Cat¨¢strofes comparadas
LOS DESAGRADABLES INCIDENTES producidos el pasado mi¨¦rcoles en la Diputaci¨®n Permanente del Congreso, tras el rechazo por el PSOE y otros grupos parlamentarios de la petici¨®n del PP para que compareciese la vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega e informase sobre el devastador incendio de Guadalajara dan un escandaloso car¨¢cter p¨²blico al p¨¦simo estado de las relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n. Socialistas y populares tendr¨ªan buenas razones, sin embargo, para acordar en su propio inter¨¦s un c¨®digo de conducta que fuese respetado por ambos cualquiera que fuese el vencedor y el derrotado en las urnas. Los dos partidos suman una abrumadora mayor¨ªa de esca?os y est¨¢n llamados a sucederse en el ejercicio del poder -con independencia de la duraci¨®n de los periodos- como piezas b¨¢sicas del mecanismo de la alternancia.
El PP establece un paralelismo entre el naufragio del 'Prestige' y el fuego que ha devorado miles de hect¨¢reas de bosque en Guadalajara y ha causado la muerte de 11 personas
Bajo el mandato de Aznar, la megal¨®mana tendencia del presidente del Gobierno a identificarse con el Estado y con Espa?a le hizo olvidar que la minor¨ªa de hoy puede ser mayor¨ªa ma?ana; la estrategia de convertir al Ejecutivo en la oposici¨®n de la oposici¨®n invierte la l¨®gica del r¨¦gimen parlamentario y dificulta las tareas de control y de vigilancia indispensables para el sistema democr¨¢tico. Como principal fuerza de la oposici¨®n, el PP no guarda ahora, sin embargo, los c¨¢nones de cortes¨ªa y de colaboraci¨®n exigidos de malos modos a los socialistas entre 1996 y 2004; se dir¨ªa que la ¨²nica directriz de los populares es responsabilizar al Gobierno de todas las desgracias imaginables y negarle cualquier m¨¦rito posible. Los dirigentes populares se carcajearon de los l¨ªderes del PSOE -llam¨¢ndoles pancarteros- por su participaci¨®n en las movilizaciones contra la guerra de Irak; ahora apadrinan cualquier protesta y se lanzan a la calle con el entusiasmo de los conversos. Y el mismo Aznar que acus¨® de deslealtad antipatri¨®tica a Zapatero por viajar a Marruecos sin su permiso se dedica ahora a condenar en Estados Unidos la pol¨ªtica exterior del Gobierno y anuncia un viaje a Tinduf en solidaridad con el Frente Polisario.
Con la mirada vuelta hacia el pasado, el PP contin¨²a hurgando en la herida electoral del 14-M para restar legitimidad a la victoria del PSOE en las urnas. Ni siquiera las clamorosas semejanzas entre la masacre del 11-M y el atentado del 7-J han convencido a los dirigentes populares de que la autor¨ªa de los trenes de la muerte debe imputarse exclusivamente al terrorismo islamista. Pasando de puntillas sobre las analog¨ªas entre los dos cr¨ªmenes, la reduccionista lectura en clave espa?ola del 7-J realizada por el PP magnifica las diferencias con el 11-M a fin de mantener vivas las descabelladas conjeturas conspirativas defendidas en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la participaci¨®n de ETA y los servicios secretos marroqu¨ªes -ayudados por supuestos c¨®mplices de los cuerpos de seguridad espa?oles- en el atentado de Madrid.
El devastador incendio en el Alto Tajo tambi¨¦n ha sido relacionado artificiosamente por el PP con el pasado, como si la muerte de las 11 personas y el desastre ecol¨®gico no tuviesen identidad propia capaz de provocar a la vez la piedad y la cr¨ªtica. Porque la forzada comparaci¨®n entre los efectos devastadores del fuego y la marea negra causada por el naufragio del Prestige no puede servir de consuelo a los afectados por esas dos cat¨¢strofes. El paralelismo pretende devolver a la Junta de Castilla-La Mancha y al Gobierno de Zapatero las onerosas facturas pagadas por la Xunta de Galicia y el Ejecutivo de Aznar en noviembre de 2002: ese superfluo recordatorio ¨²nicamente revela la mala conciencia de los populares por su deficiente gesti¨®n en la crisis del hundimiento del petrolero cuando ejerc¨ªan el gobierno. Para cumplir sus funciones como oposici¨®n, al PP le habr¨ªa bastado simplemente con pedir la constituci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria encargada de investigar los eventuales fallos de las administraciones auton¨®mica y central en este incendio y de recomendar las medidas oportunas a fin de impedir que se repita ese tipo de tragedias.
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