m¨¢s solicitado es la lana porque ¡°tejer, hacer ganchillo y hacerse sus propias prendas para vestir ha enganchado a los j¨®venes¡±, recuerda. Cuando llega la Cuaresma es el momento de cubrir las necesidades de las hermandades con cordones de medalla, c¨ªngulos de nazareno, encajes o galones de oro. Tambi¨¦n se demandan mantillas y peinas. En junio, Granada celebra su feria y la fiesta de las Cruces, y esta mercer¨ªa tiene flecos de todos los colores para quien quiera hacerse su mant¨®n.
Y como en Granada a¨²n pervive el oficio de bordadora, explica el propietario, es fundamental ofrecer seda y tul. Para quienes carecen de la destreza que requiere todo lo anterior, siempre se puede ir en busca de aguja e hilo de emergencia, alfileres o un simple bot¨®n.
04. F¨¢brica de dulces y caramelos R¨ªos (calle de P¨¢rraga, 11)
En el exterior, el r¨®tulo se refiere a ¡°F¨¢brica de Dulces y Caramelos RRR¡±, pero hace tiempo que aqu¨ª no se fabrican chucher¨ªas y son m¨¢s conocidos como R¨ªos que por esas tres erres, que corresponden a Rafael R¨ªos Ruiz, pastelero que fund¨® este establecimiento all¨¢ por 1929. Entonces era una confiter¨ªa ¡°en la que, con el tiempo, se comenzaron a vender caramelos, colecciones de futbolistas, pegatinas¡¡±, cuenta Carlos R¨ªos, nieto del original RRR. ?l es quien hoy sigue con el negocio, un espacio m¨ªnimo atiborrado de galguer¨ªas, chocolates y todo tipo de golosinas.
Los periodos estrella en esta tienda, seg¨²n su due?o, son el navide?o y la ¨¦poca de comuniones. Es un cl¨¢sico comprar parag¨¹itas, monedas, botellas y todo tipo de art¨ªculos de chocolate para decorar el ¨¢rbol de Navidad y para el avituallamiento de los Reyes. Tampoco falta el producto malafoll¨¢ estrella para la noche del 5 al 6 de enero: el carb¨®n dulce.
05. Cer¨¢mica Los Arrayanes (calle de la Alh¨®ndiga, 16)
Este establecimiento, en el centro de Granada, no es ni mucho menos centenario. La tienda abri¨® sus puertas en esa localizaci¨®n hace pocos a?os, pero el producto que vende y fabrica la familia Mart¨ªn se remonta a 1659: la cer¨¢mica granadina artesanal. Manuel Mart¨ªn trabajaba en Cer¨¢micas San Isidro, que se remonta al siglo XVII, cuando en 1988 iban a echar el cierre, pero ¨¦l se hizo cargo y mantuvo el horno encendido hasta hoy. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, V¨ªctor Manuel, hijo del propietario, explica que siguen haciendo la cer¨¢mica ¡°como se ha hecho tradicionalmente¡± y la pintan a mano.
La empresa, como se lee en sus folletos, mantiene la tradici¨®n ¡°fusion¨¢ndola con lo contempor¨¢neo y adecu¨¢ndola a los nuevos tiempos¡±. Antes, explica V¨ªctor, ¡°todo lo que sal¨ªa del horno eran elementos fundamentales en el d¨ªa a d¨ªa: platos, lebrillos, jarras y cosas as¨ª¡±. Ahora, la funcionalidad se mezcla con la decoraci¨®n y los colores granadinos tradicionales (el azul y verde) aparecen en las estanter¨ªas junto a otros tonos como los rojos. El producto estrella, concluye V¨ªctor Mart¨ªn, son las vajillas.
06. Bordados Angu Navarro (calle de la Alcaicer¨ªa, 2)
Corr¨ªa la d¨¦cada de los a?os sesenta del siglo pasado cuando pr¨¢cticamente todos los establecimientos de la calle de la Alcaicer¨ªa pertenec¨ªan a la familia Mariscal. Miguel compr¨® varios establecimientos dedicados a vender artesan¨ªa y ahora la familia regenta solo un par, uno de ellos este a cargo de Angu ¡ªAngustias¡ª Navarro.
Lo que vende Angu tiene dos caracter¨ªsticas fundamentales: es artesan¨ªa y es todo precioso. Bordados, mantillas, mantones y abanicos conforman el grueso del cat¨¢logo de productos que pueblan las estanter¨ªas y armarios del local, peque?o y lleno de cosas. ¡°Nuestros productos, sobre todo las mantillas, se bordan a mano, en seda y por bordadoras granadinas¡±, cuenta. Todo eso, junto a abanicos y mantones ¡ªel art¨ªculo preferido de turistas¡ª, viaja a diario a Italia, Argentina y M¨¦xico, lugar de origen de muchos de sus clientes.
