'Plan Marshall' aut¨®ctono en Argelia
El Estado invertir¨¢ 55.000 millones de d¨®lares
Nunca desde su independencia Argelia ha sido tan rica al menos desde un punto de vista contable. Sus reservas de divisas superan los 50.000 millones de d¨®lares. Su presidente, Abdelaziz Buteflika, quiere trasladar ahora parte de esta abundancia de las arcas del Estado al pa¨ªs y a sus ciudadanos. Para llevarlo a cabo, ha ideado una especie de plan Marshall aut¨®ctono.
La guerra civil larvada entre el Ej¨¦rcito y el terrorismo islamista que vivi¨® Argelia en la d¨¦cada pasada caus¨® da?os por valor de unos 30.000 millones de d¨®lares, seg¨²n estim¨® el propio Buteflika a principios de a?o. Paraliz¨® tambi¨¦n el desarrollo del pa¨ªs.
El a?o pasado, el Estado vendi¨® 111 empresas; este a?o tiene previsto deshacerse, seg¨²n el primer ministro, Ahmed Ouyahia, de entre 200 y 250 m¨¢s
La abundancia en la que nada ahora debe servir para recuperar el tiempo perdido. Argelia produce hoy d¨ªa la cifra r¨¦cord de 1,4 millones de barriles diarios y 100.000 millones de metros c¨²bicos de gas que vende tambi¨¦n a un precio sin parang¨®n.
Tal prosperidad incit¨® al Ejecutivo argelino a empezar a reembolsar anticipadamente su deuda externa, que asciende a 21.000 millones de d¨®lares. El man¨¢ del petr¨®leo ha disparado adem¨¢s el crecimiento econ¨®mico, que este a?o podr¨ªa rebasar el 8%, un ritmo que quintuplica al de Marruecos.
Para que la expansi¨®n sea sostenible, Buteflika anunci¨® en primavera la puesta en marcha, este mes de julio, de un Plan Complementario de Apoyo al Crecimiento en el que el Estado se gastar¨¢, de aqu¨ª a 2009, 55.000 millones de d¨®lares echando mano de sus recursos propios.
El plan consta de cuatro cap¨ªtulos, entre los que destac¨® el que intentar¨¢ "mejorar las condiciones de vida de la poblaci¨®n" mediante la construcci¨®n de un mill¨®n de viviendas sociales, proporcionando gas y electricidad a otro mill¨®n de hogares y fortaleciendo los servicios sanitarios.
Los otros tres cap¨ªtulos conciernen a la mejora de los transportes, empezando por la renovaci¨®n de 1.200 kil¨®metros de v¨ªas f¨¦rreas y al empantanado metro de Argel; la modernizaci¨®n de la Justicia, de la Hacienda p¨²blica, etc¨¦tera, y, por ¨²ltimo, una apuesta por las nuevas tecnolog¨ªas.
Queda por ver si una Administraci¨®n con fama de corrupta ser¨¢ capaz de gestionar un presupuesto tan colosal sin caer en el despilfarro y las malversaciones. Argelia se va a dotar en breve de una ley para combatir ese fen¨®meno, pero otros intentos anteriores, llevados a cabo por los presidentes Liamin Zerual y Mohamed Budiaf, no dieron resultados. Este ¨²ltimo fue incluso asesinado.
Paralelamente a este plan Marshall aut¨®ctono, Argelia privatiza. El a?o pasado, el Estado vendi¨® 111 empresas y este a?o tiene previsto deshacerse, seg¨²n declar¨® el primer ministro, Ahmed Ouyahia, de entre 200 y 250 m¨¢s. Aun as¨ª quedar¨¢n todav¨ªa otras 1.030 en el sector p¨²blico.
Sonatrach, la compa?¨ªa petrolera, es la ¨²nica cuya privatizaci¨®n ha quedado descartada. La nueva ley de hidrocarburos intenta, sin embargo, atraer inversiones extranjeras en la prospecci¨®n y les permite explotar hasta el 70% del yacimiento descubierto.
El incentivo funciona. El a?o pasado, la inversi¨®n extranjera en Argelia se duplic¨®. El Centro de Investigaciones Especializadas de Houston prev¨¦ que en la pr¨®xima d¨¦cada ese sector absorber¨¢ entre 50.000 y 70.000 millones de d¨®lares procedentes del extranjero.
Aunque con prudencia, las empresas extranjeras tambi¨¦n se introducen en otras ¨¢reas de la econom¨ªa argelina. En abril, Fertiberia, del Grupo Villar Mir, anunci¨® que desembolsar¨ªa 937 millones de d¨®lares para hacerse con el control de dos compa?¨ªas de fertilizantes del consorcio argelino Asmidal. La catalana PMS sue?a ahora con adue?arse de los detergentes Sodige.
Los hombres de negocios espa?oles que intentan sacar partido de la actual bonanza prefieren, no obstante, en su gran mayor¨ªa, vender en Argelia. CAF acaba, pr¨¢cticamente, de cerrar el suministro de 12 autorails a los ferrocarriles (SNTF), por 120 millones de d¨®lares.
En otras grandes operaciones en ciernes aparece de nuevo CAF, asociada a Siemens y a Vinci, para intentar sacar tajada de la construcci¨®n del metro de Argel o de la gigantesca renovaci¨®n de los decr¨¦pitos trenes de cercan¨ªas. La lista de los aspirantes a hacerse un hueco en el principal mercado magreb¨ª es interminable.
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