El milagro del empleo
El mercado de trabajo espa?ol no para de darnos sorpresas, y realmente agradables. Los datos de la EPA del segundo trimestre, conocidos esta semana, han superado de nuevo todas las previsiones en cuanto a creaci¨®n de empleo. El n¨²mero de ocupados crece un 5% en tasa interanual (897.100 personas), siete d¨¦cimas m¨¢s que en el trimestre anterior (gr¨¢fico izquierdo), y la tasa de paro, en t¨¦rminos desestacionalizados, desciende casi medio punto porcentual (gr¨¢fico derecho). S¨®lo nos queda una duda: si estos datos recogen alg¨²n efecto de afloraci¨®n de empleo como consecuencia del proceso de regularizaci¨®n de inmigrantes. No tendr¨ªa por qu¨¦ ser as¨ª, pues, al contrario que los afiliados a la Seguridad Social, que s¨ª han acelerado su crecimiento en los ¨²ltimos meses por esta causa, la EPA es una encuesta a familias que te¨®ricamente recoge todo tipo de empleo, independientemente de si es legal o sumergido. De hecho, la tasa de variaci¨®n de los ocupados no s¨®lo aumenta entre la poblaci¨®n extranjera (del 23,9% en el primer trimestre al 25,3% en el segundo), sino tambi¨¦n entre los nacionales (del 2,5% al 3%).
La creaci¨®n de empleo sostiene las rentas de las familias y su gasto en consumo e inversi¨®n en vivienda
En todo caso, sigue habiendo muchos peros en el funcionamiento y la evoluci¨®n de nuestro mercado laboral. De los 907.500 puestos de trabajo asalariado que se han creado en los ¨²ltimos doce meses, las dos terceras partes lo son con contratos temporales. Los trabajadores con este tipo de contrato crecen un 12,9%, frente al 3% (tampoco est¨¢ nada mal) en que lo hacen los trabajadores con contratos indefinidos. Por ello, la tasa de temporalidad sigue en aumento, alcanzando un 33,3% de los asalariados, 1,4 puntos m¨¢s que un a?o antes. Adem¨¢s de la inestabilidad e incertidumbre que esta situaci¨®n provoca entre las personas afectadas, que suelen estar en esta situaci¨®n durante periodos demasiado prolongados, esta alta temporalidad es una de las causas de la baja productividad de la econom¨ªa espa?ola, ya que ni los trabajadores tienen incentivos para mejorar su rendimiento ni las empresas para formar a tales trabajadores. De ah¨ª que no se entiende la cerraz¨®n de los sindicatos a la hora de abordar este problema, cuya soluci¨®n requiere, por un lado, un endurecimiento en la utilizaci¨®n y control de este tipo de contratos y, por otro, una sustancial reducci¨®n de las indemnizaciones por despido, la desaparici¨®n de las autorizaciones administrativas y la simplificaci¨®n de los procesos judiciales. Si los sindicatos de casi todos los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, que es de suponer defienden los intereses de los trabajadores tan bien como los nuestros, hace tiempo que aceptaron esto, ?por qu¨¦ no se acepta aqu¨ª?
Otras cuestiones sobre los datos que nos ofrece la nueva EPA (en el primer trimestre fue sometida a profundos cambios) hacen referencia a la inconsistencia con otras fuentes estad¨ªsticas. Frente al aumento se?alado del 5% interanual de los ocupados, los afiliados a la Seguridad Social crecen en torno al 3%, una vez que se corrige el efecto de la regularizaci¨®n de inmigrantes. Por su parte, las personas ocupadas estimadas por la Contabilidad Nacional Trimestral tambi¨¦n aumentan al 3%. Son temas que el INE deber¨ªa estudiar.
De lo que no hay duda es de que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ creando mucho empleo y de que ello sostiene las rentas de las familias y su gasto en consumo e inversi¨®n en vivienda. Por otro lado, estos datos apoyan la previsi¨®n que expuse dos semanas atr¨¢s en esta columna de que el ritmo de crecimiento del PIB hab¨ªa continuado aceler¨¢ndose en el segundo trimestre del a?o.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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