Borau y Garc¨ªa Berlanga se definen como dos pesimistas

Dos m¨ªticos directores espa?oles mantuvieron ayer en los cursos de verano de la Universidad Complutense una conversaci¨®n de casi dos horas sobre el pesimismo y el fracaso. Luis Garc¨ªa Berlanga (Valencia, 1921) se define "pesimista por naturaleza", mientras que Jos¨¦ Luis Borau (Zaragoza, 1929) lo expresa contundente: "Soy pesimista porque la vida me ha hecho as¨ª".

En Un di¨¢logo sobre cine, una actividad extraordinaria de los cursos de verano, los directores charlaron sobre su visi¨®n del cine. Borau explic¨® que su preocupaci¨®n por el cine espa?ol est¨¢ basada en datos objetivos: "No hay mercado ni para 50 pel¨ªculas al a?o, menos para las 124 que se estrenan". En su opini¨®n, a algunos de los estrenos "ni siquiera deber¨ªa llam¨¢rseles as¨ª", porque son exhibidos s¨®lo un par de semanas "en un par de pueblos".

Berlanga presumi¨® de que no ha vuelto a ver sus pel¨ªculas despu¨¦s de las primeras copias. Borau coincidi¨®: "A m¨ª las pel¨ªculas que hago no me gusta verlas, s¨®lo hacerlas. Una vez hechas quisiera que no las viera nadie".

El fracaso

Los dos cineastas reconocieron que un director "fracasa" cuando empieza a dirigir, y que una pel¨ªcula nunca sale como "uno se la imagina". El director aragon¨¦s insisti¨® en que se fracasa con solo decir: "Acci¨®n". El autor de Leo apunt¨® que "una pel¨ªcula se parece muy poco a su idea: al poner cara a los personajes o sitio a la acci¨®n sale algo distinto al proyecto". Fue muy gr¨¢fico en su explicaci¨®n: "Aunque conozcas a los actores resulta que Menganita no es como la recordabas, o que Fulanito es tonto y no quieres que se note". Berlanga tambi¨¦n sabore¨® el fracaso "desde el primer cuarto de hora en que fui director". Mencion¨® tambi¨¦n con orgullo el subt¨ªtulo de un libro que Jes¨²s Franco escribe sobre ¨¦l, Mister cagada, porque despu¨¦s de cada toma siempre gru?¨ªa que todo era "una cagada".

El director de Bienvenido, Mr. Marshall! confes¨® que hace m¨¢s de quince a?os que ha dejado de ir al cine por causas que "no se pueden entender". No hizo ning¨²n tipo de juramento, sino simplemente lo hizo "como dejar de beber vino o de besar a las chicas". La ¨²ltima pel¨ªcula que vio en el cine y que le gust¨® fue Torrente, de su "amamantado" Santiago Segura. Para Berlanga, la pel¨ªcula tiene "el mejor gag de la Espa?a m¨¢s espantosa que pueda existir, el que da m¨¢s sensaci¨®n de la Espa?a antigua": cuando Torrente est¨¢ en un bar, coge un palillo, se limpia entre los dientes y lo vuelve a colocar en el palillero. "Es una definici¨®n absolutamente incre¨ªble y maravillosa de los niveles en los que est¨¢ la ciudadan¨ªa espa?ola", narr¨® aludiendo al pesimismo con que retrata a la sociedad.

Borau, con un pesimismo menos arraigado, asegur¨® que la Espa?a de los a?os cincuenta ya no existe, que es s¨®lo un imaginario donde se refugian unos "pesimistas rom¨¢nticos".