Volkswagen adelgaza con longanizas
Los mercados, tras los esc¨¢ndalos, temen que los recortes en la automovil¨ªstica no sean suficientes
S¨¢lvese quien pueda. "En Volkswagen no habr¨¢ vacas sagradas. Vamos a intentarlo todo", asegur¨® la semana pasada el presidente de la marca Volkswagen, Wolfgang Bernhard, al presentar el nuevo plan de ahorro de la compa?¨ªa, llamado ForMotion Plus. Bernhard tiene una misi¨®n en su nuevo puesto: sanear Volkswagen a base de recortes, como ya lo hizo anteriormente en DaimlerChrysler. El grupo de marcas Volkswagen, que incluye Skoda, Bentley y Bugatti, registr¨® unas p¨¦rdidas de 44 millones de euros en el pasado ejercicio de 2004. Ante la magnitud de la crisis, el presidente de todo el grupo, que es l mayor fabricante de coches de Europa, Bernd Pischetsrieder, adelant¨® medio a?o la entrada en acci¨®n de Bernhard, que no estaba prevista hasta enero de 2006.
Bernhard ha presentado un plan con el que pretende ahorrar 7.000 millones entre 2006 y 2008, y aumentar los beneficios en 4.000 millones
Al frente del grupo de marcas Volkswagen (VW), Bernhard debe reflotar un barco que se escora cada vez m¨¢s de un lado, mientras que el otro -el grupo de marcas Audi, que incluye Seat y Lamborghini- va manteniendo el consorcio a flote, qui¨¦n sabe por cu¨¢nto tiempo m¨¢s. Para ello, Bernhard present¨® la semana pasada el esbozo de un plan para ahorrar 7.000 millones en el grupo de marcas VW entre 2006 y 2008 y aumentar los beneficios en 4.000 millones en toda la compa?¨ªa.
Al menos 3.000 millones se ahorrar¨¢n en costes de material, nada f¨¢cil si se tiene en cuenta que uno de los problemas m¨¢s acuciantes de Volkswagen son los crecientes precios de las materias primas. Dos mil millones se ahorrar¨¢n en ventas y distribuci¨®n, y mil en costes de producci¨®n. El proyecto tiene como objetivo, adem¨¢s, mejorar la calidad de los coches y reducir a la mitad las reclamaciones en garant¨ªa, mejorar la distribuci¨®n y lanzar entre cinco y diez nuevos modelos a partir de 2008.
Pero los mercados quedaron decepcionados por la tibieza de la reforma y as¨ª qued¨® reflejado en la cotizaci¨®n de VW en la Bolsa de Francfort. "B¨¢sicamente, va en la direcci¨®n correcta, pero querer es una cosa, y poder, otra distinta", valora esc¨¦ptico el analista de la banca de inversiones Merck Finck & Co. Robert Heberger.
Plan continuista
ForMotion Plus viene a continuar el plan de ahorro ForMotion, anunciado a comienzos de 2004, que hizo posibles unos resultados de 1.620 millones el a?o pasado y se espera que consiga ahorrar en 2005 unos 3.100 millones m¨¢s. En noviembre de este a?o, el consejo de vigilancia deber¨¢ aprobar ForMotion Plus. Para entonces se espera que Bernhard d¨¦ m¨¢s detalles y no se descarta el cierre de alguna f¨¢brica.
Volkswagen tiene mucho viento en contra. El mercado estadounidense le est¨¢ fallando. El cambio del d¨®lar y la guerra de precios lo ponen muy dif¨ªcil para una empresa cuyos costes laborales son el 40% m¨¢s altos que los de otros fabricantes alemanes, cuando Alemania ya est¨¢ entre los pa¨ªses con los costes laborales m¨¢s altos del mundo. Tambi¨¦n falla China, donde hasta hace poco VW gozaba de una situaci¨®n privilegiada con un 50% de cuota de mercado. Hoy tiene que competir con otros fabricantes, y la guerra es a muerte.