A Angu, adem¨¢s, a¨²n le queda mercader¨ªa del negocio original de su padre y su abuelo. En un par de estanter¨ªas muestra y vende estas joyas familiares, como dos abanicos de n¨¢car y hueso que compr¨® su padre y que ahora se ofrecen por centenares de euros, un precio que su progenitor no pudo imaginar.
07. Esparter¨ªa San Jos¨¦ (calle de J¨¢udenes, 3)
En 1907 abri¨® por primera vez la persiana, cuando Antonio Rosales puso en marcha un local con productos que hoy pueden parecer marcianos a cualquier urbanita: esparto, astiles, cuerdas o cencerros. Situado en el centro de Granada, su clientela proced¨ªa de toda la provincia, desde la Alpujarra hasta los cortijos m¨¢s lejanos, seg¨²n cuenta el actual propietario, Jes¨²s Molina, retirado por enfermedad del d¨ªa a d¨ªa de la tienda. Fue su bisabuelo quien la fund¨® cuando tambi¨¦n fabricaba productos con sus manos: ¡°Iba a cortar palos de almez y con ellos hac¨ªa los astiles ¨¦l mismo¡±, recuerda su bisnieto.
Molina reconoce que sus productos se venden ahora m¨¢s para decorar o por curiosidad que por necesidad. ¡°Son los turistas nacionales quienes compran nuestras cosas. Los extranjeros curiosean, pero no se animan tanto¡±, cuenta, y reivindica su calidad: ¡°No hay nada como la cuerda de c¨¢?amo o la buena artesan¨ªa que compramos en Valencia, Alicante o Ja¨¦n. Nada que ver con la ¨ªnfima calidad de los productos chinos¡±. Lo que no imaginar¨ªa Antonio Rosales cuando puso en marcha su negocio es que sus productos se vender¨ªa tambi¨¦n por internet, como ahora.
08. Oliver Delicatessen (plaza de la Trinidad, 7)
Este establecimiento surgi¨® en 1850, y es de las pocas tiendas centenarias de Granada que han cambiado de familia. Abierto por un cubano en la localizaci¨®n que a¨²n mantiene a mitad del XIX como una tienda de ultramarinos, la actual propiedad del negocio se remonta a la generaci¨®n anterior al actual propietario, Rafael Rodr¨ªguez.
Hace a?os que Oliver es conocido en la ciudad como el sitio al que ir en busca de los mejores frutos secos y chucher¨ªas de calidad. M¨¢s all¨¢ de las golosinas, es tambi¨¦n un espacio de referencia para productos gourmet como queso, miel o vino.
09. Anticuario Ruiz Linares (calle del Estribo, 6)
Abelardo Linares, bisabuelo de Fernando Carnicero, actual propietario de esta tienda de antig¨¹edades, supo ver el negocio que supon¨ªa la llegada de los viajeros rom¨¢nticos a la Alhambra, all¨¢ por finales del siglo XIX. Carnicero sit¨²a en 1883 el inicio de este negocio que desde hace 60 a?os est¨¢ en el centro de la ciudad, pero que naci¨® en la colina de la Alhambra. La incipiente llegada de turistas le sirvi¨® para montar una tienda en la que vend¨ªa antig¨¹edades y artesan¨ªa, cuenta su bisnieto.
Ahora, en una de las zonas m¨¢s transitadas por los turistas, Carnicero se define como ¡°un anticuario tradicional que ofrece un poco de todo¡±. En sus tres plantas, que transmiten una tranquilidad absoluta frente al exterior abarrotado de paseantes, vende muebles, pinturas y objetos antiguos a coleccionistas y aficionados a las antig¨¹edades de ¡°Granada y de toda Espa?a¡±.
10. Taberna Casa Enrique (calle de la Acera del Darro, 8)
Situada tambi¨¦n en el centro de la ciudad, Casa Enrique se fund¨® en 1870. En ese siglo y medio de historia, en el que fue incluso una casa de postas, estuvo cerrado solo un a?o, hace poco, por la jubilaci¨®n de su propietario. Finalmente, Luis Alberto Montes y David G¨®mez se hicieron cargo del local con la condici¨®n, cumplida, de mantener su decoraci¨®n y configuraci¨®n.
Casa Enrique es a primera vista un espacio peque?o (o quiz¨¢ no tanto), pero lleno de b¨¢rtulos. En cualquier caso, suele estar muy concurrido, pero es m¨¢s de lo que se ve: quienes lo han visitado cuentan que, bajo tierra, tiene mucho que ense?ar. Ese, a d¨ªa de hoy, es un espacio infranqueable para la mayor¨ªa de mortales.
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