Adem¨¢s, Volkswagen tiene capacidad para producir seis millones de coches al a?o, a pesar de que s¨®lo vende cinco. Muchos creen que la ¨²nica opci¨®n es cerrar una f¨¢brica. Sin embargo, la empresa acord¨® en noviembre con 100.000 trabajadores la congelaci¨®n salarial durante un periodo de 28 meses a cambio de garantizar su empleo hasta 2011. "Es un poco dif¨ªcil cerrar f¨¢bricas si al mismo tiempo no puedes echar gente", apunta Heberger, que considera que el exceso de capacidad es el problema principal de VW.
M¨¢s condescendiente con sus trabajadores en casa que en el extranjero, Volkswagen ha llegado a la situaci¨®n de que son sus empleados de fuera los que sostienen el irreal estado de bienestar del que disfrutan sus compa?eros alemanes. Esto tiene que ver en gran parte con el hecho de que VW se ha manejado casi como una empresa p¨²blica, movi¨¦ndose "en un mundo crepuscular entre los negocios y la pol¨ªtica", como lo expresaba la semana pasada el semanario brit¨¢nico The Economist.
El "sistema Volkswagen" hizo posibles unos privilegios que pertenecen a otra ¨¦poca en que los perros se ataban con longaniza, anterior a la reunificaci¨®n alemana y a la globalizaci¨®n. Pero los tiempos han cambiado, las ventas cuestan m¨¢s esfuerzo que nunca y la competencia no s¨®lo es feroz, sino mucho m¨¢s barata.
De los tiempos de las vacas gordas y el "sistema Volkswagen" se revela ahora la antigua costumbre de la direcci¨®n de sobornar al comit¨¦ de empresa con viajes y prostitutas de lujo. El presidente del comit¨¦ de empresa, Klaus Volkert, dimiti¨® por ello y por estar envuelto en un entramado de empresas fantasma que trataba de ganar dinero a costa de Volkswagen. Por este asunto dimiti¨® tambi¨¦n el jefe de personal de Skoda, Helmuth Schuster, y Klaus-Joachim Gebauer, otro alto cargo de personal.
Gebauer controlaba una cuenta bancaria de Volkswagen cuyos fondos usaba para financiar el soborno con el visto bueno del ex jefe de personal Peter Hartz, que dimiti¨® hace dos semanas por su responsabilidad en todo el esc¨¢ndalo. Descubierto el pastel, la aprobaci¨®n de ForMotion Plus en noviembre ya no va a ser tan f¨¢cil. Ya no es algo que se resuelva con un par de viajes a Brasil o la visita, a cargo de VW, de prostitutas de lujo brasile?as a Wolfsburgo. "El comit¨¦ de empresa y el sindicato, que siempre han sido muy fuertes en VW, han quedado debilitados por este esc¨¢ndalo y van a cuidarse mucho de no quedar a¨²n m¨¢s debilitados, por lo que se podr¨ªan mostrar menos cooperativos", cree Heberger.
Ofensiva contra la cogesti¨®n
En virtud del sistema llamado cogesti¨®n, en el consejo de vigilancia, ¨®rgano que controla la gesti¨®n del consejo de administraci¨®n, los trabajadores y los representantes del principal accionista (con un 18%), el Estado federado de Baja Sajonia, superan en votos a los accionistas privados. La cogesti¨®n alemana, ¨²nica en Europa, es un sistema que tiene muchos enemigos. No s¨®lo porque puede frenar a empresas extranjeras a la hora de instalarse en Alemania o fusionarse con una firma alemana, sino porque "impide a las empresas tomar las decisiones necesarias para ajustarse a los malos tiempos", en palabras de The Economist.
El diario brit¨¢nico no es el ¨²nico que pide el fin de la cogesti¨®n, y eso a pesar de reconocer sus ventajas: la implicaci¨®n de los trabajadores en las decisiones de la empresa ha reducido en Alemania la conflictividad laboral con otros pa¨ªses europeos, donde las huelgas eran mucho m¨¢s frecuentes.
Pero Robert Heberger opina que la crisis de corrupci¨®n en Volkswagen puede tambi¨¦n tener sus ventajas. "El esc¨¢ndalo ha debilitado los frenos al cambio, porque el 'sistema VW' ya no funciona. Por eso es bueno que los renovadores (Pischetsrieder y, sobre todo, Bernhard) hayan salido fortalecidos de este episodio, ajenos como son a toda la trama", explica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.